𝘙𝘰𝘴𝘦𝘴 𝘍𝘰𝘳 𝘚𝘢𝘵𝘶𝘳𝘯 ; 𝘑𝘶́𝘱𝘪𝘵𝘦𝘳 𝘟 𝘚𝘢𝘵𝘶𝘳𝘯𝘰 ༅

𝘌𝘹𝘵𝘳𝘢 3

𝗔𝘆𝘂𝗱𝗮𝗿

𓂃 ࣪˖ ִֶָ𐀔

Años atrás.

Un día de primavera en la secundaria Vía Láctea, Saturno caminaba con su amigo Urano hacia el patio del instituto, disfrutando de la mañana antes de entrar a sus clases.
— Mi abuela me regaló estos anillos, ¿no son bonitos? — Dijo el anillado mostrándole su joyería al de cabellos celestes.
— Sí, lo son. Que envidia a ti siempre te dan cosas lindas. — Urano tomó los anillos que le dio Saturno para verlos de cerca. — A mí con costo me dan calcetines. — El gigante gaseoso rió por el comentario.
— Si quieres, más tarde vamos a mi casa y te regalo algunos. —
— No hace falta, pero está bien. — El chico le entregó las joyas a su amigo.
Mientras Saturno se colocaba otra vez sus anillos uno de ellos se le resbaló y cayó justo en una alcantarilla, no era tan profunda pero al tener rejillas le sería complicado sacarlo.
— ¡No, no, no! — Gritó desesperado. — ¿Ahora cómo lo sacó de ahí? — Se agachó para tratar de meter su mano por el hueco de la abertura.
— No metas tu mano ahí, es asqueroso. — Le regañó Urano.
— De igual forma no pude. — Se levantó. — ¿Y si levantó la reja? — Preguntó.
El pintor solo alzó sus hombros para darle a entender que le daba igual. El de anillos tomó la rejilla para intentar levantarla, pero le era demasiado pesada.

Ajenos a su entorno, un grupo de amigos estaban sentados por ahí cerca, hablando y molestándose entre sí.
— Eres un perdedor en esto, Tierra, ya te comiste como cuarenta cartas. — Se burló Marte al ver como su mejor amigo tenía toda la baraja en la mano.
— ¡Ustedes que no me dejan jugar! — Exclamó enfadado el planeta con vida acomodando sus cartas.
— Aprende a jugar mejor. — Dijo Venus picandole aún más el orgullo al chico.
— ¡Y tú mejor aprende a callarte! — Así fue como inicio una pequeña discusión entre ambos planetas rocosos.
— La verdad, mejor bésense para aliviar la tensión. ¿No, Júpiter? — Preguntó Marte al más grande al ver que no estaba presentando atención a lo que ocurría en esa mesa, su vista estaba centrada en esos dos chicos que estaban intentando levantar una rejilla. — ¿Júpiter? — Volvió a llamar la atención de su amigo.
— Ah, sí, ya vuelvo. — Con eso se levantó de su asiento y se dirigió hacia los anillados. Dejando a sus amigos confundidos.

— Me rindo... Ya lo perdí. — Habló Saturno un poco triste.
— ¿Te ayudo? — El de anillos dirigió su mirada aquel muchacho que había aparecido en su auxilio.
Era bastante alto y eso que el también lo era, vestía de manera elegantemente informal, su cabello estaba perfectamente peinado y era muy guapo, demasiado guapo. Saturno se sonrojó un poco, nunca había visto a un chico así, era como un ángel caído del cielo.
— S-Si no es mucha molestia. — Júpiter sonrió, se le hizo tierno.
— Para nada... ¿Qué se te cayó? — Preguntó. El de cabellos largos señaló su anillo. — Ya veo. — Tomó la rejilla con la mano y la levantó como si nada, luego tomó la joya y se la entregó a su dueño.
— Gracias, eres bastante fuerte. — El mayor solo rió.
— Con gusto, deberías ir a lavarlo. —
— Sí, eso haré, de nuevo, gracias. — El planeta más grande asintió para después volver con sus amigos.
Saturno lo miraba con una sonrisa tonta en el rostro, cuando se giró para ir a lavar su anillo se asustó al ver a su acompañante cruzado de brazos.
— Lo acabas de conocer, Saturno. — Habló de manera seria Urano.
— ¿Y qué? Fue amable y muy lindo. — Volvió a sonreír de manera tonta mientras un color carmín se apoderaba de sus mejillas.
— Júpiter es así con todos. — Comenzaron a caminar hacia el lavamanos.
— ¿¡Lo conoces!? — Gritó sorprendido el de anillos.
— Sí, es mi compañero de clase. — Respondió.
— ¿Sabes algo de él? — Curioseó un poco.
— No mucho, no le hablo, solo sé que es un cerebrito, lleva notas de diez en prácticamente todo. — Contestó sin interés.
Saturno solo sonreía y gritaba internamente, era guapo e inteligente.
¿Qué más le puede pedir a la vida?
Bueno, que por lo menos lograran conocerse un poco más, aunque sería casi imposible que se volvieran a hablar.

𓂃 ࣪˖ ִֶָ𐀔

Era hora de cambio de clase y todos los pasillos estaban repletos de estudiantes, Júpiter y Tierra estaban en el casillero del gigante gaseoso buscando una maqueta.
— Apúrate, llegaremos tarde. — Habló el de cabellos verdes y azules arrecostado en la taquilla.
— Aquí está. — Le enseñó su tarea con orgullo. El chico que lo acompañaba quedó asombrado.
— Vaya... Te quedó genial, definitivamente te darán un diez. —
— Sí, espero q- —
Una persona que estaba pasando por ahí sin querer tiró su trabajo al suelo y como si de una mala broma se tratase todos pasaron sobre su proyecto.
— Uy... Lo siento, Júpiter, te ayudaría pero no sé hacer eso. Una razón por la cual no hice la tarea. — Dijo el planeta con vida mientras se reía de manera nerviosa.
— Tierra... ¿Le puedes decir al profesor que llegaré un poco tarde? — Su amigo asintió y se fue de ahí.
Júpiter suspiro profundamente, no valía la pena enojarse. Se iba a agachar para recoger su maqueta, pero alguien más lo hizo por él.
— ¿Te ayudo? — Saturno le entregó su trabajo y sonrió. Le devolvió las mismas palabras de hace un rato.
El gigante gaseoso reconoció al instante quien era.
Linda coincidencia, ¿no?
Era aquel chico que había ayudado en la mañana, no sabía porque, pero se le había hecho muy tierno lo tímido que fue con él, sinceramente, estaba feliz de volverlo a ver.
— Júpiter. — Dijo sin más, su cerebro se mandó solo o algo, eso fue lo único que le dijo.
"Soy un estúpido" Pensó.
El de anillos lo miró confundido para luego reír, risa que quedó grabada en su mente como una melodía de la cual nunca se aburriría.
— ¿Qué? — Preguntó el de cabello largo un poco más calmado, sabía donde quería llegar, sin embargo, se le hizo gracioso su intento de presentarse.
— Me llamo Júpiter. — Repitió su presentación, esta vez no tan vergonzosa y fuera de lugar.
— Saturno. — Una sonrisa se formó en sus labios, gesto que fue devuelto.
— Es un placer conocerte, Saturno. — Le extendió la mano.
El anillado miró su mano y la estrechó, luego contestó:

"𝗘𝗹 𝗽𝗹𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗲𝘀 𝗺𝗶́𝗼, 𝗝𝘂́𝗽𝗶𝘁𝗲𝗿"