Decisiones

18

- Por su reacción debe saber quien soy, este es el antídoto, asegúrese de mezclarlo todo con agua y dárselo, hara efecto de inmediato.- Dijo entregando el maletín.

Ella lo recibió y asintió entendiendo sus palabras, aún le quedaban dudas, habia sido el quien le entrego las pastillas a su hijo o alguien más.

- Espera, respóndeme por favor, ¿Fuiste tu quien le entrego las pastillas a mi hijo? ¿Trabajas para Pavel? ¿Puedo estar segura de que este es el antídoto?¿Sigues en contacto con Ryu Shi Oh?- Ella preguntaba con la esperanza de recibir las respuestas que quería. 

- No fui yo quien se las entrego, nosotros no distribuimos la droga, fue otra persona y tranquila ese si es el antídoto... No se confunda señora, yo solo era el secretario de Shi Oh, solamente trabajaba para el, para nadie mas, y con respecto a lo otro, no he tenido contacto con el desde que se fue con su hija, el estaba cambiando por ella, y espero que puedan ser felices.- Si bien a el no le hacía falta el dinero, lo necesitaba si quería empezar una nueva vida, ya que no tenía para quien trabajar, el también quería formar una familia y vivir pacíficamente. Con esas palabras Yoon se fue de la vista de Geum-joo, quien quedó un poco confundida por sus palabras.

Se fue rápido del lugar al hospital para darle el antídoto a Nam-in, entro a la habitación y hay estaba el, su piel más pálida y sus venas más azules demostrando que su estado había empeorado, como no había tiempo que perder abrió el maletín y preparo el antídoto como le había dicho Yoon que lo haga.

Todos estaban esperando que eso funcione aun si no sabía bien que era, sabían que Geum-joo no le daría veneno o algo parecido a su hijo, Nam-soon si sabía lo que era pues ella había estado vigilando todo lo relacionado con la droga, por su parte Bong-go solo confiaba en su ex esposa, y su abuela quien ya había llegado estaba tan preocupada como todos, pero ella sabía que su hija haría lo que fuera necesario para salvar a su nieto. Cuando ese líquido fue bebido en su totalidad por Nam-in el alivio fue inmediato, las venas volvieron a su color normal al igual que su color de piel, el comenzo a respirar sin esfuerzos y abrió los ojos viendo a toda su familia al rededor de el, con rostros de alivio, todos se abalanzaron a abrazarlo, pues por poco lo pierden.

- Nam-in, ¿Cómo se te ocurre aceptar cosas de una desconocida? ¿No ves que casi mueres por eso?- Fue lo primero que salió de los labios de su madre.

- Perdón, pero quería bajar de peso, para que ya no me dijeras que parezco un cerdo.- Hablo el con tristeza.

- Hermano ¿Qué dices? Tu no eres un cerdo, estás perfectamente saludable y si comer el lo que te gusta que nada te detenga.- Como siempre Nam-soon dando palabras reconfortantes.

- Si hijo, lo siento por no darme cuenta antes de lo que estaba pasando contigo, no pude cuidarte como es debido.-  Su padre estaba afligido por lo que había pasado porque en parte creía que era su culpa.

- No papá, no digas eso, nada de esto fue tu culpa no te sientas así, o me harás sentir mal a mí.- Nam-in le tenía mucho cariño a su padre y no queria verlo mal.

- Si Bong-go no fue tu culpa.- Hablo ahora su abuela. - Nam-in todos estábamos tan preocupados por ti, prométeme que no hará nunca más esto.- Se dirigió a su nieto con esas palabras, sujetando sus regordetes mejillas.

- Sobrino, todo esto fue tan cansador, ir y venir de aquí para allá me agotó demasiado, estoy feliz de que estés bien, ahora ya no hagamos nada, me siento mal.- Hablo Geum-dong, su tío cayendo al piso de forma dramática.

- Lo siento a todos por preocuparlos, es solo que las pastillas parecían funcionar, no creí que esto fuera a pasar, en serio lo siento mucho.- Se disculpo el con todos lo que se encontraban en la habitación.

- No pasa nada hermano, todos entendemos porque lo hiciste, pero cada uno en esta habitación te queremos por la persona que eres, así que no intentes cambiar eso nunca.- Dijo Nam-soon abrazando a Nam-in.

Luego de eso prepararon todas las cosas para que Nam-in fuera dado de alta, en ese tiempo Geum-joo no le dijo ni una palabra más, sabía que eso era su culpa pues ella era la que siempre l estaba recordando a su hijo que comenzará a comer mejor y muchas veces había comparaciones dolorosas.
  Decidió distraerse de sus pensamientos y se puso a seguir trabajando en el caso, ahora sabía que Ryu Shi Oh no estaba involucrado con la distribución de la droga, pero entonces ¿Que pasaba? ¿Sería cierto que el estaba cambiando por su hija? Un hombre como ese ¿Acaso podía ser capaz de cambiar? Ahora tenía más preguntas que respuestas.

(...)

Mientras tanto Nam-soon se encontraba con su hermano en su habitación, estaban hablando cuando Nam-in pregunto por su hermana.

- ¿Que hay de Len-hee? ¿Tienes alguna noticia de ella?- Estaba curioso porque desde que se fue no había tenido noticias.

- Pues si, algo así...- Nam-soon no sabía si decirle la verdad o no.

- ¿Si sabes? ¡Cuéntame!, ¿Cómo está? ¿Dónde está? ¿Te mando fotos del lugar? Quiero saber todo.- Nam-in estaba emocionado por saber que hacía su hermana.

- Nam-in, te lo diré, pero no te lo tome mal ni tampoco le digas a alguien ¿Está bien?- Le dijo Nam-soon, mirándolo seria.

- Claro que sí, no le diré a nadie lo prometo, pero ¿Es tan malo?- El ya se había preocupado por lo que le diría Nam-soon.

- Eso creo, la verdad es que yo aún no se si es bueno o malo, porque es una decisión de nuestra hermana.-

Con eso Nam-soon le contó todo lo que sabía a Nam-in, desde el momento en que visito a su hermana y ella le confesó que todo había sido una mentira hasta el momento en el que ella se fue con Ryu Shi Oh.

- ¿Eso es verdad? Mi hermana hizo eso, y además ¿Le dijo todas esas cosas a mamá? No puedo creerlo, se fue con ese hombre...- Nam-in estaba sorprendido por lo que había escuchado, nunca pensó que su hermana haría eso.

- Si... Todo es verdad, pero no nos enojamos con ella, hay que entenderla, a veces hay que seguir al corazón y ella lo hizo, solo espero que donde quiera que este sea feliz.- Ella en serio pensaba eso, pues no se podía enojar con su hermana, mucho menos por amar a alguien. Después de estar unos momentos más con su hermano, Nam-soon se fue. Y esa noche, Nam-in lloro hasta quedarse dormido por la tristeza de no haber podido despedirse de su hermana a la cual no sabía cuando volvería a ver , y porque nunca pudo saber lo que estaba pasando ella, ni siquiera en su niñez, pues ella siempre le decía que las cosas estaban bien y nunca lo había hecho sentir mal, aún estando separados, y ahora tampoco se había enterado por todo lo que había estado pasando su hermana.

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