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La mañana llegó y mucho más cálida que las demás.

¿Razón?

El cuerpo que abrazaba a Bill como si fuese un oso de peluche, porque ellos no querían separarse y poco les importo dormír juntos esa noche.

La verdad no habían riesgos, la mamá de Bill respetaba su privacidad y no lo levantaba, simplemente se levantaba y se iba a trabajar, así que Bill quedó muy tranquilo durmiendo en los brazos de su Tom en su calidez y armonioso abrazo.

Así, con el corazón lleno de calidez, Tom despertó, pero no fue el único que lo hizo, porque su amigo había cobrado vida y es que dormir con Bill sin segundas intenciones cuando el menor era una bomba de sensualidad era demasiado para él.

Sus manos picaban por tocarlo y su miembro estaba erecto pegado en el trasero del menor.

Parecía dormir como un angelito plácidamente, pero la verdad era que Bill no estaba del todo dormido y había despertado tan caliente como el otro.

Por eso aún con los ojos cerrados y aparentemente "dormido" movió su trasero restregandolo aún más cerca de Tom.

—Mierda, quiere matarme —murmuro mirando como el trasero de Bill estaba empinado hacia el, era la posición perfecta, para el momento perfecto.

Pero ¿Que clase de depravado sería si se follara a Bill dormido?

Por eso se alejo y se dió la vuelta respirando con fuerza, intentando alejar esos pensamientos pecaminosos que rondaban desde los vídeos de Bill hasta los momentos más impuros que habían tenido.

Que Dios y todos sus ángeles lo ayudarán porque enserio lo necesitaba.
Para Bill, el que Tom se haya dado la vuelta, fue una clara señal de rechazo por eso enojado abrió los ojos de golpe y se volteo, quedando encima del mayor tomándolo por sorpresa.

—¿Por qué te volteaste? ¿No quieres tocarme o que?

El mayor tragó grueso mirando la camisa de pijama levemente levantada dejando ver parte de la cintura del menor y aquel bulto claramente evidente que había en sus pantalones.

Obviamente eran hombres y cada mañana amanecían empalpados.

—Buenos días cielo, dormí bien ¿Y tú?

—No estoy jugando Tom.

—Lo que tú quieras mi amor.

Entonces los papeles cambiaron y Bill quedó bajo Tom, la vista era fantástica, estar recién despierto le daba un aspecto fresco y radiante, como si su piel blanca pudiera brillar y sus labios estuvieran más rojos que de costumbre.

Tom podría acostumbrarse a ello.

Entonces la idea se cruzó por su mente una vez más, se alejo de Bill y busco con su mirada aquel artefacto, el menor lo miraba con curiosidad sin saber porque se había alejado así.

Hasta que lo vio tomar la cámara en sus manos.

—¿Que harás?

—Quiero grabarte, quiero grabarte mientras te follo Billy —su voz era más ronca que de costumbre y su aspecto despeinado era el mejor a la vista de Bill.

Estaban tan sumergidos en su burbuja de placer, que grabarse mientras follaban no era tan malo como podía parecer.

Tom le quitó la camisa manga larga de pijama a Bill y la amarro al rededor de sus ojos tapando parte de su cara

—Tom...

—Disfruta Bill, solo gime para mí.

Posiciono la cámara en aquella mesita de noche en un ángulo donde se pudieran ver sus cuerpos perfectamente frente a la cámara y sin más empezó a grabar.

Mientras volvió la atención al cuerpo debajo de él como si aquella cámara no estuviera, empezó a besar los carnosos labios que tanto lo hacían delirar, bajando en un camino húmedo hasta su cuello y deteniéndose en aquellos botones de color caramelo que adornaban el pecho del menor.

Le dió un mordisco provocando que el menor arquera su espalda y siseara por la sensación tan abrumadora, el cuerpo de Bill era la perdición de Tom pero esos gemidos que salían de su linda boca eran la maldita gloria.

Las manos de Bill tantearon la camisa del mayor intentado quitarla porque ambos sabían que a Bill le gustaba el cuerpo de Tom, por eso el mayor lo ayudo, dejandolo tocar su dorso y sus abdominales mientras mordía su labio, Tom volvió a su trabajo de besar el cuerpo de su pequeño, bajando está vez por su abdomen levemente marcado y adornado por esa "v" que le sentaba tan bien.

Su lengua recorría la piel del menor y paro en la elastica del pantalón de Pijama, sin regodeos lo bajo junto a la ropa interior mirando el glande erecto con la punta rosada del menor, no era demasiado largo pero Bill tenía un buen tamaño, los besos empezaron está vez por todo el glande del menor sacándole suspiros altos, Tom nunca había echo una mamada pero estaba tan caliente que quería llevar a Bill al mil, por eso ni siquiera lo dudo cuando metió todo el miembro de su pequeño en su boca y empezó a mamarlo entre rápido y lento.

La puta gloria, eso estaba siendo todo para Bill, la calidez de la boca de Tom abrazaba su miembro y el ritmo era perfecto, era tanta la intensidad que llevo sus propios dedos a su boca llenandolos de saliva para prepararse para Tom

Tom sonrió con ganas cuando vio a Bill meter dos de sus dedos en su entrada y empezar a autopenetrarse con rapidez, abriendo su boca liberando el aire que  acumulaba en sus pulmones por la sensación tan abrumadora, dejo de chupar el miembro de su pequeño y se estiró tomando la cámara para dar una imágenes cercana y nítida de como follaria a su nene.

Quitó su pantalón junto a su ropa interior mientras grababa como Bill se metía sus dedos, libero su miembro y lo masturbo levemente lubricandolo con el pre semen que salía, mirando la imagen frente a él, con la cámara en la mano grabando desde arriba la mejor imagen mañanera que habia visto en su vida.

Escupió su miembro embarrandolo de su saliva para lubricarlo más y luego llevarlo a esa entrada que estaba siento penetrada por los dedos de su pequeño.

Bill al sentir el contacto del miembro del mayor sonrió y retiro sus dedos, dandole paso a la punta que presiono lentamente su entrada con delicadeza.
Pero no quería delicadeza, lo queria ya, lo quería ahora.

—Más... todo, lo quiero todo.

Levantó sus caderas abriendo más sus piernas y se empujó hacia abajo haciendo que el miembro resbalara en su entrada, soltando un "Oh mierda si" que hizo a Tom reír con entusiasmo.

Las embestidas eran suaves pero profundas, siendo grabadas, el mayor lo sacaba todo para luego volver a introducirlo completo, era una imagen excitante y digna de admirar, como su pequeño lo recibía tan bien, como encajaban perfectamente y a eso agregándole cuando Bill empezó a masturbarse al mismo ritmo de las embestidas.

Fue un colapso para ambos, Tom se derramo dentro de Bill, por fin llegando al climax ambos.

Entonces la cámara por fin se apagó y Tom la dejo en la mesita de noche otra vez, se estiró y quitó la camisa de los ojos de Bill mirando las lagrimitas que habían salido de los propios.

Besando su cara con cariño.

—Buenos días Tomi.

El mayor sonrió porque ahora Bill si estaba de buen humor, lo abrazo y acarició su cabello dejando besos en sus mejillas sonrojadas.

Todo era tan perfecto, hasta que Bill recordó algo muy importante.

Su padre...

OnlyFans| ᵗᵒˡˡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora