19. Novia.

4.1K 150 3
                                    

Aquella tarde, estuvo repasando una y otra vez la conversación que había mantenido con Julia hacía apenas 48 horas, el día de Navidad, encerradas en su coche. Quería recordar todo lo que se habían dicho para poder explicárselo bien a Chiara. No sabía cómo se iba a tomar todo aquello la menorquina. Le aterrorizaba la idea de perderla. Se dio cuenta de que la estaba mirando mientras pensaba. "Realmente no puedo dejar de mirarla. Sigo sin entender cómo Salma no tenía ni idea de que me flipa esta mujer. Supongo que no hay más ciego que el que no quiere ver." Se obligó a apartar la vista de Chiara y a concentrarse en la cena y en cómo le iba a explicar todo aquello más tarde.

Sentía una mezcla de nervios, felicidad y miedo. Todo lo que le había dicho Julia y lo que habían acordado le parecía una maravilla y una locura a la vez. El temor de que su guiri no estuviera de acuerdo, no lo entendiera o se lo tomara mal le atormentaba. "Es que a ver cómo le explico que sigo teniendo novia." Se preguntó si algún día, aunque fuera lejano, se referiría a Chiara por aquella palabra. Novia. Se le hacía muy raro pensarlo y a la vez se reconocía a sí misma que le encantaría que pasara. Que aquella chica preciosa, encantadora y talentosa fuera algún día su novia. Que aquella mujer perfecta, a la que hacía un rato se le había perdido la mirada en su escote sin poder evitarlo, fuera su pareja y España y el mundo entero lo supieran. "Vale, frena, que no estás ahí ni de lejos."

Los minutos fueron pasando y, cuando por fin se apagaron las luces, Violeta terminó de cepillarse los dientes y de desmaquillarse antes de ir a las duchas. Al principio, pensó que era la primera en llegar. Pero luego vio a Chiara sentada en el suelo, con la espalda apoyada en la pared del fondo, mirándola con una media sonrisa. "Dios lo guapa que eres y lo que me cuesta no comerte la boca cada vez que nos cruzamos."

– He decidido sentarme, por si acaso. ­– "¿Qué debe pasar por su mente? La verdad es que está aguantando toda esta incertidumbre mil veces mejor de lo que yo podría. Y la movida con Salma. Y tener que estar ahí esperando, cuando ella no tiene ninguna atadura. Yo ya lo hubiera mandado todo a la mierda. No la merezco." Violeta pensaba todo eso mientras se sentaba frente a ella, cruzando las piernas.

– Hola. Te he echado mucho de menos. – Le salió decirle mientras le cogía una mano. – Gracias por la paciencia que tuviste ayer. Gracias por la paciencia que estás teniendo en general. No te merezco, la verdad. – No sabía por dónde empezar a explicarle cómo había ido con Julia y de lo que habían hablado. Estaba nerviosa y atascada, pero quería quitarse eso de encima cuanto antes. Quería que todos los posibles dramas terminaran ya.

– Yo sí que te he echado de menos... Vio, necesito que me cuentes ya qué ha pasado estos días. Siento decirlo así, pero es que no puedo más. Sea lo que sea, lo voy a entender, pero no más incertidumbre, please.

– Vale, voy. Empiezo por el principio. – "Muy bien, Violeta, vamos allá." – Vino a casa de mis padres después de la comida de Navidad. Estuvimos un rato charlando con ellos y luego nos fuimos a dar una vuelta en coche, para poder hablar. Yo estaba atacada, no sabía cómo contarle lo que le tenía que contar. Pero no hizo falta. Ya lo sabía todo. – Se fijo en Chiara y vio que la miraba atenta, con los ojos muy abiertos y casi sin respirar. – Me dijo que sabía que había algo entre tú y yo, pero que no tenía ningún interés en saber qué exactamente ni hasta dónde había llegado nuestra relación. Pero que me conocía muy bien y sabía perfectamente cuando me gustaba alguien mucho. – "Bueno, en realidad me dijo que sabía cuando me estaba enamorando de alguien, pero no veo la necesidad de exponerme de esa forma tan gratuita."

– ¿Estaba muy enfadada? – Preguntó Chiara, casi con miedo a interrumpir, algo roja.

– No, para nada. Estaba seria, pero no enfadada. Me explicó que se había dado cuenta durante las primeras semanas, y que los días de IKAG se confirmaron sus sospechas. Sí, somos unas obvias. – Dijo Violeta con una sonrisa para romper un poco el tono serio de la conversación. – Y aquí viene el plot twist: resulta que Julia hacía ya meses que se había fijado en una compañera de la universidad. Me explicó que no había pasado absolutamente nada porque estaba bien conmigo, que no era más que un crush. Pero que desde que entré en OT y, sobre todo desde que empezó a intuir lo que había entre tú y yo, se estaba permitiendo ver qué pasaba si le seguía el rollo a aquella chica. Y bueno, me ha dicho que físicamente aún no ha pasado nada porque primero quería hablar conmigo y hacer las cosas bien.

– Eh... Really? Estoy flipando. ¿Y tú cómo estás, cómo te has tomado todo esto? – "De verdad que esta mujer me va a matar como siga preocupándose por mí de esta manera."

– Pues bien, yo estoy contentísima. – Respondió Violeta sonriéndole. – A ver, reconozco que cuando me lo contó, me sorprendí. Pero luego, mientras seguía hablando con ella, me di cuenta de que Julia y yo antes que nada fuimos amigas, y lo seguíamos siendo. Y los últimos meses, antes incluso de los castings de OT, nuestra relación se parecía bastante más a la de unas buenas amigas que muy de vez en cuando follan, que a otra cosa. Pero como nos seguíamos queriendo y nunca ha habido ningún mal rollo, ni ella ni yo nos habíamos planteado dejarlo. Porque estábamos cómodas así, sin más. – "Uf, qué difícil contar todo esto, abrirme así. Pero cómo me vas a mirar así, Kiki... Ni que te estuviera explicando cómo se creó el universo."

– No tenía ni idea. Bueno, tampoco tenía que saberlo. Eso son tus cosas privadas, de tu vida. – Se notaba que Chiara se había quitado un peso de encima con lo que acababa de oír y, a la vez, estaba aún más nerviosa.

– Son mis cosas privadas y quiero compartirlas contigo, Kiki. ¿Continúo explicándote? – Enseguida asintió y Violeta le acarició la mano. – Bueno, hablamos también de todo lo que se estaba diciendo en las redes sociales y me puso un poco al día. Por lo visto hay bastante hater y algunos comentarios horribles sobre lo mala persona que soy. Por decirlo suavemente. Y por otro lado, ella ha recibido algún que otro mensaje de supuestas fans nuestras, diciéndole que sobra, que no se meta entre tú y yo, y cosas así. – Ahora Chiara la miraba con preocupación. – En fin, parte de esto es de esperar cuando entras en OT, o alguien próximo a ti entra en OT. Pero llega un momento en que satura.

Se oyó un ruido fuera y por un instante Violeta pensó que iba a entrar alguien como el día anterior. Estaba cansada de que su historia con Kiki fueran una serie de paréntesis aislados. Era agotador. Por suerte, esta vez nadie abrió la puerta. Debía ser alguien yendo a la cocina o a la terraza. Miró a Chiara a los ojos, que le devolvía la mirada expectante, queriendo llegar a la resolución de todo aquello, deseando saber cómo había terminado la conversación.

– Le dije que ignorara cualquier cosa que le pudieran decir por redes, que no se metiera ahí. La verdad es que tiene mucha cabeza y lo está gestionando muy bien. Y me ha dicho que va a seguir defendiéndome sin entrar al trapo. Que ella va a seguir apoyándome hasta el final. Hablándolo, llegamos a la conclusión de que es la única forma de minimizar el hate y tener posibilidades de llegar algo más lejos aquí. Tanto yo como tú. – La expresión de Chiara cambió, la miraba algo confundida. "Ay, a ver qué le parece..." – Mira, Kiki, sabiendo todo lo que hay fuera, Julia me propuso hacer como que estamos bien, que seguimos juntas. De cara a la galería, claro. Ella seguirá poniendo twits apoyándome y, si me nominan, hará campaña por mí como si no hubiera un mañana. Incluso hemos quedado en que, si me expulsan antes que a ti, vendrá con mi padre a buscarme. A hacerme de guardaespaldas y espantar moscones, esas fueron sus palabras exactas. – La morena la miraba atónita, casi se podía oír su cerebro procesando todo aquello. Violeta no estaba segura de cómo se lo podía estar tomando. – Y un detalle importante, hemos quedado en que, si pasa algo entre tú y yo delante de las cámaras, si sale a la luz de alguna manera lo que hay entre nosotras o algo así, entonces ella dirá enseguida que ya no está conmigo, que sí que lo dejamos en Navidad. De esta forma, pase lo que pase, nos cubrimos las espaldas. Pero todo esto también depende de ti, te tiene que parecer bien a ti también.

– A ver... Wait, tengo que procesar todo esto. – Dijo Chiara tras más de un minuto callada, con la mirada perdida. – Resumiendo: sigues teniendo novia, pero estás soltera. Si lo he entendido bien, el plan es que todo el mundo piense que estás con ella y que tú y yo somos sólo amigas. – Hizo una pausa para mirar a Violeta y ésta asintió. – Y así la gente, el público, no pensará que has engañado a tu chica y que yo soy una persona horrible que destroza hogares. Y quizás así no nos echen en cuanto salgamos nominadas. ­­– Violeta seguía asintiendo y mirándola expectante. Aún no sabía si le estaba pareciendo buena idea o la peor ocurrencia que había oído en su vida. – Y Julia está de acuerdo con todo y habéis quedado como amigas y no me odia a muerte. – Asintió de nuevo, sonriendo. – Y tú en realidad estás soltera, sin ataduras y sin ningún tipo de mala conciencia por lo que sientes por mí.

– Eso es. ¿Qué te parece? Sé sincera conmigo, Kiki, por favor.

SE APAGA LA LUZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora