Tan rápido se puede pasar de estar en la punta de una montaña de felicidad a caer completamente al vacío y darte un golpe con la realidad.
Porque el momento que más temía Bill, habia llegado y no sabía que hacer o decir.
Los ojos de su madre lo inspeccionan de arriba a abajo pero no había mucho que deducir, cuando su aspecto daba a notar que obviamente había pasado la noche con Tom.
—Mamá...
Tan solo unas palabras, unas simples palabras pudieron doler tanto que la mujer sintió las lágrimas apoderarse de sus ojos, ahora entendía todo.
Tom la había dejado por su propio hijo, ahora entendía aquella llamada extraña dónde lo escucho decirle "Tomi", la primera salida de ambos dónde después Tom empezó a ser indiferente, el hombre del camerino, el ramo de girasoles.
Todo paso frente a ella, en su propia cara, posiblemente en su propio techo.
Estaba decepcionada, estaba lastimada.
¿Cómo se supone que compita contra su propio hijo?
Bill era joven, divertido, hermoso.
No como ella, una mujer cuarentona, aburrida, monótona, por supuesto que ahora entendía las palabras de Tom.
Él ya había encontrado a alguien que se adaptaba a lo que quería para su vida.
Y definitivamente ya no había espacio para ella y eso dolió aún más...
—¿Que hiciste...?
—Mamá —la voz de Bill ya dependia de un hijo, estaba rota, él estaba nervioso y tenía tantas ganas de llorar, su madre lo miraba con reprobación mientras sus ojos estaban a punto de derramar lágrimas.
Era una escena bastante dolorosa.
—¿Como...? ¿cuando...? no puede ser... —el desespero se hizo presente en Amanda quien paso sus manos por su rostro con frustración, la situación era más grande que ella, no tenía ni idea de cómo reaccionar.
—Mamá se que... que... escucha, solo tienes que escucharme ¿Si? Te juro que yo nunca quise lastimarte... yo...
La fuerte bofetada resonó en el lugar y Bill por primera fue golpeado por su madre.
Porque a pesar de tener problemas en el pasado ella jamás lo había golpeado, ella jamás había cruzado ese límite.
Ahora todo estaba jodido.
—Te di todo de mi... —el tono de voz de la mujer dejo de ser lastimero y se volvió duro, estaba enojada y mucho, mientras Bill procesaba lo que estaba pasando acariciando esa mejilla qué le habían golpeado —te di mi amor, mi tiempo, mi corazon... Todo lo que una madre puede darle a su hijo y tú... ¿Es así como me pagas? ¡¿Eh?!
Bill retrocedía mientras negaba al borde de las lágrimas, él nunca quiso lastimarla, jamás quiso hacerla sentir de esa manera pero sabía que tenía tanta culpa que era incapaz de excusarse.
Y cuando las cosas no podían ser peor, Tom apareció completamente desorientado, con solo un pantalón de Pijama, estaba sin camisa y su cabello revuelto.
Eso fue la gota que derramó el vaso.
Por qué la mujer empezó a llorar mientras se lanzó a Bill soltando manotazos, estaba herida, se sentía herida, se sentía estúpida y aún que estuviera reaccionando de la peor manera.
En ese momento ni siquiera ella misma era conciente de lo que hacía.
Tom corrió rápidamente y aparto a Bill de la mujer, poniéndolo detrás de él, porque sabía que él también tenía culpa y no dejaría que Bill enfrentará las cosas solo.
El menor parecia estar en una especie de trance, sus lágrimas salían, su cuerpo temblaba y su boca no decía nada.
Tom tomo las manos de la mujer intentando calmarla, estaba tan alterada.
—¡Cálmate joder! Hablemos, solo cálmate.
—¡Maldito mal agradecido! ¡Eras mi vida Bill! ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! ¡A tu propia madre!
—¡Ya basta Amanda! No digas cosas de las que te puedes arrepentir.
—¡Jamás! Escúchame bien ¡Jamás! Pensé que fueras a decepcionarme de esta manera —los ojos de la mujer se mantenían fijos llenos de lágrimas en los ojos de su hijo —me has decepcionado, me has lastimado, ¿Quien eres tu? ¡¿Eh?! Porque mi hijo jamás me hubiera hecho esto, él jamás me hubiera roto el corazón así...
—Mamá no digas eso... yo...
—¡Alejate de mi! ¡No quiero verte! ¡A ninguno de los dos! Malditos traidores, malditos desgraciados, ¡Cínicos!
Bill negó e intento acercarse aún cuando Tom se interponia en medio de ambos.
Pero fueron aquellas palabras las que rompieron las pocas esperanzas de que su madre lo escuchará, fueron aquellas palabras las que le dolieron y le destrozaron el alma de la peor manera.
—No sabes cuánto me arrepiento de que seas mi hijo
Todo a su alrededor parecía girar lentamente, la última mirada que le dió su madre antes de irse con las lágrimas desbordando de sus ojos, sus piernas temblaron a tal punto de hacerlo casi caer al suelo.
Era un mal hijo.
El peor hijo de todos.
Su cuerpo se sacudió en temblores agresivos y sus lágrimas no dejaban de salir, era tan incapaz de razonar o siquiera escuchar al hombre que sacudía sus hombros intentando llamar su atención.
Pero era muy tarde.
Para cuando sus ojos se encontraron Bill ya no podía mas y colapso en sus brazos.
Todo era un maldito desastre..
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Perdón por la tardanza y por haber desaparecido; el colegio ya no es funny funny 😞. Pero traje más capítulos.
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OnlyFans| ᵗᵒˡˡ
Fiksi PenggemarTom es el padrastro de Bill y descubre que este tiene OnlyFans -Quiero que lo chupes como chupas ese consolador con el que juegas frente a la cámara ○Adpatacion