Capítulo 4.

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¿Tú otra vez?

Alastor, explícame de una vez, ¡¿por qué mi niño está así, eh?!— reclamó furiosa dándole un abanicazo en la cabeza al ciervo.

Querida...ese es un asunto que a ti no te concierne, mira. Eso es algo en lo que no deberías intervenir, eres mi amiga; me dolería mucho tener que desaparecerte por un capricho tuyo.— amenazó sonriendo con burla.

La joven no se dejó intimidar, alzó su rostro no dejándose intimidar y con un deje de decepción y tristeza suspiró, volteandose para irse, pero antes de salir se volteó rápidamente y con indignación le dió una fuerte cachetada al demonio de la radio, haciendo que sus uñas le rasgaran la mejilla y se fue furiosa.

Antes de salir dijo con tono amenazante, —Alastor, escúchame bien porque esta es la única vez que te diré esto; me entero que volviste a lastimar a mi hijo de esa forma tan horrible y te juro, te lo juro Alastor, que estarás en mi puto menú principal.— eso sorprendió un poco al demonio, era la primera vez que escucha a a la mujer decir una palabra grosera, la mujer salió dejando al demonio algo irritado.

Rosie fue hacia Lucifer el cual dormía plácidamente todavía enrrollado como taquito, con suavidad se acercó a él y le dio un besito en la frente y despertándolo con una calida voz. —Mon fils, es hora de que vayas a descansar a tu hogar.— abrió un pequeño portal llevando al chico en sus brazos aun enrrollado pero ya despierto, a lo cual Lucifer se sonrió con calidez, lo dejó en su cama acostado, dándole por último unas palabras de apoyo y se retiró dejando al chico en su habitación, solo.
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El día transcurrió con calma, con demasiada a decir verdad. Se encontraba en la soledad de su hogar viendo "la usurpadora". El soberano de verdad disfrutaba ver esas novelas, le hacían sentir acompañado en su solitario hogar. El chico estaba con un bata rosa, una mascarilla de aguacate y con una diadema de peluche haciendo que todo su cabello quedara hacia atrás.

Después de unas horas se aburrió, limpió su rostro, se quitó la diadema y solamente se dejó la bata, había tenido un cambio de emociones brutal.

Ahora se encontraba llorando desconsolado en el sillón de su sala, había tratado de olvidar lo que le había sucedido con Alastor, trató de refugiarse en amigos, novelas, patos o dormir. Pero nada funcionaba, al final de día volvía a recaer. Con cansancio se levantó y fue directo por su cuchilla, se sentía horrible y se sentía desesperado; no sabía que hacer, solo podía llorar y llorar sin parar hasta que su corazón no pudiera más.

La sangre doraba brotaba, sus ojos se nublaban y su frágil corazón se quebraba. No sabía que hacer, estaba en un estado de dolor y confusión. No sabía como salir de esa situación, algo lo asustó cuando la puerta sonó, con miedo se acercó y esta abrió.
Visualizo a una conocida, su amada hijita. Corriendo la abrazó y entre sus brazos lloró, la mujer lo consoló mientras en su corazón sentía el dolor, le dolía ver a su padre así y no sabia como ayudarlo para que de esta pudiera salir.

★|°Rock rose°|★ [Radioapple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora