Luz.
El joven soberano se levantó a media noche, asustado, escuchó un fuerte golpe en su puerta la cual estaba con seguro. Con miedo se enderezó y escuchó unos gritos, sabía de quien era esa horrible voz, pero esta vez era diferente, su voz no sonaba como la de una persona consciente, no, sonaba como alguien en medio de algún ataque psicótico.
—¡Lu-Lu la puerta, no me dejes aquí, me harán daño!! ¡¡Lucifer carajo!!— el desquiciado hombre no dejaba de gritar con desesperación, el soberano sabía que no había nadie más, pero el miedo inundaba su ser cada vez más.
No sabía que hacer, quería pedir ayuda, no sabía como, estaba comenzando a entrar en crisis. Corrió hacia su teléfono y comenzó a marcar a todos los números que podía, hasta el de su misma hija, pero nadie respondía. No le quedaba de otra que llamar a esa persona, con las manos temblando esperó el timbre hasta que se escuhó una voz femenina.
—Oh, ¡Hola Lu! ¿Y ese milagro? No me lo tomes a mal querido pero, son las 3 de la mañana.— la mujer iba a hablar cuando el hombre tomó la palabra desesperado
—Lilith, ¡por favor ayúdame! se que es tarde pero ven, te lo ruego ¡Alastor se puso como loco y no deja de golpear la puerta gritándome que abra! tengo miedo Lil, no quiero me vuelva a dañar...— explicó esto último con una voz quebrada.La mujer colgó, el hombre decepcionado se dejó caer en suelo, cuando de repente la puerta fue derribada por un tentáculo mientras otro aprisionaba al rey, el hombre trató de safarse pero por algún motivo no lo lograba.
—¡Oh ni lo intentes, me prestaron esta encantadora magia que debilita a cualquiera!— risas macabras se escuchan en la habitación, el soberano temeroso y enojado, el hombre desquiciado con los ojos negros y las pupilas extremadamente diminutas.
El hombre golpeó al chico rubio contra el suelo repetidas veces, estaba completamente fura de sí, lo dejó en el aire y comenzó a moverlo en círculos de forma desenfrenada riéndose desquicidamente. Tiró al hombre a la cama y lo volvió a aprisionar con un tentáculo, el soberano luchaba sin parar, sin éxito. El demonio sacò una navaja, era un arma angelical y comenzó a cortar la mejilla del soberano que imploraba al chico que se detuviera.
El hombre iba a comenzar a abusar de forma sexual del hombre cuando un fuerte golpe lo hizo caer en el suelo, Lilith. La mujer quedó viéndo al soberano con sorpresa y preocupación, veía al chico tendido en la cama, llorando en posición fetal debido al miedo que tenía y su mejilla sangrante con un color dorado.
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★|°Rock rose°|★ [Radioapple]
FanfictionSi tan solo hubiera alguien capaz de cuidar el corazón del herido Lucifer. Parece que es imposible que el desdichado hombre tenga una vida plena y feliz, parece que todo está en su contra, ¿cuál fue el mal que hizo para merecer todo esto? Personajes...