𝐀𝐑𝐄 𝐘𝐎𝐔 𝐅𝐎𝐑 𝐑𝐄𝐀𝐋? ★ Jake Sim.

24

Finalmente era el último día de clases, al día siguiente sólo tenían el baile de fin de curso y todo se habría terminado finalmente.

Toda la escuela, más que nada los alumnos de último se habían tomado las últimas dos horas clase para despedirse de sus amigos, firmar sus camisetas y anuarios. Mientras que los de otros grados estaban nadamás ahí, aprovechando para no hacer nada.

Sage se encontraba sola porque Jiyoon se había escapado con Heeseung, Saebom estaba probablemente metida con Seunghan en algún lugar y Sunoo, a sorpresa de nadie, había faltado ese día. Jake llevaba medio día buscándola, hasta que la vió apoyada contra un casillero, algo alejada de los demás estudiantes.

—¿Qué traes?— Le preguntó.

—Estoy aburrida.— Respondió ella.

Jake se rió de su expresión de pocos amigos.

—¿Quieres irte?— Ofreció.

—¡Oye! Una vez lo hicimos y me dijiste que sólo sería una ocasión.— La chica frunció el ceño, cruzándose de brazos.

—Te mentí.— Sonrió de forma inocente.

—Mentir. Es lo único que los hombres saben hacer.— Bromeó. —Siempre me quieres sonsacar, mañoso.

—¡Ya! Es el último día, ni la mitad de la escuela está, nadie se dará cuenta.

Sage le puso los ojos en blanco, pero el contrario sabía que esa expresión en ella significaba "ganaste".

—¡Bueno! Pero ya te dije que si nos descubren, va a ser tu culpa.

—Si, hombre, si.— Asintió él, tomándole de la mano para encaminarse hacia la salida.

Primero se dirigieron al jardín botánico al que habían ido en su primera escapada, ahora se encontraban apoyados en el barandal que guardaba aquella azotea, pero ésta vez estarían ahí por más tiempo, sin tener que preocuparse.

—¿Cómo descubriste este lugar? Tengo la duda.— Preguntó Sage.

—¿Te enojas si te digo porque?— Respondió él, con cara de inocente.

—Ya te dije que no me molesta que hables de tus ex. Porque nosotros ya no somos novios.— Se rió.

—Auch, eso dolió, Moon.— Jake hizo un gesto, imitando una apuñalada en su pecho. —¿Tú cómo sabías que te iba a hablar de una ex?

Ella se le quedó viendo con una mirada obvia.

—¿Tan predecible soy?— Fingió una expresión de tristeza. —Bueno, ¡Si! Cuando pasó lo de la mamá de Yujin, yo hacía de todo para que ella ya no estuviera triste. No me sirvió, al final si me terminó.— Se rió. —La cosa es, en ese tiempo abajo de aquí se ponía un foodtruck donde vendían unas banderillas super ricas. Entonces vinimos a comprar, pero ese día yo me había salido de mi casa sin permiso.

Sage soltó una carcajada.

—¡No te rías!— La reprimió. —Estábamos comiendo bien agusto recargados en la pared, y que pasa un carro igualito al de mi mamá. Me tardé en reaccionar, Yujin se dió cuenta de que era ella antes que yo. Yo todo menso me dí cuenta hasta que ella me jaló para adentro del edificio para que mi mamá no me viera.

—¡Perdón por reírme!— Moon no podía parar de reírse de lo que él le había contado. —Pero es que... Okay, ya paro. ¿Entonces ahí decidieron ponerse a explorar el edificio entero?

—Si.— Él asintió. —Creo que fue bueno ver a Yujin recuperar su sonrisa, aunque fuera por solo unos minutos.

Sonrió. Okay, probablemente fue inmaduro e inconsciente de parte de Jake todo lo que sucedió, pero se notaba que en el fondo guardaba buenos sentimientos.

—Qué bien. Sabes... Si yo hubiera sabido en ese momento sobre el esfuerzo que hiciste por mantenerla feliz te lo habría agradecido siempre.— Sage dijo, mirando al piso con una expresión más seria. —Lo hago ahora. Porque ella de verdad se sentía súper mal en ese tiempo, es bueno saber que había algo... Que la ayudaba a escapar de todo. Yo nunca supe qué hacer por ella, simplemente decidí escucharla y ofrecerle un hombro para llorar.

—¿Te digo algo? Recuerda que tenía 15 años, era sólo un niño inmaduro. Luego de que terminamos tuve una etapa de rebeldía, y pensaba que las mujeres pedían demasiado y ofrecían poco. Estuve con malas influencias... Luego entré a la preparatoria y me hice amigo de Heeseung, Niki y los demás. Creo que inconscientemente se me pegaron sus mañas, y olvidé como se trataba verdaderamente a una chica.— Explicó Jake, avergonzado.

—Eras un adolescente... Eso no justifica que te hayas dejado influenciar por otros y olvidado tus valores. Pero lo importante es que te arrepientes de ello.— Habló la contraria, en un tono reconfortante. —¿Qué fue exactamente lo que te hizo volver al camino?

—Tú.— Dijo él sin dudarlo ni un segundo, Sage sólo se le quedó viendo extrañada. —Tú fuiste. Antes de ti, yo veía a las chicas como... Inferiores y fáciles de engañar, por eso acepté fácilmente que me pagaran por salir con alguien. Contigo. Pero entonces... Te ví de otra manera. Tu inocencia no me pareció tonta. Tu mirada no me pareció falsa. Tu belleza no me pareció superficial. Nada en ti me pareció inferior ni fácil de engañar. Al contrario, ví en ti algo que no había sentido nunca. Al principio me juzgué a mi mismo y creí que era un tonto por tener pensamientos tan cursis hacia una niña. Pero... Convivir contigo me hizo darme cuenta de que eso no era algo malo. Amar no es malo, yo tenía un mal concepto de ello.

Ella se quedó callada. Fue muy repentino el giro que tomó su conversación, y más porque Jake no se había nunca abierto tanto con ella.

—¿Hablas enserio?— Preguntó.

—Si, si hablo enserio.— Respondió él.

—Yo no sabía de eso... Por un momento creí que yo fuí un capricho tuyo. Luego me lo explicaste todo, pero me imaginé que simplemente te habías enamorado y ya...

—Te he dicho que no es sólo un enamoramiento.— Jake suspiró. —Yo te amo. Si, lo sigo haciendo. Ni siquiera he intentado dejar de amarte porque sé que eso es imposible.

Sage estaba sin palabras. De verdad, era como si éstas llegaran a su boca y se regresaran al no poder salir.

—Jake, esto...

—No me respondas si no quieres.— Dijo él. —Me basta con que me escuches y sepas cómo me siento.

—¿Qué pasa si yo me siento igual?— Preguntó ella.

Sim soltó una pequeña risa, algo amortiguada por su respiración. Su mirada se había vuelto mucho más dulce desde hacía un buen rato.

—Pasa ésto.— Habló, para después inclinarse peligrosamente cerca de Sage y colocar un mechón de cabello tras su oreja. Luego de reunir todo su coraje, finalmente posó sus labios sobre los de ella, tan delicadamente como si pudieran romperse.

La chica se quedó atónita por unas tantas décimas de segundo, pero al final devolvió el beso con la misma suavidad.

La tensión de los primeros momentos se rompió en unos segundos, los brazos de Jake rodeaban la cintura de Sage mientras que ella tenía un brazo tras el cuello del chico y acariciaba su cabello con su mano libre.

Luego de un rato se fueron separando, quedandose mirando frente a frente, aún en la posición anterior, tanto atónitos como satisfechos con lo que acababa de pasar.

—Tramposa, tú me dijiste que no sabías besar.— Habló Jake, en un tono casi susurrado.

—Tenía una idea sobre cómo, pero fingí que no sabía nada porque me daba pena hacerlo contigo.— Respondió ella, riéndose en voz baja.

Él simplemente sacudió su cabeza, sonriendo con ternura.

—Sage Moon, que sepas que ya no voy a dejarte ir nunca jamás.— Susurró, acercándose un poco más y juntando su frente con la de ella. —Por nada del mundo.

—Yo no dejaré que me dejes ir.— Susurró ella de vuelta, manteniendo su mirada suave. —Así que no te preocupes por eso.

Horas que parecieron segundos se fueron así para ellos, aún en los brazos de el otro y susurrándose cosas bonitas, bajo la promesa ya hecha de no volver a separarse.