Siete vampiros...
Una cazadora...
La muerte de un ser amado...
Jinx esta acostumbrada a romper las reglas, a seguir su camino según su creencia. Fuerte capaz de valerse por su propia cuenta.
Jinx se acaba de mudar al pueblo más introvertido que ha...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Capítulo 23"
Siempre fue nuestro destino estar juntos
__________________♡♡♡♡♡♡_______________
- CORRE... - Una voz que no reconozco me grita.
Giro a la cabeza para ver quien es, un hombre de cabello oscuro y ojos rojos corre detrás de mí. No puedo ver su rostro, apenas unos rayos de luz iluminan algunos mechones oscuros que se levantan por el aire y la rapidez a la va.
Mis pies se vuelve torpes, tanto que no me percato de mis movimientos y termino cayendo al suelo, me he tropezado con una rama. Caigo de bruces con la cabeza pegada al fango, esta lloviendo, eso me imposibilita ver más haya. Huele a humedad a bosque, creo saber donde estoy, aunque no entiendo que hago aquí. Quiero levantarme, no puedo, una fuerza extraña me impide hacerlo, alguien me detiene, siento una mano fría en mi espalda que se aferra por mantenerme en el suelo. Giro mi cabeza e intento buscar a mi agresor. Tengo la cara llena de lodo, con los mechones pegados al rostro. Abro los ojos tan grandes como puedo cuando por fin reconozco esa figura, ese aroma, esa sonrisa esa nariz achatada y esos ojos rojos.
Jungkook
Acerca su boca a mi cuello y cuando menos lo espero siento sus colmillos atravesar mi piel. Arde, duele, quema... esta maldita sensación me esta quemando, muero y muero lentamente.
- ¡Aaaaah! - grito asustada con las manos sobre mi cuello. Otra vez esa pesadilla.
El corazón me late muy rápido, me siento nauseabunda con muchas ganas de vomitar. No veo a Izaac por ningún lado, me levanto de prisa y salgo corriendo hacia el baño. Levantó la tapa del escusado e inmediatamente vomito.
Escucho uno toque leve en la puerta, pero tengo la cabeza metida en la taza que no puedo responder.
- Jinx, ¿estás bien? - por fin escucho esa voz, esa voz suave que me inunda de paz. Me incorporo y lo miro allí parado bajo el marco de aquella puerta. Esta recargado sobre ella con las manos metidas en los bolsillos. Me mira de una manera diferente, que hasta lo siento lejano. El Jungkook de antes hubiera corrido hasta a mí, se hubiera sentado en el suelo para sostener mi cabello. Pero este Jungkook, no sé si es el mismo que alguna vez me amo.
- Sí, estoy bien. No te preocupes, si no te importa me daré un baño - tomé una toalla y cerré la puerta cuando vi que retrocedió una pasos.
Mientras estaba en la ducha, dejé que el agua callera, que limpiara todo en mí, me acurruque sobre mis rodillas y comencé a llorar. Aún lo necesitaba, necesitaba soltar todo lo que había pasado. Se que por fin él Profesor Chul estaba muerto, pero aún no podía sentir ese alivio, necesitaba sentirlo, necesitaba saber que esto había terminado por fin.
