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—¿Dónde está la niña más bonita de este mundo?— Jake se acercó, abrazándola por detrás.

—Hola, Jake.— Sage sonrió, pero su sonrisa seguía siendo algo amarga. Desde que hace días se dió cuenta con quién salía su amiga, se encontraba bastante intranquila.

—¿Estás bien?

—Si, todo bien.

—Okay, no te voy a obligar a decirme que no lo estás. Si algo te molesta, dímelo cuando lo sientas necesario, ¿bien?

—Bien.— El ánimo de ella se levantó un poco.

—Oye, ¿no quieres escaparte?

Sus ojos se abrieron con sorpresa.

—¿Saltarnos clase?

—No te preocupes, yo me aseguraré de que consigas los apuntes que te pierdas. Y sólo será hoy.

—Bien, pero si nos descubren...

—No lo harán, ven aquí.— Tomó su mano de forma decidida y tras abandonar el edificio, le abrió la puerta del carro.

—¿A dónde vamos a ir?

—Es una sorpresa.

—Si me muero va a ser tu culpa.

Se rió.

—Si te mueres tú me muero yo.

—Que conste.

Tras un rato, se pararon en un edificio alto.

—Aquí es.

—¿Aquí?— Preguntó ella, algo dudosa. Jake, al notarlo, se acercó a ella con una sonrisa.

—Confía en mí.— Susurró.

No había nada en el lugar, solo un montón de escaleras que llevaban a la terraza, en la cual había un bonito jardín botánico.

—¡Que lindo!— Exclamó emocionada, inconscientemente tirando del brazo del contrario. Él solo se rió ante lo adorable que le parecía.

Se sentaron en una esquina del sitio, mientras comían y hablaban de lo que fuera.

—Oye.— Habló él, cambiando su tono a uno más serio. —Sé que te dije que no insistiría, pero me preocupas, y mucho. ¿Porqué estás tan... bueno, así?

Sage dejó salir un suspiro. Sabía que no iba a poder evadir el tema por siempre.

—Estoy segura de que sabes que no me trataban de lo mejor mis anteriores compañeros.

Jake asintió.

—Uno de ellos está en la escuela. No sé si esté aquí por mi causa, Jiyoon me dijo que lo más probable es que sí, pero el caso es que eso me causa ruido y no puedo decir nada, porque él es el novio de Saebom.

—¿Enserio? ¿Y ella sabe?

—No le he dicho. Por eso mismo. Ella se ve muy feliz con él.

—Pero si te causó un daño...— Tomó aire. —Dime quién es. Es probable que tenga una charla con él.— Dijo, decidido.

—No quiero meterme en problemas.

Suspiró, para luego tomarla en sus brazos.

—Está bien. Pero trata de ya no sentirte así, y recuerda que cualquier cosa me tienes a mí, ¿okay, bonita?

—Okay.

Esa ola de seguridad que sentía Sage al estar con él, era algo tan reconfortante. Eso era lo que Jake se propuso desde un principio : protegerla a toda costa.

—Jake.

—Dime.

—¿Qué hice para merecerte?

Él sonrió.

—Nada hiciste. Piensa en mí como algo lindo que el universo te mandó para recompensarte todo lo malo por lo que pasaste.

Sage se rió.

—¿Viste? ¿Seguro que eres real?

—Si soy real, pero por tí haría cualquier cosa.

—¿Sabes volar?

—De hecho, cuando tenía 12 años mi tío me enseñó a manejar su helicóptero. Así que, si, técnicamente, sé volar.

Ambos se rieron.

—Eres tan perfecto...

—Tú también...— Correspondió, acercándose a su rostro, pero la chica lo detuvo, dejándolo confundido.

—Jake, no sé besar...— Habló, con cara preocupada. Él sólo se rió.

—¿Te enseño?

Sage no pudo evitar sonrojarse.

—Listillo.

—Oye, ¿qué horas son?— Preguntó él.

—Las 12:42.

—¡En la madre! Vámonos, hay que llegar antes de la salida para pasar por el registro.

—Ay, tan a gusto que estábamos.

—Otro día te traigo con más tiempo, ¿va?— Dijo, depositando un beso en su mejilla.

—Oki.
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—Heeseung, es hora de que hablemos seriamente.— Sunghoon se acercó, decidido.

—¿Sobre qué?

—Disculpame, de verdad, ¿Está bien? Me porté como un pendejo.

—Quiero que me mires a la cara y me digas que lo sientes por decir algo tan asqueroso sobre mi chica.

—Que ridículo.

—¡Exacto! No lo sientes. Sunghoon, admite que no sientes nada de culpa. Sólo quieres que te perdone para poder sacarte un peso de encima.

—¿Te pones así sólo porque dije que tu novia era una ofrecida?

—¿Que yo qué?— Preguntó Jiyoon, con indignación en su voz, apareciendo por detrás.

—Jiyoon...— Se interpuso Heeseung.

—Heeseung, ¿porqué él está diciendo ésto?

—Porque es verdad. Tú te le arrimaste a Heeseung ese día.— El pelinegro se cruzó de brazos.

—Estaba bebida, y fue para ayudar a mi amiga a sacárselo de encima.

—Y aprovechaste y te quedaste con él porque te convenía, ¿verdad? Mírate antes y mírate ahora. No eras nadie sin él, acéptalo.

—¿Qué te pasa?— Habló Heeseung, alterado.

—A ver, mi rey, aclaremos algo. Yo amo a Heeseung. Pero decir que no era nadie sin él es una burla. Soy una mujer digna y perfectamente me sé valer por mi misma.

—¿Okay?— Respondió él, en tono burlón.

—Yo no voy a discutir más contigo. Me das asco, y lástima. Pobre de tu mamá.

Sunghoon bufó.

—Como sea.— Se alejó de ahí. Heeseung y Jiyoon se quedaron ahí, en silencio, sin verse a la cara.

—Jiyoon, yo...estoy muy apenado, perdón por no...

Ella no lo dejó terminar, simplemente se acercó a él y lo besó. Un beso que decía más que mil palabras.

—Te amo.

—Yo más, mi amor. Tú no eres nada de lo que él dijo. Te acercaste a mí por casualidad, pero fue la casualidad más bonita de mi vida. Y no te cambiaría por nada del mundo.

Rió.

—Yo tampoco.

𝐀𝐑𝐄 𝐘𝐎𝐔 𝐅𝐎𝐑 𝐑𝐄𝐀𝐋? ★ Jake Sim.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora