Capítulo XXVIII: Un Rescate no Deseado

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Opening: Believe (One Piece Opening 2)

Mientras subían las escaleras del altar, que se estaban derrumbando, Lillie y Gladion decidieron preguntarle a Hyuga por qué siempre negaba ser un Pokefílico, así que él respondió cabizbajo— Es que a mí no me gusta, ¿sí? A mí no me gusta ser Pokefílico. Llevo siéndolo desde los 5 años y, si de por sí ya me trataban mal por ser un Pokeántropo, el acoso y los maltratos solo fueron a peor. Imagínate el ver a un Pokémon Hermoso y tener que luchar contra tus deseos de hacerles cosas innombrables. Además que no puedas capturar Pokémon femeninos sin que crean que vas a cogértelas. Y ya ni hablar de los Pokémon masculinos. Pero aún a día de hoy, no entiendo por qué me hacían esto, si en realidad, yo nunca hice nada malo todavía.

—Ah, así que por eso reaccionas así cada vez que alguien te dice Pokefílico. Aunque cualquiera reaccionaría así si no te conociera realmente. Lo siento —dijo Gladion, pero Hyuga negó con la cabeza— No te preocupes. No es tu culpa. Pero al menos en Kanto y Johto, conocí a Tsubasa, Satoshi y Shigeru, quienes me dieron la mano y aceptaron mi Pokéfilia como una parte de mí, aunque yo mismo sigo sin aceptarla. Y luego vinieron Cashew, Lana y tú, Srta. Lillie —cerró los ojos y sonrió—. A pesar que apenas nos conocemos y no tenemos prácticamente nada en común, fueron gran una gran compañía para mí en toda esta aventura por Alola, así que muchas gracias.

Al oír eso, Lillie se sonrojó y le respondió con una sonrisa— No hay de qué.

Finalmente, ellos llegaron a la cima del altar, en donde vieron unos murales que tenían misteriosas inscripciones de hace 5.000 años— Según esto, el Rey de Alola construyó este altar para conmemorar a Laliona y Mahina Pe'a, los Pokémon que encarnan el Sol y la Luna...

Hyuga continuó— Que fueron los responsables de crear los Espíritus Guardianes y los Cristales Z...

—Para enfrentarse a bestias procedentes de otra realidad —terminó Gladion y Hyuga comentó— Hace 5.000 años, los poderes de Pokeántropo apenas habían aparecido en el mundo. ¿Qué habrán hecho Diana y Apolo para generar tan rápido todo este pedo con los Ultraentes?

—No sé y no quiero averiguarlo —respondió Gladion—. Lo que sí sé es que nuestro problema ahora es con un solo Ultraente: Nihilego.

—Un problema que debemos solucionar ahora. Venga, vamos, Hyuga-chan —Lillie colocó a Nebby en el centro del altar para luego dirigirse a una plataforma que tenía el símbolo de la Luna.

—¿Quieres oír un dato curioso, Srta. Lillie? Puede que suene como una tontería, pero creo que la razón por la que fuimos escogidos por las flautas de entre todas las personas es porque yo soy descendiente de Diana y tú, teóricamente, lo eres de Apolo —explicó Hyuga-chan—. Eso es lo más lógico, ¿no crees tú?

—Yo también he pensado eso y, de hecho, tiene bastante sentido —respondió Lillie—. Pero como sea, tú ponte en la otra plataforma.

—Más vale que Nebby sí evolucione en el Legendario que buscamos o sino, me voy a enojar —declaró Hyuga antes de ponerse en la otra plataforma y cada uno sacó su respectiva flauta.

Al sentir la fuerza del instrumento, Lillie comentó— La Flauta Lunar. Al tenerla en mis manos, siento como si pudiera tocarla sin problemas. ¿Listo para esto, Hyuga-chan?

—Sí —respondió el Pokefílico—. Solo espero que esas lecciones de flauta que nunca tomé realmente sirvan para algo.

Hyuga y Lillie tocaron la Flauta Solar y la Lunar al mismo tiempo, provocando que, en el altar, se abriera una especie de reflector que disparó una luz naranja a Nebby, haciéndolo brillar más fuerte que el Sol.

Pokémon Sol y Luna La Aventura de HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora