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Ese fin de semana fue a su casa pues ya había pasado un tiempo desde que veia a toda su familia, en cuanto no fue su madre sino Nam-soon quien la lleno de preguntas.

- Espera Nam-soon son muchas cosas, te contaré todo¿Bien? Solo déjame ver a mamá- Dijo ella calmando a Nam-soon. Luego de eso fue a la oficina de su mamá en dónde seguramente estaría.

- ¿Mamá?- Pregunto cuando entro y efectivamente su madre estaba allí.

- Hija adelante pasa, en dónde has estado, no te he visto estos días en la casa.- Dijo su madre sin mirarla.

- He estado con Nai-so en su casa, hace tiempo que no la veía.- Respondió Len-hee con naturalidad.

- Ya veo, bueno ¿Qué necesitas?-

- Supongo que ya te trajeron las cosas que querías del depósito de Dogoo, ahora yo quiero saber para que las querías- Hablo con un tono fuerte. Su mamá por primera vez la vio desde que entró y suspiro.

- Te lo diré solo si prometes que no te vas a meter en esto- Dijo ella mirándola con seriedad.

- Si mamá, lo prometo- Mintió, pues ya estaba más que metida en todo ese asunto.

- Bueno hija, sabes que hace poco apareció una nueva droga, la cual ya se ha llevado a muchas víctimas, pues tengo la sospecha que de Dogoo es el distribuidor de esa famosa droga, y las cosas que me trajeron me lo confirman, se encuentra en los tapabocas, no se detecta pero cuando se le hecha agua se disuelve generando la droga.- Len-hee escuchaba todo con atención y no podía creer que Ryu Shi Oh, el hombre por el cual se sentía atraída, fuera un narcotraficante, no tenía sentido.

- Hija porfavor prométeme que no te vas a entrometer en esto, no quiero que salgas lastimada, ¿Si?- Pidio Geum-joo tomando las manos de su hija entre las suyas.

- Si mamá, no te preocupes, gracias por decirme.- Dijo mientras se levantaba del sillón y se dirigía a la puerta.

- Me quédate algunos días con Nai-so, creo que quiere hacer un viaje juntas.- Invento una excusa para que no se viera extraño el que no pase tanto tiempo en su casa como antes.

- Eso sería estupendo hija, ve y distraete de todo esto.- A Geum-joo le encantó esa idea y no sospechaba de su hija, pues creía que la conocía.

(...)

En la noche Nam-soon fue a la habitación de Len-hee para hablar con ella y para aclarar sus preguntas.

- Ah, Nam-soon, ven pasa, tenemos que hablar- Dijo Len-hee a su hermana. Nam-soon entro y se sentó frente a ella en la cama.

- Ahora dime Len-hee, ¿En dónde has estado?- Pregunto Nam-soon viendo a su hermana con los ojos entrecerrados. Len-hee suspiro antes de responder, no sabía si contarle toda la verdad o mentirle sobre algunas cosas.

- Estos días estuve con un chico, lo conocí una vez que salí con Nai-so y pues estuvimos saliendo, no le dije nada a nadie por las dudas de que de alguna forma mamá se entere, tu sabes cómo es ella y no quería que hiciera un escándalo por eso.- Decidió mentir, pues sabía que Nam-soon le terminaría diciendo a su mama tarde o temprano.

- ¡¿Qué!? ¡Cuéntame todo!- Para su suerte Nam-soon le creyó y se emociono. Len-hee solto una sonrisa nerviosa y comenzó a hablar.

- Bueno pues como te dije un día salí con Nai-so a beber algo en la noche, y ella se encontró con un amigo, yo quería salir a tomar aire y termine perdida en un balcón, ahí fue en dónde lo conocí, hablamos por lo que parecieron ser minutos pero Nai-so me llamo, ya era muy tarde y todo se estaban yendo, después de eso le di mi número y hemos estado conociéndonos desde entonces.- Hablo con una sonrisa, pues solo cambio algunas cosas de esa noche.

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