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—¿Entonces te acostaste con el novio de tu madre y ahora son como una especie de amantes?

—Por favor no lo digas así, suena muy mal.

—Está mal amigo, está muy mal, sin embargo ¿Quien soy yo para juzgar? Si fuera tu tambien lo hubiera echo, es que... Ese hombre... —abanico su cara con sus manos.

—Gustav...

—¡¿Que?! Además ese hombre podría ser el hijo mayor de tu madre o un hermano menor ¿Que te esperabas? Obviamente se iba a aburrir.

—¿Que estás diciendo?

—Mira Bill, tu madre es una mujer relativamente mayor y él no lo es o no lo es tanto, aún que las personas piensen que la edad es algo tonto la verdad es que la diferencia de edades tarde o temprano pasará factura.

Bill bajo su mirada, se sentía mal por aquello, su madre había pasado por mucho cuando se separó de su padre, el hombre que ella decía ser el amor de su vida, verla con Tom fue una sorpresa, al principio pensó que estaba con él para olvidar aquella ruptura pero con el tiempo se dió cuenta que su madre si quería a Tom.

¿Cómo podría él permitir que Tom le rompiera el corazón a su madre? Una vez más la vería destruida y está vez él tendría culpa.

—Debo parar esto...

Gustav lo miro con pena.

—Lastimosamente, es lo correcto Bill.

Porsupuesto que lo era, habían más hombres en el mundo Tom no podía ser el único en llamar su atención, sin embargo se sentía mal en alejarse de él, porque le empezaba a gustar su compañía, lo descarado y salvaje que era.

Definitivamente su madre tenía un gran hombre en todo el sentido de la palabra.

Las horas pasaron y aún que parecían haber pasado rápido la verdad era que la espera fue demasiada, porque aún que Bill sabía que debía darle un final a algo que a penas había comenzado estaba jodidamente emocionado porque Tom iría por él.

Obviamente no contaba que al salir de la academia su mayor garrapata se le pegará como siempre, abrazándolo por la cintura y dejando besos en su cuello.

—Que rico hueles.

—¿No te cansas Dereck? Déjame ir.

—Jamás, tu serás mío por la eternidad —Bill se volteo dandole un golpe en la frente a su amigo.

—¿Te caiste cuando eras pequeño?

Dereck rio con fuerza alejandose del abrazo pero dejando un beso en la mejilla de Bill.

—Tu papá te espera.

—¿Mi papá?

En ese momento Bill volteo y se encontró con aquella mirada oscura y fría que tanto había esperado todo el día.

Santa madre de Dios, trago grueso y camino hacia él jugando con sus manos en señal de nerviosismo.

—H-hola Tom...