OnlyFans| ᵗᵒˡˡ

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Cómo cada mañana Bill se levantaba, se estiraba un poco en la cama y luego se quejaba de la luz que entraba por la ventana.

Cómo cada mañana...

Se levantó, se ducho y se alisto para un tedioso día en la academia de danza contemporánea.
Bill amaba la danza, amaba sentirse libre y expresarse a través de la misma, amaba la atención de los demás en él.

Siempre escuchaba.

"Eres el mejor"

"Eres tan delicado y flexible"

"Bill  algún día quiero bailar como tú"

Simplemente el mejor.

Ya hace una semana había creado su cuenta en OnlyFans, pero no sé atrevía a subir ningún contenido aún.

Primero, era demasiado tímido en ese aspecto.
Segundo, sus experiencias sexuales eran demasiado mínimas, de hecho se reducían a una sola persona.
Su ex novio.

Sin embargo Bill había estudiado un poco cuánto podía ganar mensual por el contenido que subían a dicha página.

El resultado era increíble y por solo mostrar un poco de erotismo y excitar a hombres con mentalidades un poco cochinas.

Gustav le dijo:

—"Debes jugar con ellos, piensa que la cámara es una persona a la que quieres enloquecer, juega con tu cuerpo, tócate, excitate tu mismo y tendrás muchos suscriptores pagando por tu contenido".

Parecia fácil ¿No? Pero en realidad Bill tenía miedo, miedo porque su padre era un empresario importante en Alemania y temía decepcionarlo siendo su único hijo y más grande adoración, miedo porque su madre se esforzaba por darle lo mejor todos los días dedicándose muchísimo a su trabajo, miedo porque algún despiadado filtrara algún vídeo de él y su reputación de excelente bailarín se viniera abajo.

En realidad hacer ese tipo de cosas tenía sus pros y sus contras.

Las personas que hacían ese tipo de contenido simplemente renunciaban a tener una vida decente, los demás sabrían que hacer y ellos tendrían que aceptar la realidad.

Se están prostituyendo virtualmente.

Pero... Había un asunto, Bill  era demasiado caprichoso, le gustaba gastar, no queria trabajar, le encantaban los lujos y las cosas caras.

Y ya su madre no estaba dispuesta a pagar por ciertas modalidades de vida.

Bill estaba muy, pero muy seguro que eso se debía al hombre que ahora vivía con ella.

Ese que lo miraba siempre de manera desaprobatoria, como si fuese su padre o algo así.

"Solo se follaba a su madre, eso no le daba ningún derecho sobre él"

Con ese pensamiento, salió de su habitación después de colocarse su caro perfume con olor un poco dulce.

Bajo la escalera y como siempre, escuchó la risa de su madre en el comedor, también se oía la gruesa y varonil voz del novio de su madre,Tom Trumper.

Seguramente contándole algún chiste o anécdota.
Así eran siempre, melosos y molestos.

—Buen día ma —se acercó dejando un beso en la mejilla de la mujer, la misma que sonrió ante aquello

—Buen día, hueles muy bien.

Bill  rio y se acercó a la mesa para tomar una manzana.

—Ya me voy, hoy tengo la última práctica antes del evento de apertura.

—No te sobre esfuerces.

—No lo haré —mordió su manzana —Papá también vendrá a verme así que todo tiene que ser perfecto.

Su madre asintió borrando su sonrisa, sabía que era complicado pero debía aceptarlo por su hijo

—Bien, ya me voy, adiós te amo.

—Adiós.

Bill salió del comedor para irse por fin a la academia.

Mientras Tom se había quedado perplejo por la vista que le había dado Bill con esas mallas negras ajustadas a sus largas y perfectamente delgadas piernas.

Incluso se veían más lindas y esbeltas que las de su novia.

Espera... ¿Qué?

Eso no estaba bien, no debía comparar a su novia con su hijo, nadie se igualaba a ella.
A él le gustaba ella y ya.

—¿Amor? ¡Amor! —Tom sacudió su cabeza deshaciéndose de aquellos pensamientos, para prestarle atención a Amanda—¿En qué estabas pensando?

En las piernas de tu hijo.

—En las nuevas máquinas del gimnasio que llegan hoy, tendré mucho trabajo —se recompuso en la silla mientras bebía un sorbo de su café.

—Oh eso quiere decir que vendrás muy tarde hoy..

.—Bueno, si quizás.

—Y yo que quería que tuviéramos una noche especial hoy...

Tom la miro con gracia.

—Justo hoy, cuando estaré ocupado, cuando yo quiero tu nunca quieres ¿No crees que eres un poco injusta cariño? —La mujer bajo su cabeza con vergüenza.

—Lo siento amor, enserio lo siento, es solo que... siempre estoy muy cansada y...

—No te preocupes cariño, está bien, supongo que solo es cuestión de adaptarse ¿No?, estoy seguro de que tendremos oportunidad de estar juntos —Se acercó dejando un casto beso en los labios de su novia, antes de levantarse recogiendo los platos para lavarlos.

Tom anteriormente era activo sexualmente, al principio cuando empezó a salir con su novia, ella era muy coqueta y un poco caliente, no fue eso lo que lo cautivo, pero sin duda era algo que le había agradado.

Sin embargo la realidad de vivir juntos era diferente, casi no se veían en todo el día y cuando por fin iban a dormir nunca tenían relaciones, el tenía que rogarle para que por lo menos le permitiera meterlo y ya.

No había nada más.

No habían juegos, no había sexo caliente y duro.

Era bastante tradicional, sin contar que tenía que llenarla de mimos para que no se quejara de como la tocaba, o por como se sentía dentro de ella.
Y eso, ya no le estaba gustando.
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Holaa, les gusta?