Capítulo XXVII: El Cañón de Poni

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Opening: Believe (One Piece Opening 2)

Al apenas entrar en el Cañón de Poni, donde se encuentra el Altar del Sol, Hyuga, Gladion y Lillie fueron atacados por una manada de Jangmo-os salvajes, así que tuvieron que enfrentarlos.

Al apenas entrar en el Cañón de Poni, donde se encuentra el Altar del Sol, Hyuga, Gladion y Lillie fueron atacados por una manada de Jangmo-os salvajes, así que tuvieron que enfrentarlos

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El de rojo sacó a Himari, la rubia a Níveo y el de la ropa rasgada a Crobat. Mientras peleaban contra ellos, Hyuga se sobó las sienes— ¡Aj, ¿cómo pude haber olvidado que los Jangmo-os de Alola se congregaban aquí para entrenar?!

—Eso nos pasa a los mejores —le dijo Gladion—. No te preocupes.

—Y, por cierto, Hyuga-chan, he estado pensando —mencionó Lillie—. Si tu padre reencarnó en tu Incineroar, ¿entonces crees que mi padre haya reencarnado en algún Pokémon mío o de Gladion?

—¿Reencarnar? ¿Qué fue lo que estuvieron haciendo en esa isla? —les cuestionó Gladion.

Hyuga-chan negó con la cabeza— Eso no lo sé. Pude descubrirlo gracias a que Ken logró conservar sus recuerdos, pero ningún otro Pokémon lo hizo. Tal vez debería pedirle a Sophocles que diseñe una máquina capaz de revelar la vida pasada de un Pokémon o un humano, pero eso ya sería pedirle imposibles.

—¿Seguro? —cuestionó la rubia—. Sophocles es bastante terco y si le pides construir esa clase de tontería, lo hará.

En ese instante, los chicos ya habían derrotado a todos los Jangmo-os, excepto por uno al que Lillie le lanzó la Pokébola. Pero cuando el Pokémon Dragón se metió, la Pokébola empezó a sacudirse, a lo que la rubia respondió enojada— Alto. No te atrevas.

La Pokébola se puso roja, indicando que Jangmo-o fue capturado con éxito.

—¡Jangmo-o ha sido registrado en tu Pokédex! —dijo Hyuga imitando a un SmartRotom para después darle la mano—. ¡Felicidades, Srta. Lillie!

Lillie sonrió y le correspondió apretón de manos— Muchísimas gracias, Hyuga-chan.

—Muy bien, ya fue suficiente distracción. Vamos —Gladion sacó a Silvally y él, Lillie y Hyuga se montaron en él para continuar con el viaje. Mientras iban por una cueva oscura y peligrosa, la rubia le preguntó al de rojo— Hyuga-chan, ¿se puede saber qué es lo que te hace Nihilego si llega a atraparte?

—No creo que te guste escucharlo, pero en el mejor de los casos, sus peligrosas neurotoxinas podrían volverte violento y salvaje —respondió Hyuga.

—¿Y en el peor de los casos?

—Muerte, fin y dinglesplat.

En ese momento, Silvally se detuvo a causa de un ruido y, cuando los tres se bajaron para revisar, vieron que se trataba de unos Charjabugs que se habían reunido en esa zona para evolucionar en Vikavolt.

Pokémon Sol y Luna La Aventura de HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora