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Nuevamente era lunes y yo me encontraba despidiendo me de todos, ya que me iria "de viaje", tenía conmigo la valija y un bolso, me sentía mal por mentirle a todos pero no había otra opción sabía que no me permitirían seguir en la empresa si les contaba la verdad.

- Ten un buena viaje hija, y ten cuidado en dónde andas.- Me dijo papá abrazándome.

- Adiós hija, recuerda distraerte y si necesitas algo solo dime.- Me despidió mi mamá.

- Mi linda Len-hee, disfruta tu viaje, y si vuelves con alguien más no me quejo, aprovecha tu belleza.- Esa fue la abuela, yo me rei ante sus ocurrencias y asentí.

- Señorita no dude en llamarme si necesita algo, tenga cuidado a dónde quiera que vaya y disfrute.- Me deseo la secretaria de la familia,

- Nos vemos hermana, que te vaya bien, dime qué es lo que hay de comer a dónde vas.- Me pidió Nam-in, y yo le sonreí.

- Adiós Len-hee, recuerda tomar muchas fotos.- Abrace a Nam-soon y le respondí.

- Claro que sí, gracias a todos, y no se preocupen, tendré todo lo que me dijeron en cuenta, especialmente lo que me dijiste abuela.- Dije con gracia. - ¡Adiós familia!- Dije saliendo por la puerta con mis cosas.

(...)

Era muy temprano todavía, así que cuando llegue al departamento, desayuné algo rápido y me cambié para dirigirme a la oficina, ahora sería cuando tendría que enfrentar a Shi Oh, por estar ignorando lo todo el fin de semana.

Suspiré cuando entre a la empresa y mi corazón latía rápido al pensar que me lo encontraría en los pasillos, llegué a mi lugar de trabajo sin cruzarme lo, pero eso solo significa que está en su oficina, y que en cualquier momento me puede llamar. La mañana transcurrió tranquila, hasta la hora del almuerzo, cuando me llamo a su oficina, antes de entrar suspiré y saludé a Kyle el cual me devolvió el saludo. A penas puse un pie dentro me interrogó.

- ¿Por qué no atendiste mis llamadas?- Dijo con un tono firme.

- Hola, buenas tardes, ¿Cómo estás?- Hablé con sarcasmo tratando de aligerar el ambiente.

- No lo repetiré, ¿Por qué no me contestas te?- Se levantó de su asiento y se acercó a mi mientras hablaba.

- Estuve muy ocupada el fin de semana, no pude agarrar mucho el celular.- Eso no era del todo mentira, pues si que estuve ocupada.

- ¿Enserio? Tanto que ni un mensaje pudiste responder.- Dijo inclinándose, mirándome a los ojos.

- Estuve demasiaaaado ocupada.- Respondí mirando a cualquier otro lado excepto a sus ojos.

- Mírame cuando me hablas.- Dijo tomando mi mentón para que lo mire a los ojos. - Y no me mientas.-

Trague fuerte cuando me habló así, no podía negar que me encantaba verlo enojado, se veía tan bien, pero no me iba a dejar llevar por eso.

¿Por qué es tan atractivo? No puedo hablar cuando lo tengo así de cerca.

Suspiré mirándolo, sin querer mis ojos se iban a sus labios, queriendo sentirlos nuevamente, al parecer el noto eso, porque sonrió de lado y yo me podía morir hay mismo.

Oh, dios mío... No soy tu guerrera más fuerte, ayúdame a hablar.

- P..pues.- Me maldije internamente cuando me tembló la voz. Su sonrisa en cambio se hizo más grande.

- Estaba de viaje con una amiga, y no tenía muy buena señal...- Hablé como pude sin tartamudear.

- Así que era eso, me alegro que no me hayas estado ignorando, ¿O si?- Cerré los ojos con fuerza, el se había dado cuenta.

- Tal vez... Un poquito.- Me sentía tan tonta en ese momento, como podía ese hombre hacerme sentir de esa forma. Apreté mis manos con nervios.

- ¿Por qué?- Fue lo único que dijo, no sabía si eso era bueno o malo.

- No quería confundir las cosas...- Admití, lo que me había dicho ese día si me afectó, no creí que tanto, pero llegué a pensar que yo era la única que sentía atracción y lo que había pasado esa noche solo era eso, algo de una noche.

- ¿Qué quieres decir con eso?- Shi Oh acercó su mano a mi rostro y me acaricio, yo me aparte y lo mire.

- Esto, Shi Oh, un día me besas, al otro te pones celoso y luego me dices que no significó nada, y ahora te comportas así, ya no me quiero confundir más- Hablé mirándolo a los ojos con seriedad.
Shi Oh se acercó a mi rápidamente y tomo mi rostro besándome, le segui el beso tan rápido como sentí sus labios, tomé sus manos sobre mi rostro acariciando las, el tomo mi cintura levantándome, mis piernas se enrollaron al rededor de el y mis manos ahora estaban en su nuca profundizando el beso, camino hasta su escritorio y me apoyo en este, sus manos me dejaban caricias en los muslos, luego se separó y me miró.

- No quiero que te confundas más, solo quédate a mi lado y las cosas se arreglaran solas, espera un poco ¿Si?- Hablo el sin dejar sus caricias.

Yo por ti esperaría una eternidad de ser necesario.

Asentí mientras buscaba aire, pero no me dejó tomar mucho cuando se inclino y nuevamente me beso, pero de una forma más tranquila, sus labios dejaban un ratos de besos hasta mi cuello en dónde se quedó un momento.

- Shi Oh, alguien puede entrar...- Hablé suspirando.

- No lo creo, de igual forma no me importa, mejor para mí.- El estaba concentrado dejando besos en mi cuello y tanto el como yo lo estábamos disfrutando.

- ¡Ay! Que haces, no me muerdas tan fuerte.- Dije sonrojada.

- Lo siento, no lo haré tan fuerte.- Dijo el sonriendo, iba a seguir con sus besos pero sonó su celular. Con un suspiro de enojo contesto con voz gélida. Mientras tanto yo me acomode la ropa y cabello, para lucir presentable de nuevo, me toque el cuello, en dónde el me había mordido y eso dejaría una marca, suspiré negando con una sonrisa y me acerque a el que ya había terminado de hablar por teléfono.

- ¿Paso algo?- Dije al notarlo un poco tenso.

- Robaron uno de los camiones de entregas que se dirigían a Rusia.- Dijo con enojo.

Me sorprendí ante esa declaración y asentí comprendiendo la situación.

- Regresaré a trabajar, le diré a Yoon que venga, ¿Te parece?- Le pregunte mientras estaba en la puerta. El solo asintió.

El resto del día no lo ví, supuse que estaba ocupado lidiando con eso y no lo quise molestar, así que solo me concentré en hacer mi trabajo, a la hora de salida iba hablando con una compañera, nos llevábamos muy bien, pero de pronto recibí una llamada.

- Ve al estacionamiento de la empresa.- Era Shi Oh.

- Está bien, ahora voy.- Respondí y me despedí de mi compañera yendo al estacionamiento. Cuando llegue reconocí la camioneta en la que se trasladaba Shi Oh por lo que me acerque a esta y subí.

- ¿Que necesitas?- Le pregunte, pensé que sería algo relacionado con el robo.

- Vamos a cenar, es tarde y aún no has comido.- Me dijo con una sonrisa.

- Claro, pero creí que estarías ocupado con lo del robo.- Hablé confundida por eso.

- No te preocupes, eso ya está solucionado, ahora vamos a cenar.- Dijo el tomando mi mano, yo le sonreí y fuimos al restaurante.

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DecisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora