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La noche parecía mucho más larga que las anteriores noches, Bill se mantenía abrazando sus rodillas en la cama matrimonial, mientras Tom estaba en el sofá de la sala mirando hacía la nada.

Bill no le había hablado, después de que se acordará que mañana por la mañana tomaría un vuelo con su padre a Hamburgo por algún tiempo, las cosas entre ellos se enfriaron, es como si Bill hubiera construido una gran pared de hielo que dividía los cuerpos y corazones de ambos.

Un solo corazón no era capaz de latir por dos personas, así no eran las cosas, habían acordado hacer las cosas juntos pero justo ahora es como si nunca hubiera un "juntos" ¿Que hay con eso de en las buenas y en las malas?

Bill sentía un torbellino a su alrededor, se sentía confundido, sentía que estaba haciendo las cosas tan mal pero al mismo tiempo se sentia tan incapaz de hacer algo más.

Su cuerpo no tenía energías, había llorado demasiado, las palabras de su madre lo perseguían, lo atormentaban y no podía simplemente olvidar.

¿Realmente se arrepentía de que el fuera su hijo o solo estaba demasiado molesta?

Porque era demasiado incapaz de entender como una mujer que había demostrado amarlo tanto tuviera ese tipo de pensamientos.

Sin embargo tenía la esperanza de que algún día podría verla a los ojos y pedirle perdón, y si ella no quiere volver a verlo por el resto de su vida, él debía mostrarle que jamas fue su intención dañarla.

Estoy enamorando de él mamá.

¿Cómo podría explicarle aquello?

¿Cómo podría tener una relación normal con Tom cuando el peso de que él haya sido el novio de su madre los perseguiria por siempre?

[...]

Tom derrotado y decidido a intentarlo por lo menos una vez más, se acercó a la habitación con un tazon de frutas en sus manos, por lo menos sabía que la habitación no estaba asegurada y que podría verlo dormir toda la noche.

Al entrar lo vio sentado en la cama abrazando sus rodillas, la luz estaba apagada y el aire acondicionado bastante frío.

Aún así encendió la luz y se acercó sentandose frente a él.

Las palabras eran innecesarias cuando sus acciones hablaban por si solas.

Estiró el tazón mirando el mismo, porque era incapaz de mirarlo a los ojos después de literalmente pedirle que se fuera.

Aún que le esté quemando el pecho.

Bill saco su cara de sus rodillas y miro el tazon con frutas y lo tomo con manos temblorosas.

No porque tuviera hambre, no porque quisiera comerlo, si no porque necesitaba las manos de Tom para que abrazaran su cintura tan fuerte que no se le olvidará por la mañana ni por los días que venían.

Puso el tazón de frutas en la mesa de noche de madera oscura al lado de la cama bajo la atenta mirada de Tom y se abalanzó a los brazos del mayor quedando encima de el, escondiendo su cara en la curvatura de su cuello.

Tom se sorprendió, pero sin dudarlo llevo las manos a la cintura del menor para luego envolverlo por completo con sus brazos, sus ojos se cerraron tratando de disfrutar el momento lo más que pudiera.

—Volveré a ti ¿Lo sabes verdad? —murmuro Bill en el cuello del mayor con un nudo en su garganta —volveré y te pediré que seas mi novio...

—Billy...

—No. No estamos terminando esto, solo es un tiempo, pero seguiré aquí ¿Si?

¿Por qué las palabras de Bill estaban doliendo tanto?

—Si cariño.

—¿Me llamaras todos los días?

—Todos.

—¿Me dirás cada detalle de tu día?

—Definitivamente.

—¿Me extrañaras?

—Cada segundo que pase.

Bill saco la cara del cuello de Tom y lo miro, aquellos ojos estaban cristalizados, ambos tenían demasiado que decir, pero justo ahora preferían estar ahí abrazados como si no quisieran despegar su cuerpo del contrario.

Esa noche se besaron y durmieron abrazados en aquella habitación oscura y fría.

Cuando las mañana llegó los ánimos de ambos estaba por los suelos, Bill parecía hacer las cosas en automático mientras Tom se encargó de alimentarlo y decirle que todo estaba bien.

Después de todo seguían juntos en esto.

Seguían siendo solo ellos.

Bill y Tom.

El padre de Bill los llamo diciendoles la hora del vuelo y que los esperaba en el aeropuerto.

Así tan pronto como se dieron cuenta que ya era hora, ambos se miraron y asintieron.

Hacer esto juntos.

Ambos no dejaban de mirarse mientras el vuelo era anunciado por los altavoces del aeropuerto.

El señor Kaulitz se despidió con un apretón de manos, mientras Bill con los ojos cristalizados abrazo a Tom con toda su fuerza.

—Por favor piensa en ti, debes alimentarme, debes salir bien de esto para que podamos estar juntos —tomo la cara del menor limpiando las lágrimas que salían de sus ojos —Te voy a esperar ansioso.

—Tomi...

Sin decir nada el mayor le otorgó un último abrazo.

Pero había algo más, algo que solo Bill pudo ver.

Cuando Tom lo abrazo, su vista se fue a cierta distancia detrás de ellos.

Ella estaba ahí.

Ambos se miraron, pero nada más.

Bill se alejo del abrazo y Tom le dió un beso corto en los labios.

Billvolteo nuevamente a aquella dirección pero ya no estaba, entonces las esperanzas se fueron y volvió a sentirse bastante mal.

Aquel día, dos corazones enamorados, se despidieron...
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¿Quiénes lloraron? Porque yo soy un mar de lágrimas. 😭😭
Pero al menos estamos cerca del  final de esta historia.

Nuestros papis😭💗. El toll es mas real que mi existencia☝️😉

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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