33- Percy.

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—Apolo ¿Qué sucedió? —exclamé preso del pánico.

El Dios sostenía a Andy en sus brazos y dejó de motivarla. Qué estaba pasando por qué no seguía.

—Apolo —grité y Andy se incorporó tomando una gran bocanada de aire.
—Hermanita —la abracé quitandola de los brazos del dios.
—Urano... ¿Qué paso? —cuestionó con la voz agotada.
—Ayer lo derrotaste y la guerra terminó, con el cetro lo envíamos al Tártaro. No saldrá de ahí —informé sintiendo sus latidos de nueva.
—¿Me perdí de eso? —Bromeó.
—Igual de una pedida de noviazgo muy improvisada —dijo Nico alzando su mano, mostro una anillo hecho con alambres de oro.
—No puede ser, me perdí de lo mejor —exclamó.
—Bueno, pensamos que íbamos a morir, no quería irme de este mundo sin ser novios —exclamé—. Necesito cambiar ese anillo.
—No eres el único que hace confesiones al borde de la muerte —exclamó Andy mirando al dios.
—Necesitabas saber la verdad —dijo apenado.

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—Vamos Nico, antes de que salga otra profecía —gritó Andy.
—Percy —llamó Apolo.
—¿Si?
—Puedo hablar con ella unos minutos —cuestionó mirando a la chica que subía maletas.
—Claro, iré a buscar a Nico —dije y él dios se acercó a mi hermana.

Entré a la cabaña observando como mi ahora novio guardaba cosas en un cofre pequeño, al estar más cerca noté que eran cartas y caracoles que yo en algún momento le había regalado.

—Eso es demasiado cursi para un hijo del Inframundo —exclamé y él rio.
—¿Quieres que hablemos de lo mucho que lloraste cuando viste morir a un pez? —cuestionó
—Hey, es prácticamente familia. Obvio iba llorar —me quejé y él se dio la vuelta para mirarme con una sonrisa.
—¿Crees que nos irá mejor? —cuestionó.
—Por lo menos sé que seremos dueños de nuestra vida —dije

Por una vida juntos, entonces —dijo tomando el cofre, tomé sus maletas para salir con él.
—Mira —indicó y observe lo que veía.
—Ve y conoce el mundo, descubre quien eres y lo que quieres y si decides que es a mí a quien quieres. No me interesa joder al destino por nosotros. —Apolo se inclinó para darle un beso en la frente a Andy.
—Agg —miré a otro lado, ver como coqueteaban con mi hermana no era algo lindo.
—Tranquilo papá celoso, ese papel es de tu padre —dijo Nico tomando mi mano.
—Hey —gritó Andy—. Vamos que necesito navegar el bote de mamá de nuevo.

Nos acercamos terminando de subir las maletas, Apolo se despidió de Andy con un beso que evite ver por su pasión descubierta por sus sentimientos que ahora ya no eran manipulados por ningún dios, solo eran reales.

—Nos vemos en el verano, Sole —exclamó divertida.
—Estaré esperándote estrellita —dijo y pude ver como Luke se aproximaba.
—Con tantas despedidas, no creo irnos hoy.
—Igual te voy a extrañar Jackson —exclamó Luke abrazándome, luego a mi novio. Y se detuvo frente a Andy—. Adiós, espero que sepas que siempre serás mi mejor amiga.
—Si claro —dijo con sarcasmo el dios, haciendo reír a ambos.
—Hey, no es mi culpa que nuestros sentimientos hubieran sido manipulados —dijo Luke y le dio un beso en la mejilla a la chica—. Me alegra que puedan ser felices, y que yo deje de ser un titere —dijo riendo, era agradable ver como todo había tomado un rumbo de paz y felicidad.
—Bueno, andando —dijo Andy.
—Nos vemos en el verano, santorini los espera —dije.

Dimos marcha viendo como nuestros amigos se perdían en el horizonte.

—Que suerte que tengo a dos hijos del mar de protección —dijo Nico y lo apreté en mis brazos para darle besos en su mejilla.
—Ya eres como un hijo del mar —dijo Andy—. Opino que como primera aventura sin ser semidioses sea ir a un casino.
—Y perder todo nuestro dinero, yo creo que no. Capaz nos quedamos siglos ahí —exclamó Nico.
—Oh vamos, será divertido.
—Podemos retar nuestros miedos y tirarnos de paracaídas —opiné.
—Te recuerdo que Zeus no está muy contento con la relación que tenía con su hijo.
—El sol igual está en el cielo, él te va cuidar.
—¿Piensas darle otra oportunidad? —cuestionó Nico.
—Lo decidiré en el verano, mientras puedo ver muchos europeos guapos.
—No creo que ninguno de esos iguale a un dios como Apolo —dijo Nico y Andy asintió.
—Hey, eso que significa
—Ay Perseo, tú no cuentas. Eres casi como un dios, no eres un mortal como esos —dijo dándome un pequeño beso en los labios.
—Es cierto, Apolo es demasiado sexy a comparación de los europeos —exclamó rendida.
—Bueno los europeos tal vez tengan algo que él no —animó mi novio, Andy lo pensó.
—No lo creo. Lo he visto desnudo, a ese hombre nada le falta
—Aggg qué, yo no quiero saber eso —me tapé los oídos alejándome de esa conversación.
—Vuelve aquí sirenito, tú hermana igual tendrá sexo y es normal —gritó.
—No gracias, prefiero no saberlo.
—Necesita que le quites la virginidad para que ya no le de pena hablar del sexo.
—¡Andrómeda! —exclamé.
—Tienes razón —dijo Nico.

Por suerte ellos no me veían, porque mis mejillas se enrojecieron. Esto era increíble, comenzabamos a ser simples personas paseando y disfrutando de la vida.

No podíamos borrar nuestras raíces u orígenes, pero podíamos vivir lo mejor posible disfrutando casa segundo y decidiendo que es lo que queremos vivir.

Y está aventura con mi ahora nueva familia era solo el comienzo.

Y estaba seguro que sería increíble.

Fin


























Holaaaaaaa, si tal vez no es lo mejor del mundo, pero lo mejorare cuando pueda. Los quiero muchísimo y les agradezco por ser pacientes y seguir leyendo.

Es la primera de muchas historias en este perfil sobre nuestros niños.

Si les gusta mi forma de escribir o les interesa leer algo de mí, los invito a mi otro perfil con mi historia que salió de mi cabecita con mis personajes
Y donde claro hay más historias percico jaja.

Los quieroooo
Byes😚💗

La caza de ErosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora