Capítulo XXXV: Un Viaje que Nunca Termina

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Opening: Believe (One Piece Opening 2)

Ese día, en la mañana, Hyuga y Haruka aprovecharon para enseñarles a todos en Ciudad Hauoli acerca de los Concursos Pokémon, explicándoles que planeaban empezar a celebrarlos en Alola muy pronto. Les dieron una ponencia con diapositivas para que entendieran lo más básico y al terminar, Haruka les dijo a todos— Lo más importante es hacer que tus Pokémon reluzcan como las estrellas, así que deben pensar en qué movimientos usar y cómo.

—Todo lo demás lo entenderán en un concurso que ambos montaremos aquí en Ciudad Hauoli —añadió Hyuga—. Está abierto para cualquiera que esté dispuesto a competir.

La Soldado Morada hizo una gran sonrisa— ¡Esta será una experiencia muy divertida! ¡Lo prometo!

—¿Así que qué dicen? ¿Jalan?

Esta vez, a diferencia de la Liga Pokémon, muchos civiles jóvenes y adultos, entre ellos algunos Reclutas del Equipo Skull, aceptaron participar y se acumularon alrededor de ambos para preguntarles dónde se podían inscribir.

—Vaya, primo. Tal parece que volverte Campeón de Alola te hizo ganar bastante influencia.

—No. Es que nosotros sí sabemos hacer que la gente se interese en algo, en especial si es un Concurso. Apenas terminemos aquí, iré a encargarme de algo importante, solo para que lo sepas.

Lo que Hyuga hizo fue dirigirse al Altar del Sol en la Isla Poni, donde sacó a Solgaleo de su Pokébola para decirle algo importante.

—Solgaleo... ¡Qué diga! Nebby, desde que nos conocimos, no nos has causado más que problemas, pero gracias a ti, hemos podido vivir toda clase de aventuras. Siempre nos apoyaste y nosotros a ti y, de hecho, de no ser por ti, Lusamine seguiría siendo prisionera de Nihilego. Sé que apenas sí acabamos de capturarte, me gustaría que vinieras conmigo a Galar, pero Alola y el Ultraespacio más que yo, así que debes quedarte.

A Nebby le dolió mucho escuchar eso, pero el Pokefílico lo tranquilizó diciendo— No te preocupes, que voy a seguir teniendo tu Pokébola conmigo. Aparte, con tus poderes, puedes viajar a otros mundos para vivir toda clase de aventuras. Cuando volvamos a vernos, espero que me las cuentes a detalle.

Solgaleo lamió a Hyuga para después abrir un Ultraumbral e irse a explorar el Ultraespacio. Después de eso, el de rojo se dirigió al Laboratorio del Profesor Kukui, donde vive Cashew, para preguntarle por qué decidió acompañarlo a Galar.

—Bueno, pues oí que allá en Galar, hay una extraña energía que hace que los Pokémon se vuelvan gigantenormes, casi como los Titanes de esa serie fea que ves. Y aparte, también hay un montón de estuatas de dos héroes que salvaron a la región de una terrible catástrofe y me gustaría verlas. En resumen, lo que yo quiero es hacer turismo.

—¿Seguro que ese es el motivo real? —le preguntó Hyuga sin estar convencido, a lo que Cash respondió— Bueno, en realidad es porque yo quiero hacerme mucho más fuerte para ayudarlos con lo que nos está por venir. Mi único objetivo real para viajar es demostrarles a todos que no soy una carga y aún estoy muy lejos de cumplirlo.

Hyuga no pudo evitar reírse por las inseguridades injustificadas de Cashew— ¿En serio? Pues para mí, estás bastante cerca. Además, tú ya tienes el consentimiento de tus padres, así que puedes ir conmigo. Pero como él avión tardará un buen rato en despegar, propongo que tú y yo tengamos una Batalla Pokémon. ¿Qué dices? ¿Jalas?

Pokémon Sol y Luna: La Aventura de HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora