Sage Moon es una adolescente de 17 años que, si algo tiene claro, es que para ella un "me gustas" no es más que un sucio insulto. Esas dos palabras habían sido desde que recuerda, usadas cruelmente contra ella. No entendía porque, pero parecía que ella era la única muñeca con la que nadie quería jugar. Parecía que tan solo acercarse a ella era, sin exagerar, como un castigo para sus compañeros de clase, literalmente, uno de los retos que solían poner en "verdad o reto" era declararsele, y obviamente nadie lo hacía de buena fé, pero parecía ser muy gracioso para todos esos tontos de primero de secundaria. ¿Eso le gustaba? Para nada. ¿Estaba acostumbrada? Claro que sí. A este punto ella estaba totalmente convencida de que nunca nadie podría quererla, o al menos tomarla en serio. Sus hermanas mayores juraban que aquellos que le hacían eso solo sentían una cosa por ella : envidia. Porque si, Sage era sumamente bonita. Pero para la pobre chica era difícil verse con esos ojos. En fin, hoy era su primer día en su nueva escuela, al fin dejaría de ver a los mismos idiotas de siempre.
—Hola, tú debes ser Sage Moon, ¿Cierto?—Habló una chica que Sage juraba que tenía voz de comercial.
—Si, soy yo—Respondió la mencionada.
—Mucho gusto, soy Park Saebom. La directora me pidió que te mostrara el edificio.
—Oh, si, muchas gracias.—Saebom le hizo señas para que la siguiera, a lo que la pelinegra correspondió.
—Oye, ¿te parecería sentarte con mis amigos y yo en el receso? Sólo si gustas.—Ofreció Park, manteniendo una sonrisa amigable todo el tiempo.
—Claro.—En el rostro de Sage se formó una sonrisa. No se esperaba que esta chica se comportara tan amigable con ella. Después de un rato, ambas chicas se dirigieron al salón y luego de unas cuántas clases, llegó la tan esperada hora del receso. Saebom dirigió a Sage a una mesa donde habían una chica y un chico, que parecían esperar por ella.
—Que admirable, Bomi, recolectando niñas nuevas.—Habló el chico, sonriendo pícaramente.
—Cállate.—Le respondió Saebom, con una sonrisa.-Ella es Sage, es linda persona.
—Hi girl!—Saludó esta vez la niña, sonriéndole alegremente a la recién llegada—Soy Jiyoon, y el homosexual de por aquí es Sunoo.—Indicó señalando al chico que estaba a su lado, quien solamente le mostró un side eye, haciendo reír a Sage.
—Es un gusto conocerlos.—Respondió Sage, con una sonrisa.
—Mira, ahí vienen unos pendejos.—Habló Jiyoon, rodando sus ojos mientras observaba a dos chicos acercarse.
—Hola, oye, ¿eres la nueva, verdad?—Se dirigió uno de ellos a Sage, mientras el otro sonreía, haciendo que la susodicha supiera a dónde iba esto. Tomó aire antes de responderles secamente.
—Si, soy la nueva.
—Ahh, es que, a nuestro amigo de por allá te le haces linda, pero le da pena decirte.—Señalaron a un chico que los intentaba fusilar con la mirada. Rayos, aquí vamos de nuevo.
—Mira, la verdad no me interesa, así que agradecería que por favor se retiren los dos.
—Pero es en se-
—¿Ustedes no entienden? Les dijo que se fueran.—Se levantó Jiyoon, con una cara furiosa.
—Uy, qué genio.—Concluyó el otro de los dos chicos, para luego alejarse los dos, dejando cabizbaja a Sage. ¿De nuevo? Esto no podía estar sucediendo.
—No te preocupes, Sage. Son unos malditos. Creen que todos están locos por ellos pero en realidad le caen mal a medio mundo.—La consoló Jiyoon.
—Es verdad, traen por detrás a pura pendejita igual que ellos.-Habló esta vez Sunoo, casi gritando para que los desgraciados lo oyeran.
-Oigan, vamos al baño.-Ofreció Saebom.
-¡Si! Aquí tienen a su mensito que las sigue a todos lados.-Agregó Sunoo.
-¿Vienes, Sage?-Preguntó Jiyoon.
-Aquí los espero.-Sonrió mientras los observaba irse entre risas, hasta que una voz la sacó de su burbuja.
-Oye.-Volteó para ver de quién se trataba y al darse cuenta su expresión se tornó seria. Era el mismo al que aquellos dos chicos habían señalado cuando se acercaron a ella.-Perdón por lo de ahorita, no era mi intención que te sintieras incómoda.
La expresión de aquél chico parecía sincera, pero quizá Sage para ese momento ya era bastante insegura.
-No te molestes en pedirme perdón. Sólo dime ¿Fue verdad lo que dijeron ellos?-Preguntó, sonando claramente molesta por lo sucedido.
-¿Que te me haces linda? Eh, bueno, sí. Sí es cierto. Repito, no quiero que te sientas incómoda.
-¿Seguro? No quiero ser molesta, pero todo esto me resulta muy extraño.
-¿Extraño? Con todo respeto ¿No te haz visto a tí misma? Eres bonita, debieron habertelo dicho antes, al menos una vez.
-Pues, gracias, no lo habían hecho.-Respondió Sage, ahora con cierta timidez y sorpresa en su voz. No sabía cómo reaccionar. Quizá mucho le debieron haber pagado a ese niño. O quizá realmente lo pensaba. Y quizá debía dejar de ser tan insegura porque estaba empezando a caerse mal hasta a ella misma.
-Eh, ¿Podría saber cómo te llamas?-El chico sonrió amablemente.
-Sage. Me llamo Sage Moon.
-Ahh, qué lindo nombre. Yo soy Jake Shim.
-Mucho gusto, Jake. Disculpa, tengo que irme ahora.
-Espera.-Él la detuvo.-Una última cosa. No me quiero ver metiche, pero creo que deberías ser más segura de tí misma.
-Gracias.-Sage continuó caminando, aquellas palabras la pusieron a pensar. En realidad, todos los últimos 5 minutos lo hicieron. Estaba tan acostumbrada a ser protagonista de esas situaciones en broma que ya no podía tomarlas en serio. Estaba segura de que algún día ese muchacho iba a venir y decirle que todo era una apuesta o un juego, y luego iba a alejarse para reírse con sus amigos mientras ellos le dicen "Buena esa, hermano". Y este era sólo el primer día. Entonces la pobre chica entendió que, en efecto, no había servido de nada cambiarse de escuela. Ahora tendría que lidiar con idiotas diferentes.
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𝐀𝐑𝐄 𝐘𝐎𝐔 𝐅𝐎𝐑 𝐑𝐄𝐀𝐋? ★ Jake Sim.
FanficSage está harta de ser usada por los chicos como una maldita apuesta cada que tienen oportunidad. Pero, ¿Qué pasaría si no todos tienen esas egoístas intenciones con ella? Iniciada : 22/12/23 Finalizada : 30/08/24