13

2.9K 256 96
                                    

Amanda estaba sentada en la cama mientras Tom caminaba de un lado a otro discutiendo con ella.

—¿Eres realmente consciente de que Bill tiene problemas de autoestima y de alimentación? ¿Por qué en vez de humillarlo mejor no lo ayudas?

—¡Porque es estúpida su manera de actuar! Es mayor Tom no debo estar detrás de él.

—Aun así eres su madre ¿No te preocupa su salud?

—Como si fuera hacerme caso, termina siempre haciéndome a un lado para hacerle caso a su padre.

—¿Es por eso que actúas así?

—¡No!

—¡¿Entonces qué es?! ¿Qué te sucede?

Necesitaba una explicación lógica, porque esa mujer no era la mujer que él conocía.

—Bill tenía una figura y cuerpo perfecto, calificaba como uno de los mejores modelos de la academia, siempre creí y confíe en él, pero un día decidió que no le gustaba el modelaje y que prefería bailar, importándole muy poco todo lo que invertí en él, su padre lo apoyo y yo valí mierda, ¡Siempre cuide su alimentación! Pero se va de vacaciones con su padre, aumenta de peso y la mejor manera que tiene para deshacerse de esos kilos de más es dejando de comer ¿Soy yo la culpable?

—¿Entonces estás enojada porque Bill? Prefirió bailar, que seguir la carrera que tú querías?

—¿Eso fue lo único que entendiste de todo lo que dije?

El menor suspiro.

—¿No pagas la academia de danza de Bill?

—No, lo hace su padre, no apoyaré esa estupidez.

—¿Los sueños de tu hijo son una estupidez?

—No hablaré de esto más contigo, estás renuente, no escuchas ni entiendes.

—En realidad si lo hice.

—¿Y qué fue lo que entendiste?

—Que estás celosa y enojada porque Bill no es lo que tú querías que fuera y te altera la relación que tiene con su padre.

—¡Claro que no! Pero claro que vas a entender tú de la situación, eres un niño también.

El menor la miro intensamente y asintió.

—Es todo.

Tom salió de la habitación dando un portazo, no podía discutir con su novia cuando ella estaba decidida a defender sus argumentos estúpidos.

Justo cuando estaba por bajar las escaleras escuchó el sollozo del menor provenir de su habitación.

En ese entonces Tom no pensó en nada más que Bill.

Por eso devolvió sus pasos y abrió su habitación, encontrándolo echo bolita en su cama, llorando entre sus rodillas.

—Bill...

El menor levantó su cara ya rojiza y lo miro, Tom extendió su mano.

—Ven conmigo, tengo algo que mostrarte.

Bill ni siquiera lo dudo cuando tomo su mano y lo siguió hasta fuera de la casa, se subieron a la motocicleta del mayor y este emprendió camino.

Para Bill la danza no era una perdida de tiempo ni un capricho como su madre le había hecho creer.

No es que ella sea malvada con él o que no lo quiera, simplemente tenía distintos puntos de vista de la vida y quería que los suyos fueran los que el menor siguiera, según ella, por su bien.

Su única excusa era que Bill estuviera ganando millones como modelo justo ahora y no estancado en una academia de danza, que ella se negó a pagar por ser un capricho de su hijo, según ella.

Mientras que Bill quería vivir conforme a lo que su corazón le dictaba, su padre pagaba su academia, pero esto había traído consecuencias, su madre ya no le daba dinero ni pagaba sus cosas, las mismas que eran costosas gracias a sus gustos, por eso Bill hacia esos vídeos, los que ya empezaban a darle dinero.

El camino no fue demasiado largo; sin embargo, fue completamente desconocido, al parar frente a lo que parecía un local, por fuera tenía ventanales de vidrio y letreros Neón, se veía oscuro por dentro como si no hubiera nadie.

El mayor quitó su casco y apagó la motocicleta revolviendo su cabello.

Bill lo miro confuso.

—¿Dónde estamos?

Tom bajo de la motocicleta y extendió su mano para que Bil ltambién pudiera bajar.

—Este es mi local nuevo... Abrirá en unos días, pero hay algo que quiero mostrarte.

Los ojos del menor se abrieron con sorpresa y una linda sonrisa adorno su rostro.

Tom sacó una llave y empezó a abrir el establecimiento dándole paso a Bill para qué lo observará por dentro.

Definitivamente, Tom tenía buenos gustos, tenía una pequeña recepción y pasillos con estudios donde tatuaban, eran tres espacios, estaba decorado con letreros y pinturas echas a mano en la misma pared.

Era increíble.

—¿Te gusta?

El menor asintió con emoción, Tom sonrió y tomo su mano.

—Ven, te mostraré algo.

De la mano lo guío a uno de los espacios, estos no eran tan grandes, pero eran igual de ordenados y perfectamente organizados en cuanto a los muebles y decoraciones minimalistas.

—¿Ves eso de ahí?

Bill guío su mirada hacia donde el mayor señalaba.

Una pared espejo.

—Es enorme...

—Si... A las personas les gusta tomarse fotos después de hacerse un tatuaje, pensé en ellos.

—Es increíble.

—Pero no es eso lo que te quiero mostrar, acércate Bill.

El menor camino lentamente al espejo soltando la mano del mayor mientras esté lo seguía por detrás.

—¿Ves eso?

—¿Qué? No veo nada.

Tom se posicionó detrás del menor y señaló su reflejo en el espejo.

—Esto... ¿Ves lo mismo que yo?

—¿Eh?

—¿Ves lo perfecto que es tu rostro Bill? —el menor se sonrojó, ya entendía todo esto —Mira tus facciones perfectamente porque créeme eres afortunado de tenerlas.

Bill trago grueso.

—Levanta tu camisa.

Los ojos de Bill se abrieron con sorpresa.

—Yo... eh...

—Vamos Bill no tengas miedo, no hay nada que me vaya a disgustar.

El menor asintió y empezó a levantar su camisa con nervios, hasta quitarla completamente.

Por fin, Tom tenía una vista en vivo y directo de aquellos pequeños tatuajes, especialmente la estrella en su cadera, el abdomen plano del menor y la linda cintura que adornaba su cuerpo.

—¿Siquiera notas lo perfecto que es tu cuerpo Bill? Mira esto —con su mano delineo la cuerva que adornaba su pequeña cintura —tienes unas curvas muy bonitas Bill—empezó a hablarle muy cerca de su oreja, su mano se movió hacia el abdomen plano y lo acarició —Mira esto, no hay nada demás, todo está perfecto, tu abdomen es perfecto.

Subió su mano acariciando todo el torso del menor hasta llegar a la barbilla, haciéndole voltear la cara hacia un lado, justo dónde él hablaba con parsimonia.

¿Quieres que siga tocando cada parte de tu cuerpo, diciéndote lo hermoso que es para que olvides esas malditas inseguridades? Porque créeme Bill, eres perfecto...

OnlyFans| ᵗᵒˡˡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora