—¿Estás seguro de quedarte aquí hasta que tomes una decisión? —Bill asintió mirando a su padre mientras Tom tocaba su espalda en leves masajes.
Bill había decidido quedarse en el departamento de Tom hasta que decidiera si se iría un tiempo con su padre o se quedaría.
—Supongo que está bien —se encogió de hombros levantándose del sofá para darle un beso a su hijo en el cabello y apretón de manos a Tom.
Aún que ellos no habían hablado del todo, se sentía bien dejando a Bill bajo su cuidado, después de todo si a Tom le importara el menor, él no lo hubiera llamado preocupado por la salud de su hijo.
Sabía que ambos habían hecho algo malo, pero ¿Quien era él para juzgar? Quien esté libre de pecados que tire la primera piedra, al final todas las personas en el mundo cometían errores unos peores que otros, pero errores al fin.
Era de valientes asumirlos y enfrentarlos, por eso confiaba de Tom.
—Entonces me iré, quiero ver cómo está tu madre, te llamaré más tarde y vendré a verte mañana ¿Bien?
—Si papá.
Con una sonrisa el señor se retiró, dejándolos solos, sumergidos en un silencio.
Tom miraba a Bill mientras él estaba perdido mirando hacia la nada.
Le dolía verlo así, le dolía haber visto a Bill llorar, le dolía haberlo visto desmayarse.
Se sentía culpable, sentía que si Bill se deprimía o se sumergía en cosas negativas él no podría perdonarselo a si mismo.
No quería eso para Bill.
—¿Quieres comer? Una hamburguesa quizás y...
—No, ahora mismo quiero dormir —el menor lo miro y sonrió con nostalgia, se estiró dejando un beso en su mejilla y se levantó para irse a la habitación.
Bien, quizás Bill no estaba cansado, quizás necesitaba dormir, no podía ser malo ¿Verdad?
Pero las cosas empezaron a tornarse más serias cuando la noche llegó y Bill seguia cubierto de pies a cabeza en su habitación sumergido en la oscuridad, entonces lo intento una vez más.
—¿Mi amor? —se acercó a la cama destapando la cabeza del menor dándose cuenta que no estaba dormido y que había estado llorando en silencio —Oh Bill... Necesitas comer vamos.
El menor negó tapándose nuevamente.
—Cielo...
—¡Ya déjame dormir!
Asintió y se levantó dándole su espacio y lo entendio, entendió perfectamente que Bilm quería estar solo o quería pensar.
Pensó que al día siguiente las cosas mejoraría pero no fue así.
Bill actuó normalmente frente a su padre como si no hubiera estado llorando toda la noche o sin probar ni un bocado de comida.
Su padre le había dicho que no había podido ver a su madre, ella nunca le abrió la puerta y ni siquiera contestaba el teléfono.
Eso empeoró aún más la situación.
Ahora Bill no solo no quería comer, si no, que también se encerró en la habitación no permitiendo que Tom lo viera.
Eso empezó a preocuparle demasiado.
Bill no había comido, y se sumergía en la depresión llorando por horas en la habitación.
Por quinta vez tocó la puerta.
—Bill vamos abre la puerta, debes tomar siquiera un jugó.
Nada...
Ni un sonido, no había absolutamente nada.
Tom se odio aún más, si tan solo él se hubiera mantenido alejado, si tan solo no hubiera accedido a sus estúpidos deseos carnales Bill no estaría en esa situación.
—Bill no quiero ser molesto, pero necesitas comer, se que estás mal pero no quiero que enfermes...
—Quiero estar solo...
—¡Que no joder! No deberías estar solo, se supone que haríamos esto juntos pero sigues haciendome a un lado Bill, abre la puerta...
—¿Podrías dejarme solo y ya?
—¿Por cuánto tiempo eh? ¿Hasta cuándo estarás así? Quiero ayu-...
—¡Que no! ¡No quiero tu ayuda, no quiero comer, no quiero estar contigo ahora! ¡Déjame solo!
Eso fue suficiente, porque con todo el dolor se su corazón y aún que Bill lo odiara, él había tomado una decisión por ambos.
Fue la mañana siguiente cuando por fin lo vio salir de la habitación, ambos sin decirse una palabra, con el alma en un hilo, se levantó del sofá directo al baño de su habitación, necesitaba darse un baño, necesitaba relajarse y sacar los malos pensamientos que tenía, sobre todo prepararse para lo que venia porque no sabía cómo reaccionaria Bill y eso le atemorizaba.
El timbre sonó y él sabía quién era, con tranquilidad salió de la ducha y se vistió casual, para ir hacia donde estaba el padre de Bill.
Escucho la risa de Bill y eso le lleno el corazón de alegria, sabía que era una máscara, sabía que Bill no estaba así y temía por su salud.
Por eso se acercó con un saludo cordial y se sentó en el sofá a cierta distancia de Bill, sin decir nada, solo se limitaba a ver cómo el padre de Bill intentaba subirle los ánimos y aún que parecía que funcionaba él sabía que no era así.
Fue hasta cuando escucho.
—¿Y bien que has decidido?
Cuando decidió intervenir por primera vez.
—Señor Kaulitz, si me lo permite, quisiera pedirle algo...
Ambos miraron a Tom, el señor Kaulitz asintió y Tom fue incapaz de mirar a Bill cuando le dijo.
—Quisiera que se llevará a Bill con usted.
El silencio reino en el ambiente y él prosiguió.
—No crea que no creo enfrentar las cosas o que le dare la espalda a Bill, si hago esto es porqué estoy bastante preocupado por él. No a comido un bocado desde que salió del hospital y se encierra en la habitación todo el día hasta que usted llega, yo... No quiero que eso siga pasando.
—Tomi... —la voz de Bill salió casi en un susurró con la voz llena temblando y los ojos cristalizados.
—Hiciste lo correcto, te irás conmigo mañana Bill, por un tiempo hasta que te sientas mejor para enfrentar las cosas y esto lo hago por tu estabilidad, no dejaré que te destruyas cuando todo tiene una solución, ¿Me entiendes?
Bill bajo su cabeza y asintió.
Porque en el fondo, también sabía que era lo mejor...
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OnlyFans| ᵗᵒˡˡ
FanficTom es el padrastro de Bill y descubre que este tiene OnlyFans -Quiero que lo chupes como chupas ese consolador con el que juegas frente a la cámara ○Adpatacion