La Última Carrera

Capítulo 19: La Quinta Carrera.

C19: La Quinta Carrera.

Mini-maratón 1/2 (he estado inspirada)

Notita: Ténganle paciencia a la parejita. Empaticen un poco, recuerden que ellos son nuevos experimentando lo que es querer de verdad a alguien.

Bueno ya, no me odien. Cambio y fuera :D.

Brooke.

Luego de ir a casa, llorar por media hora y alisarme el cabello tras mi crisis existencial, salí nuevamente del departamento para dirigirme hacia la arena.

En menos de treinta minutos comenzaría la carrera y ya los chicos me habían avisado que estaban todos ahí.

Tenía que concentrarme en lo importante, y eso era ganar las malditas carreras para ganarme el dinero y poder pagar el viaje que haría con Miles.

Sin distracciones.

Por eso, cuando llegué a la arena ignoré a Jacob completamente cuando se quedó mirándome.

No pude evitar el nudo que se formó en mi estómago.

Respiré hondo, intentando apartar los pensamientos que lo incluían a él.

Debía concentrarme en la carrera y luego lo demás. Y era mejor no hablar con él con la rabia que me corría por las venas en ese momento.

Porque una cosa es una Brooke dolida, otra muy distinta es una Brooke llena de rabia.

—Hola. —me saludó Rhett, dándome un beso en la mejilla.

Saludé a todos y luego me dirigí hacia la mesa de bebidas, agarré una cerveza y me la bebí toda con dos simples tragos.

—Hey, cálmate un poco —me dijo Rhett, llegando a mi lado —. ¿Qué pasa?

—Que tu amigo es un... —apreté los dientes sin terminar la frase.

—¿Qué te hizo?

—¿Empiezo por la parte donde Sophia lo besó y la subió a su departamento y luego me mintió diciendo que estaba ocupado? ¿O la parte en la que no me dijo que Sophia fue la responsable de que Luke y yo casi nos vayamos a la mejor vida? ¿Lo sabías?

—No... no lo sabía — negó —. Pero ese mal nacido, le dije que si te hacía daño...

Tiré de su brazo para que no fuera a hacer una locura.

—Relájate. Está bien, estoy bien.

—¿A quién engañas?

Aparté la mirada.

—Mira, el tiene una explicación y... solo no quiero actuar a través de la rabia —le expliqué —. No con el... no puedo. No cuando me dijo que me quería. Y tal vez te suene absurdo y pienses que soy una pica torta pero...

—¿También lo quieres?

Abrí la boca para responder, pero en ese preciso momento llegó Sophia y se bajó de su moto muy sonriente, haciendo que la rabia se me triplicara.

—¡Hola, gua...!

Susan frunció el ceño, siguiendo mi mirada.

—¿Qué pasa?

—Por esa perra Luke y yo casi morimos.

—Ella sabía lo del derrumbe y no se lo dijo a Luke. —explicó Rhett.

Susan tragó saliva.

—Además, besó a Jacob y el... la subió a su departamento.

—Ese...