La Última Carrera

La Llamada

Jacob.

El corazón empezó a latirme rápido, y por alguna razón no fui detrás de Brooke cuando salió corriendo. Mi vista estaba fija en el celular que había caído en la arena. Las manos me temblaban por tomarlo, pero al saber que la llamada venia del hospital una sensación rara y extraña me estaba recorriendo cada uno de los huesos.

Me agaché lentamente y tomé el aparato. La llamada seguía ahí. Dudé uno, dos, tres segundos... El teléfono temblando en mi mano lo lleve hasta mi oreja. Suspiré pesadamente.

—¿Hola?

—Jacob.

Respiré hondo, sonriendo un poco. Estaba bien. Lo estaba ¿no?

—Piloto estrella ¿Cómo te sientes?

—Me hubiera gustado pasar más tiempo contigo. —dijo de pronto.

Su voz no era su voz. Estaba apagada, rasgada y débil.

Cerré los ojos un momento, sintiendo como mi corazón se separaba en pedazos por la anticipación de lo que iba a suceder.

—Jacob.

—¿Si?

—Cuídala mucho.

Me dejé caer hacia atrás. Ni siquiera me había dado cuenta de que estaba llorando. Las voces a mi alrededor se escuchaban lejanas, yo solo podía oír al niño al otro lado de la línea.

—Hazle saber que la amo muchísimo. Recuérdale todos los días que tendrán juntos que no fue su culpa que esto pasara, hizo todo lo que pudo. Dile que para mi, ella siempre fue mi mamá. Nunca se lo dije, pero así es —miré al cielo sin poder creer la madurez que tenía para decir esas cosas aun estando así —. Estoy muy agradecido con ella. Pero también contigo, no creas que me olvido de ti ¿eh? Gracias por llegar a nuestras vidas, Jacob. Ya los ojos de Brooke brillaban antes de conocerte, pero tú les diste un brillo más bonito y sincero. Diferente.

—Me hubiera gustado llegar antes.

—Llegaste en el momento indicado.

Apreté los ojos. El pecho me dolía y sentía una dificultad extrema para respirar. Nunca me había costado desprenderme de las cosas ni de las personas, ni siquiera cuando mi madre se fue sentí esa sensación de que me estaban arrancando parte de mi corazón. Esto era diferente, era más desgarrador. Todos mis muros se habían derrumbado, toda esa fuerza que mantenía conmigo ya no estaba. Solo me quedaban unas profundas ganas de llorar y gritar hasta quedarme sin voz.

—Tu y ella iluminaron mi vida. Ya no tenía colores ni significado, y ustedes le dieron ambos. Te quiero mucho Miles, lamento no haberlo dicho antes, ni lo suficiente.

—Con tus acciones lo demostraste, Jacob. Y yo también te quiero. Estoy muy feliz de que hayas llegado a nuestras vidas.

—Yo también, pequeño, yo también...

—Dile a Brooke que la amo, Jacob. Por favor. No olvides decírselo todos los días.

Miles empezó a toser fuertemente, haciendo que toda mi piel se pusiera de gallina y el corazón me empezara a latir fuerte, a un punto tan alto que pensé que se me saldría del pecho. De pronto, paró de toser. Las voces de las enfermeras pararon y todo se quedó en silencio al otro lado. Mi mundo se detuvo por un momento. Todo empezó a ir mas lento, más tortuoso. Mi corazón paró de latir por unos segundos y todo mi cuerpo se quedó estático. Entonces lo escuché, la confirmación de lo que estaba pasando.

La realidad me dió una fuerte bofetada en la cara, haciéndome sentir dolor físico pese a que no me habían dado ningún golpe directo. La cabeza me dolía a niveles extremos, sentía que algo palpitaba en mi cerebro.

Me llevé mi mano libre a la boca, escuchando ese pitido que te hacía saber que ya no había vida. Cerré los ojos fuertemente.

—¿Piloto estrella? —se me quebró la voz.

Nada. No había nada. Se había... se había ido.

Ese niño tan inocente, tan lleno de vida pese a que no le quedaba demasiado tiempo en el mundo... Se había ido. No volvería a escuchar su voz, y tampoco volveríamos a compartir donas juntos, ni a montarnos en juegos, ni a ganar peluches, ni a tomarnos fotos... No tendríamos mas momentos juntos. Nunca más.

Sabía que no había sido demasiado tiempo compartido, pero yo lo había sentido una maldita eternidad.

Siempre lo recordaría, eso seguro. Jamás me olvidaría de el piloto estrella que trajo luz a mi vida con tan solo existir. Siempre llevaría una parte de él conmigo, a donde sea que me encontrara.

—Siempre serás mi número uno. —le dije con la voz y el corazón roto, pese a saber que ya no estaba aquí para escucharme.

***

Hace tiempo subí un video en tik tok sobre lo que había sentido Brooke al perder a Miles, y una seguidora me comentó que Jacob también sufrió con la pérdida. Está en toda la razón. Por eso traigo hoy esto, la despedida de Jacob y Miles. Esa llamada que era justa y necesaria. Lloré escribiéndola, desbloqueé muchos recuerdos. Pensé en no subirla, en dejarla como una escritura personal, pero quise compartirla con ustedes. Al final de todo, LUC no tendría más de 400k de lecturas si no fuese por todos ustedes.

Espero que les haya gustado esto, a mi me ha encantado subir contenido aquí. Tengo un cariño muy personal con esta historia.

Los amo muchísimo, gracias por todo su apoyo. Recuerden que Una Última Oportunidad ya está disponible, y estoy actualizando. Sería muy feliz si también le dan su apoyo a Luke y a Carter.

Cambio y fuera:D.