Capítulo 15.

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Ojos solitarios.

Su cabeza dolía tan fuerte como ser incinerado vivo, abrió sus pesados ojos con confusión buscando al causante de su despertar.

Y allí estaba, frente suyo, con su gran y tétrica sonrisa iluminando su vista; aquel demonio alto lo logró levantar como si nada dejándolo en el aire. El hombre rubio no mostró ningún tipo de respuesta, solo se quedó viendo fijamente con algo de fastidio y tristeza a aquel demonio.

-¿Qué quieres van goh?- preguntó con una notoria burla hacia aquella cercenada oreja de ciervo.

El demonio de cabellos rojizos rodó los ojos y abrazó el cuerpo del soberano, no sabía el motivo del abrazo; pero se dejó llevar correspondiendo aquel suevae y cálido abrazo.

Calidez.

Ya casi no recordaba ese sentimiento, ¿era posible? La misma persona que inició con todo el desfortunio en su vida; era la misma que lo estaba consolando y abrazando en esos precisos momentos. Era confuso, todo eso lo confundía, seguía teniendole un gran odio hacia aquel demonio. Pero había algo, una soga que le impedía alejarse del todo, cada vez que quería irse esa soga aprisionaba su cuello haciéndole caer en el agobio.

Si se alejaba un poco más, aquella soga lo estrangularía hasta perecer.

-Sé que estás sufriendo, déjame remediar y curar todo tu dolor.- expresó melosamente aumentando un poco más la fuerza en el abrazo.

Lucifer se quedó atónito, ¿se podía ser más cínico? Alastor había sido la primera causa de todo su dolor, ¿y ahora decía querer arreglar lo que lo hiere? Que cínico que era ese hombre.

-Tú eres el causante de todas mis desdichas, y lo sabes; pedazo de cínico sinvergüenza.- alegó con veneno en sus palabras.

La oreja del demonio descendió avergonzada, soltó al hombre de aquel asfixiante abrazo y antes de retirarse dejó un beso casto en los labios de su contrario.

Como respuesta recibió un puñetazo en el estómago. El hombre rubio lo miró con enojo y se retiró del lugar fastidiado.

. . .

La joven rubia abrazaba a su novia con melosidad, sabía que no quedaba mucho tiempo.

Se separó del abrazo cuando se percató que su amada había caído dormida, con delicadeza la dejó en la cama; dejándola tapada y como último acto plantó un casto beso en su frente.

Se quedó observándola un buen rato con amor, se sentía tan afortunada de tener a Vaggie en su vida, su mirada pronto decayó al recordar lo que tenia que hacer. Alastor la había citado para hablar con ella, ¿qué más quería? ¿Otro favor? Ya estaba harta de tener que cumplirlos; y todo por el infernal trato que hizo con el.

★|°Rock rose°|★ [Radioapple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora