OnlyFans| ᵗᵒˡˡ

23

Bill trago grueso mientras Tom caminaba lentamente hasta ponerse frente a él con la cámara en las manos.

—¿Q-quieres que te saque fotos? —estiró su mano pidiendo la cámara —Dámela yo te saco muchas.
Tom alzó su ceja y rio internamente por los nervios del menor.

—Mmm ¿Que hay aquí? —justo cuando Tom la encendió para revisar su memoria, Bill se levantó y se la arrebato rápidamente.

—No.

—¿No? ¿Que tienes ahí?

—Nada, solo... solo no me gusta que veas las fotos y eso...

—Mmm, bueno, vere algo mejor —Tom busco su teléfono en su bolsillo y lo encendió, Bill no sabía que hacia el mayor, todo era tan extraño y se sentía demasiado nerviosos.

Hasta que Tom volteo el teléfono mostrandole su perfil de OnlyFans.

Bill sintió como si un balde de agua fría cayera encima de él, por supuesto que estaba jodido.

—Yo... yo te lo puedo explicar...

—Ni siquiera dije que fueras tú —Tom rio y se acercó acariciando la mejilla del menor —¿Por qué lo haces Bill?

—No lo sé, solo quería dinero, no quería trabajar y... además... No me desagrada del todo...

—¿Dinero? ¿Para que quieres dinero?

—Bueno, la academia, los trajes, mis caprichos, es muy, muy necesario Tom.

Bill suspiro derrotado y se sentó al borde de la cama mirando al suelo, porque no se sentía bien hablar del tema, sabía que eran sus decisiones y su cuerpo pero aún había esa espinita pinchando su alma diciéndole que no estaba bien.

—Bill... Sabes que soy absolutamente nadie para decirte que hacer o que no hacer, eres lo suficientemente grande para saber lo que estás haciendo, quizás en algún punto me encantan tus videos, porque joder me encantan, pero.... Odio como se expresan de ti, me siento ansioso y... No lo sé, es raro, ¿Sabes?

El menor asintio pero de repente algo paso por su mente y su aura decaída se volvió una fiera a punto de atacar.

Levantó la mirada y como dos cuchillos filosos los clavo en aquellos ojos brillosos que lo miraban.

—¿Y tú qué haces con esa aplicación Tom?

El mayor abrió sus ojos con sorpresa.

—No estamos hablando de mi...

—Oh por supuesto, el grandulon puede sentirse inseguro y al mismo tiempo estar viendole el culo a los demas sin problema, hipócrita.

Tom rio porque Bill de verdad era un arma de doble filo, este niño de sumiso no tenía ni un pelo, era desafiante y ardiente, dispuesto a atacar en cualquier momento.

—No le ví el culo a nadie más que a ti Bill...

—¿Ah sí? ¿Desde cuando eh?

Eso... Eso era voltear las cartas a tu favor, si señor...

—D-desde el primer video.

—¿Y por qué no me reclamaste antes Tom? —mencionó el nombre lentamente como todo un provocador —¿Acaso los disfrutabas? ¿Que hacías? ¿Te pajeabas viendo mis vídeos?

En ese momento el rostro de Tom se coloro y miro a la ventana tratando de respirar porque Bill le había dado justo dónde era, debía hacerse una nota mental, si quería ganar una discusión con Bill primero debía tener todos los puntos a su favor

—Que depravado.

—Oye...

—Y eso que es contenido privado Tom—miro sus uñas negando con la cabeza.

—Bueno ya, el punto es que no me gusta Bill.

—¿Y que debo hacer? ¿Salir con ropa? ¿Dejar de hacer videos ? O no, mejor aún, ¿Hacerlos contigo? —dijo con gracia riendo un poco de la cara de TOM, pero el mayor no rio al contrario pareció pensarlo y entonces Bill dejo de reír —No...

—¿Por qué no? ¿Acaso quieres que ellos te sigan viendo de ese modo, que se sigan expresando así de ti? ¿Que tiene de malo? Si tanto les gusta tu contenido también lo disfrutaran viendo a tu hombre follarte.

Tu hombre...

—¿Tu estás hablando enserio? ¿Estás enloqueciendo?

—Si, estoy enloqueciendo porque no soporto ver sus comentarios, estoy enloqueciendo porque te quiero para mi, pero tú te exhibes como si fueras libre, como si todos tuvieran el derecho de verte, no es justo...

—¿Acaso no me estaría exponiendo si lo hago contigo Tom?

—Pero estarás conmigo, no te desnudarias para ellos, lo harías para mí, es diferente.

No puede ser que en la mente de Bill ahora mismo estuviera pensando en esa posibilidad, era todo un sinvergüenza.

—Hablaremos de eso después, hay algo que quiero preguntarte.

Tom asintió tomando asiento al lado de Bill.

—Mamá y tú... Bueno ¿Fue a verte no?

—Si —suspiro y tomo la mano del menor para besarla con cariño y delicadeza.

—¿Ustedes... Se acos-...?

—No Bill, claro que no.

El alivio que sintió Bill en ese momento fue indescriptible, es como si hubiese perdido un gran peso en sus hombros.

—Gracias...

—¿Gracias?

—Por no hacerlo, me hubieras roto el corazón.

Aquellas simples palabras significaron tanto para Tom, por supuesto que él pensaba en Bill, en qué podía lastimarlo pero no estaba en sus planes hacerlo, queria cuidarlo, quería estar ahí para él, como un guardian.

—Tu madre y yo... Hemos terminado Bill.

Aquello fue sorpresivo, la verdad Bill no sabía que eso pasaría, quizás porque en su mente él consideraba que lo que tenía con Tom era un juego o pasar el tiempo.

Aún que su corazón no dijera lo mismo .

Ahora sabía quién tenía la razón entre ambos.

¿Cómo estaría su madre?

¿Cómo se sentía con todo eso?

Bill trago grueso como si le costara hacerlo, se supone que debía sentirse feliz, se supone que ese era un gran paso pero,
¿Por qué se sentía nervioso? Tenía una fuerte presión en el pecho.

—Ey...

Sus ojos volvieron a clavarse en aquellas perlas cafes.

—Hacer esto juntos ¿Lo recuerdas?

Juntos.

—Si, juntos.

¿Ahora sí podían ser felices sin ningún obstáculo en el camino o apenas era el principio de un gran infierno?

Porque si algo era seguro en esta vida, es que cada mala acción tiene su consecuencia y ellos no serían la excepción...