𝘙𝘰𝘴𝘦𝘴 𝘍𝘰𝘳 𝘚𝘢𝘵𝘶𝘳𝘯 ; 𝘑𝘶́𝘱𝘪𝘵𝘦𝘳 𝘟 𝘚𝘢𝘵𝘶𝘳𝘯𝘰 ༅

𝘍𝘪𝘷𝘦

Advertencia: Contenido Sexual.

𝗥𝗼𝗷𝗼

𓂃 ࣪˖ ִֶָ𐀔

Júpiter estaba parado al frente de la puerta de la habitación del hotel esperando a que su marido estuviera listo, mientras que en sus manos tenía un ramo de rosas rojas y vestía bastante elegante ya que hoy era su aniversario. Once años de casados y lo iban a festejar como era debido.

Habían dejado a cargo a sus dos hijos mayores para que cuidaran a sus otros hermanos más pequeños, no tuvieron problemas en aceptar, les gustaba ser los líderes.
Ganímedes ser acercó a su padre que estaba viendo su teléfono.
— ¿A qué hora se van? — Preguntó con curiosidad, ya quería estar solo con sus hermanos.
— Cuando Satur esté listo, ya casi. — Le respondió de manera directa. — No hagan ningún desastre mientras no estemos. — Le ordenó a su hijo.
— Lo que digas. — Ganímedes se fue a sentar en el sillón de la sala dejando otra vez a su papá solo.
No tardó mucho en volver a tener compañía, Saturno había llegado con una sonrisa en su rostro, estaba emocionado.
— Ya podemos irnos. — Dijo alegre mientras tomaba de la mano a su esposo.
— Primero, toma, son para ti. — Le entregó las flores color carmín.
Eran perfectas para la ocasión, su color es el representante del sentimiento tan grande que se tienen el uno por el otro, amor.
— Gracias, me encantan. — Las tomó y acercó un poco su nariz a estas para poder capturar su aroma, amaba el olor de las rosas, una pequeña sonricita se hizo presente en sus labios.

Se despidieron de sus hijos y se fueron hacia el restaurante del mismo hotel.

𓂃 ࣪˖ ִֶָ𐀔

Risas se escuchaban en la mesa del matrimonio, estaban comiendo y hablando de cosas triviales, contando una que otra anécdota que ya de seguro conocían, pero nunca se cansarían de escucharlas una y otra vez, nunca se cansarían de su relación.
Hasta que llegaron al tema principal de la cena, su aniversario.
— Once años... ¿No es increíble? — Preguntó Saturno dándole un sorbo a su copa de vino.
— Once años es muy poco si lo comparamos con los años que llevamos conociéndonos. — Dijo Júpiter mirando con amor a su esposo.
— ¿Veinicinco años? Creo. — El de anillos se quedó un poco pensativo para luego volver a sonreírle al hombre que tenía al frente.
— Sí, veinticinco años... Y fue lo mejor que me pudo pasar. — El de cabello largo se sonrojó un poco por el comentario de su marido, le encantaba cuando le decía esas cosas, lo hacía sentir amado.
— Sabes... Deberíamos renovar nuestros votos. — Comentó Saturno jugando un poco con sus dedos.
— Me parece una gran idea, solo tenemos que planearlo bien. — Júpiter apoyo gustoso la idea, sería como casarse otra vez, con la diferencia de que esta vez sus hijos estarían ahí.
— Tienes razón. — El anillado miró su reloj, ya era bastante tarde. — ¿Nos vamos? Ya es tarde y no quiero dejar solos a los niños tanto tiempo. — Tomó sus cosas y las comenzó a guardar, no olvidemos también el ramo de rosas rojas que los acompañó durante toda la cena, Saturno cada vez que las veía le entraba una felicidad que era inexplicable.
— Espérame afuera, iré a pagar la cuenta. — Júpiter se levantó y se fue, el otro gigante gaseoso también hizo lo mismo.

Cuando ya estaba todo listo el mayor le dio un beso en su frente y se dijieron a su habitación en el hotel.

𓂃 ࣪˖ ִֶָ𐀔

Al llegar al lugar donde se estaban hospedando todo estaba totalmente apagado y los pequeños durmiendo plácidamente, dejaron sus abrigos en el porche para luego ponerse cómodos.