"Seven..."《Capítulo 4》

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《Capítulo 4》

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《Capítulo 4》

- ¿Qué te respondió cuando lo invitaste a salir? - Le cuestione con cierta intriga. Tenía mucha curiosidad al saber que respuesta le había dado cuando ella le invito a salir.

La pequeña rubia alzó las manos para recoger su largo cabello. Hacía una coleta alta. El profeso de física nos había obligado a correr diez vueltas alrededor de la escuela. Yo estaba acostumbrada hacerlo, aunque la rubia no tanto.

- Nada, no me respondió. Solo se limitó a negar con la cabeza. - Dijo con su tonito de niña chiquita.

- Que extraño... - Ibamos en la segunda vuelta cuando Yuli se detuvo. Estaba encorvada con las manos sobre el pecho y la respiración tan agitada. Se esforzaba por reponerse. Empezo agitar las manos a la altura de su cara. Buscaba desesperadamente echarse aire.

- ¡No puedo más! - Soltó un quejido.

- ¿Es enserió? - Le inquiri.

- Sigue tú, yo... ya no puedo. - Dijo soltando un bufido.

Me le adelante. Tomé una bocanada de aire y continúe corriendo. Iba por la séptima vuelta cuando vi a Jungkook arrebarzarme con una rapidez impresionante. Ni una gota de sudor se asomaba por su rostro. No se le veía agitado. No sé cuántas vueltas llevaba. Pero se veía tan tranquilo como si nada. Corriendo tan ligeramente.

Su cabello revoloteaba por toda su cara. Era fascinante verlo tan cerca de mí. Sentí un vuelco en mi corazón, esas putas mariposas jugando en mi estomago. No me di cuenta que justo adelante había una rama de un árbol caído. Tropecé con ella y caí de rodillas al suelo, ni chance tuve de meter las manos cuando ya estaba en el suelo con la cara pegada al piso.

-Ahuch... - Grite de dolor al sentir la sangre correr sobre mis rodillas.

Intente incorporarme lentamente. Sacudí un poco la tierra de mis manos e intenté limpiar la sangre con las mangas de mi sudadera. 《Mierda》

Estaba tan concentrada en limpiar la sangre que no me percate de lo cerca que estaba Jungkook. - ¿Que diablos haces? - Jungkook estaba parado justo frente a mí, llevaba un pañuelo en la mano izquierda. Intentaba dármelo. Aunque su expresión fue de asco al colocarse la mano derecha sobre la nariz como si estuviera evitando el olor.

Le observe un tanto incrédula, atónita ante su llegada inesperada.

- ¿Y? - Replicó con un tono de voz agresivo.

- ¡Que!... ¿Nunca has tenido algún accidente? - Le lanzce una mirada cargada de ira.

- Toma el pañuelo y limpia esa maldita sangre...

SEVEN   "Un dulce Amanecer" JK. {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora