Capítulo 5.

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La otra cara de la moneda.

Alastor se quedó inmóvil desde las sombras, viendo al soberano llorar desconsoladamente por la ya dicha foto, se sentía raro, no había palabras para describir lo que sentía, ver a su "amado" sufrir le dolía demasiado. Pero, ¿entonces por qué le hacía daño? Era extraño, no le gustaba verlo mal, pero amaba hacerle daño...no entendía nada, su corazón se estrujó al verlo aferrarse más a la foto de ellos dos, cuando eran felices.

Se sentía algo perdido, su corazón se sentía vacío, ¡oh, que osadía la suya! Debería considerar que su vida no era vacía, debido a que tenía en sus manos al ser más poderoso del infierno. Pero, algo en su marchitado corazón lo hacía sentir inquieto, ¡claro! El sentimiento tan banal de sentirte mal cuando no eres correspondido. Una estupidez total, a los ojos de Alastor los sentimientos solo eran cosas más que innecesarias y que estorbaban.

Eso pensaba hasta que conoció a Lucifer, cuando vio sus rojizos ojos por primera vez cayó rendido ante el. Pero claro, nunca iba a demostrarlo, así que solo se la pasaba molestandolo, hasta que un día hicieron las pases y se hicieron amigos cercanos.
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Alastor observaba nuevamente desde las sombras al soberano, ahora este estaba despierto, autolesionandose mientras lloraba, para el ciervo ver la sangre brotar, la expresión de dolor de lucifer y la piel abierta era exquisito, sentía un cosquilleo al ver a su "amado" sufrir así, no pudo más y se acercó a él, saliendo de las sombras. El chico lo miró aterrorizado y con miedo retrocedió agarrando una cobija y tapando todo su cuerpo con esta, esperando que el demonio no lo tocara; lo cual evidentemente no funcionó.

Ooh mi Luzbel...no sabes lo emocionado que me pone verte así, ¡eres tan exquisito!— expresó completamente extasiado, tenia un sentimiento que nunca antes había experimentado, ese nivel del placer era nuevo para el y no sabia como manejarlo.

Tomó el brazo del joven y con una sonrisa gigante comenzó a exprimir las heridas haciéndolas sangrar más, haciendo al rey sufrir más. Lamió la sangre y siguió abriendo más las heridas, era exquisito su sabor, su color dorado lo emocionaba. Tomó a Lucifer de los hombros, se sentó en sus piernas y fue directo a su cuello, mordiéndolo sacándole sangre.

Oh mi Luci, si tan solo hubiera alguien que te amara...— El joven solo lo miró con miedo y dolor, lucifer cerró sus ojos tratando de olvidar ese mal rato que estaba pasando.

[Advertencia: canibalismo]

Alastor tenía a Lucifer recostado en la cama, con el abdomen descubierto, tenía su plan. Lucifer luchaba por liberarse de las cadenas que tenía en sus manos, piernas y una que aprisionada su cadera, estaba asustado, alastor tenía en su mano una navaja y una gran sonrisa de malicia.

★|°Rock rose°|★ [Radioapple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora