SEVEN "Un dulce Amanecer" JK. {TERMINADA}

"Seven..." 《Capítulo 2》

_♡♡♡♡♡_

"Capítulo 2"

Aquellos ojos rojos la seguían como el cazador que persigue a su presa.

Por más que intenteba correr para alejarse sus piernas no respondian . Cuando se giraba pensado que ya lo habia dejado atrás, se daba cuenta que estaba a medio metro detrás de ella.

Despertó con la camisa verde militar que usaba de pijama empapada de sudor. Afuera el clima era bastante agradable. Había dejado la ventana abierta para que pudiera entrar el aire fresco. Se preguntó por qué había sudado tanto.

Checo su reloj de mano, un casio negro. Marcaba las 2:30 de la madrugada. Se llevó las manos a la cabeza rascando con desespero. Pataleo enojada un par de veces. Odiaba que el sueño se le fuera a la misma hora todos los putos días. Después de despertar de la misma pesadilla se encontraba en su cama aturdida y sin sueño.

Jinx era muy buena expresando su sentir. Todos los días antes de dormir escribía sobre su día. Y aunque aveces no tenía nada de extraordinario. Ella como quiera lo hacia. Esa noche no fue la excepción. Abrió el cajoncito del buro que tenía de lado derecho junto aquella ventana. Y sacó una libreta de color negro. El diario de jinx. La abrió y comenzó a leer lo escrito esa misma noche.

No se podía creer que uso dos hojas enteras para describir aquel chico misterioso y, peor aún que ese chico llamara su atención. Más bien, no podía sacarlo de su cabeza. Su cabello, su piel, su elegante vestimenta. Todo en él era atractivo. Se dio de golpes en la cabeza con la libreta. -No -Se dijo así misma negando con la cabeza. - No te puede gustar un extraño. Me rehusó, no quiero... - De pronto recordó aquel rostro mirándola con interés. - Maldita sea... - De nuevo se golpeó en la cabeza. Pensó que esta acción ayudaría a sacar de su cabeza aquel chico. Dejo caer la libreta al suelo y se tapo hasta la cabeza. Una brisa fría entraba por la ventana. El olor a humedad se filtraba por toda la habitación. Un rico aroma a pinos embargo aquel cuarto en medio de la oscuridad.

A la mañana siguiente Jinx se levantó a correr como acostumbraba hacerlo en su anterior hogar. Su padre no tuvo objeción cuando le pidió permiso para hacerlo. Al contrario pensó que sería muy buena idea que ella se fuera familiarizando con el lugar.