2

376 27 0
                                    

Al día siguiente cuando me desperté Nam-soon ya no se encontraba en mi habitación, y en el piso de abajo se escuchaba mucho ruido por lo que supuse ya estaban todos despiertos, mire la hora y eran las 9:30 de la mañana, me levanté, me arregle y baje a desayunar.
Mientras iba pasando por afuera del estudio de mamá escuché que hablaba con Nam-soon, algo sobre que tal vez ese era el destino de ella, como no me interesaba seguí de largo hacia la cocina, en dónde desayuné algo ligero y salí de casa, algo bueno era que no me había encontrado con mamá, porque estaba muy ocupada con Nam-soon como lo supuse.

Mejor para mí

Pensé mientras me subía a mi auto y comenzaba a alejarme de la casa, no creí que sería tan fácil librarme de mi madre en cuando llegara Nam-soon, en cuanto salí le mandé un mensaje a mi única amiga, Nai-so me llevaba muy bien con ella, ya que fue la única que no se me acercó por el dinero de mis padres o algo parecido, nos encontramos en un café y le comenté todo lo que había pasado en ese tiempo que no nos habíamos visto.

- Amiga, ¿Todo eso paso en este tiempo? No me cabe duda de que tú vida es muy interesante- Dijo riendo mientras bebía de su capuchino.

- Si claro, muy interesante- Hablé de forma sarcástica mientras comía uno de los bocadillos que habíamos pedido y suspiraba. 

- Estoy aburrida, hagamos algo interesante ahora que puedo salir de las garras de mi mama- Dije mirándola con una sonrisa.

- Mmm, ¿Algo como que?- Me pregunto mientras sonreía.

- ¡No lo sé! Tu eres la que tiene una vida, ¿Qué se supone que haces cuando no tienes nada que hacer?- Le dije un poco emocionada y con una sonrisa, sonrisa que no podía ocultar cuando estaba con ella.

- Pues... Podemos ir a una discoteca hoy, hace tiempo no voy a una ¿Qué dices?- Dijo con una sonrisa complice.

- Me encanta esa idea, salgamos de fiesta hoy- Dije sonriendo, brindamos con nuestros cafés entre risas y luego de estar paseando por unas horas más, cada una volvió a su casa, decidimos que nos veríamos una hora antes de ir a la discoteca.

(...)

Cuando Len-hee llegó a su casa había mucho silencio lo cual le indico que no había nadie en casa, y se alegro por eso pues no había recibido ningún mensaje ni llamada de su madre preguntando por ella.
Subió a su habitación y leyó un poco antes de bañarse y bajar a cenar algo ligero, al parecer aún no llegaba nadie y eso le daba más libertad para salir sin que nadie la vea.
Cuando se hicieron las 11 comenzó a cambiarse pues se irían a la discoteca a la 1 de la mañana, se puso un vestido rojo que aparentaba ser de seda, se ajustaba perfectamente a su curvas y tenía un pequeño corte en el muslo derecho, con la espalda abierta y era sujetado por un nudo hecho en su cuello, junto con unos tacones negros no demasiado altos que se abrochaban en el tobillo y con una campera fina, su pelo negro se encontraba suelto no se esmero mucho en el maquillaje ya que no quería que este se estropeara mientras bailaba o algo parecido, las sombras en sus ojos resaltaban el color de estos, que eran de un verde claro con destellos de marrón, cuando se sintió lista, salió de la casa de la forma más silenciosa que pudo.
Cuando se encontró con su amiga ambas pasaron primero a un bar a beber un poco, pues aún era temprano, luego de unas copas se fueron a la discoteca, cuyo nombre era "roskoshny" en cuando entraron notaron el ambiente del lugar, era lujoso pero sin dejar de ser un discoteca se dirigieron a la barra y pidieron un botella de soju que tomaron entre las dos, luego se dirigieron a la pista de baile y al estar un poco ebrias les era más fácil soltarse a la hora de moverse al ritmo de la música.
Ambas disfrutaban del momento bailando y llevándose varias miradas, pero no tomaban importancia a eso.

Mientras que ambas bailaban alguien no podía apartar su mirada de Len-hee  había llamado su atención desde que entró con ese vestido, y en su lugar podía apreciar lo bien que le quedaba el color rojo, pues estaba en una especie de balcon, ella tenía algo que lo atraía, casi como un imán pero mucho más fuerte, de inmediato llamo a uno de sus hombres que se encontraban a sus espaldas para que investigue todo lo posible sobre ella. Mientras tanto Len-hee había ido en busca del baño, pues Nai-so estaba entretenida con un amigo que se encontró, el lugar era grande y al estar las luces apagadas no podía ver del todo bien, después de buscar, se decidió por entrar en una puerta  que estaba a un costado de la barra, al otro lado se encontro con unas escaleras, las subió y lo único que encontró fue más puertas no sabía que hacer pero no regresaría a bailar cuando su amiga estaría ocupada, camino por el largo pasillo hasta que encontró una terraza, se quedó hay un momento apoyándose en la baranda, disfrutando de la vista y respirando el aire fresco, pues aunque no se notará ella estaba un poco ebria. A sus espaldas se escucharon pasos y de inmediato se giró para ver quién era, sus ojos captaron a un hombre bastante alto, que caminaba hacia ella con un porte confiado y un traje azul que le quedaba muy bien.

DecisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora