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Había sido una semana divertida, pero Sage decidió que quería volver a casa porque no pensó que no podría evitar a todos para siempre, además de que extrañaba a sus amigos y la escuela empezaría de nuevo.

—¿Estás feliz?— Amy se sentó en la esquina de la cama donde Sage se encontraba empacando sus cosas. Ésta asintió en respuesta, sonriendo levemente.

—Muchísimas gracias por dejarme estar aquí aunque hayan sido sólo unos días. No logré superar por completo a ya sabes, pero al menos gané dos amigos ahora.

La mayor se rió un poco.

—¿Seguirás evitando a Jake?

—El es en lo último que quiero pensar ahora, siendo honesta.— Concluyó —Y todavía no me voy. Hay algo que había querido hacer desde hace tiempo, y que mejor que hacerlo ahora.— Dijo, sonriendo de forma decidida.

—¿Sage?— Theo habló, desde afuera de la habitación al mismo tiempo que tocaba la puerta.

—Pasa.

El chico entró.

—Quería decirte que ayer que te fuiste y me quedé solo con Hailey, pues... Tú sabes.— Se tapó la boca rápidamente al ver las expresiones sorprendidas de las dos —No, espera, no eso. Simplemente estamos saliendo.

Sage sonrió y se levantó de golpe.

—Te lo dije.— Habló, satisfecha.

—¿Ya te vas?— Preguntó él.

—No todavía, acabo de decirle a Amy que aún quería hacer una última cosa.

—Oh. Y...¿vamos a seguir en contacto?— Se rascó la nuca.

—Obvio que sí.

Los dos sonrieron.

—Bueno, bye, quizás no te vea cuando te vayas, así que, buen viaje.— Dijo, para salir del cuarto.

—Veo que en vez de ligartelo te convertiste en su consejera amorosa.— Molestó Amy.

—Prefiero mil veces eso, además de que él también me ayudó a intentar que Jake se pusiera celoso. No lo logramos, pero pues me ayudó.

La mayor se rió de las ocurrencias de los dos jóvenes.

—Bueno, ahora sí, voy a hacer lo que te dije.— Se despidió la menor, con emoción.

—Que te vaya bien.
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Un día después de aquello, de pura buena (o mala) suerte, Jake fue con su mamá al aeropuerto a recoger a unos familiares.

—Hijo, espérame aquí, voy al baño.— Habló la mujer, para ir en dicha dirección.

El muchacho soltó su celular un momento para estar al pendiente mientras su mamá no estuviera. Simplemente se dispuso a mirar a todos lados. Entonces fue que la vió a lo lejos. Al principio pensó que debía estar alucinando, pero esos ojos los reconocía perfectamente.

Sage había vuelto.

A parte de que contrario a la última vez que la había visto, ahora sonreía, él notó en ella otra diferencia : su cabello era rojo, lo cual de alguna manera la hacía ver más segura y atractiva al caminar.

Sus ánimos se animaron con solo saber que estaba ahí, y quería acercarse, pero entonces recordó que ella no lo quería ver ni en pintura. Además de que él estaba ahí por otra cosa. Simplemente supuso que tendría que conformarse con quedarse a admirarla hasta que llegara su madre a sacarle de su trance.

¿O tal vez no?

Es decir, podría intentar acercarse y si ella le pateaba la cara sabría que ya no lo haría. Tan difícil no era.

Si, iba a hacerlo.

Tomo una gran bocanada de aire y una vez vió que Sage se desocupó, se acercó en dirección a ella.

Cuando ella lo divisó, también creyó que su mente le estaba haciendo una mala jugada. Pero no. Simplemente dejó salir un suspiro de cansancio. Jake era la última persona que quería enfrentar. Más bien, a la única que no quería enfrentar en lo absoluto.

—Hola, Sage...— Habló él, con pena.

—Hola.— Respondió la chica, de la forma más cortés que pudo.

Hubo unos segundos de silencio.

—No espero que me perdones, sólo quería decirte que lo siento mucho. Sinceramente.— Continuó, sin mirarla a la cara.

—Yo te entiendo. Perdóname a mí por exagerar. Era obvio que iba a suceder algo así. No sé ni para que me confié tanto.— Devolvió ella, de forma seca.

—No, a ver.— Jake se colocó frente a ella, mirándole directamente —Yo no soy así, ¿okay? No es por hacerme la víctima, simplemente es la verdad que yo acepté el dinero porque desde que mi papá falleció nada ha sido fácil para mi mamá y para mí. No la he visto sonreír desde entonces. Y... estaba muy desesperado. Sé que estuvo mal, en general. Debí haberme ocupado de buscar un trabajo o algo así. En ese momento no lo pensé de esa manera. Y entonces fue que...te conocí a ti y todo cambió, me hiciste ver el mundo de otra manera y...— Suspiró, luego de contener sus lágrimas un buen rato —Lo siento tanto, Sage. Siento tanto haberte decepcionado.— Concluyó, ya llorando de remordimiento.

Ella miraba directo al piso. No tenía palabras. Claro que Jake tenía razón, lo que hizo fue muy feo. Pero, se escuchaba sincero....

—Jake, mira. Si es lo que te hará sentir más tranquilo...yo te perdono. Pero que sepas que ya nada será igual entre nosotros. Perdiste por completo la confianza que te tenía.

Él suspiro.

—Quiero ganarla de nuevo.— Dijo. —Dime que por lo menos podré conservar tu amistad. Sólo eso te pido.

Ella se mordió la lengua, dudando.

—Está bien.— Contestó. —Oye, ya no llores.— Su voz se suavizó, al mismo tiempo que le dió unas palmaditas en la espalda al chico. —¿Esa no es tu mamá?— Preguntó, al verla desde lejos, buscándolo.

Él la buscó con la mirada, una vez lo confirmó, rápidamente se secó las lágrimas.

—Si es. Eh, adiós.

—Adiós.— Se despidió con la mano. Dudando si habría sido buena idea volver a mantener contacto con él. Pero la verdad se sentía bien haberlo perdonado. Era como parte de sanar por completo, pensó.
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HOLAAA estamos acercándonos al final de la historia, por eso estos capítulos han sido mucho más cortos
¿qué piensan? ¿todo bien? gracias nuevamente por leer, espero que la estén disfrutando mucho :3

𝐀𝐑𝐄 𝐘𝐎𝐔 𝐅𝐎𝐑 𝐑𝐄𝐀𝐋? ★ Jake Sim.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora