EL SEXY PROMETIDO DE GOJO-SAMA.

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Domingo por la mañana, un día soleado y con olor a rosas.

Es un maravilloso día, ese día era su día.

Nadie se lo podría arruinar, nada ni nadie, podría arruinarlo.

–¡Suguru! – que equivocado estaba, no se acordaba que un idiota peliblanco vivía con él  o él vivía con él idiota.

Como sea,  es mala suerte cualquiera de los dos casos.

–¡Suguru falta poco para que mi novio venga a vivir conmigo.!– Suguru rodó los ojos, su amigo era un exagerado de primera.

–Si aja. – siguió bebiendo su delicioso té de negro sabor durazno, Fuzetea si que los hacía deliciosos.

–¡Ayúdame a escoger que me voy a poner! – el Omega seguía gritando fuera de la habitación de Geto.

–Para que idiota, si vamos a estar en la escuela cuando él llege. – Satoru  siguió “llorando” fuera de la agitación de su best friend.

Suguru suspiro cansado.

Dejó su taza en la mesita y fue a abrirle la puerta a su tonto amigo.

Lo que vio cuando abrió la puerta fue a Gojo tirado en medio pasillo, a medio vestir y con cinco ganchos de ropa.

–Si “tu alfa” supiera que te vistes y desviste enfrente de tu amigo que pensaría. – Satoru miró a su amigo y luego se miró a él mismo.

–No sé. – se encogió de hombro y entró al cuarto.

Geto suspiro y solo lo dejo ser.

Satoru dejó todos los ganchos en la cama.

–¿Y bien?, que opinas. – el alfa se acercó a la cama y miró los distintos conjuntos.

– ¿Por qué trajes?, opino que deberías usar lo que siempre usas. – Satoru lo miró confundido.

–Así que quieres que piense que soy un atrevido, fácil y todos los términos despectivos. – Geto rodó los ojos, no le pagaban demasiado para soportar a su amigo, es más ni le pagaban.

–Ya pues dime qué tienes pensado, aunque no creo que te dejen faltar a la escuela. – Geto miró a su amigo desvestirse.

–La escuela es lo de menos, nunca he faltado así que no importa tanto, mamá está de acuerdo con que reciba a Toji. – Geto asintió, era verdad que a la madre de Satoru le gustaba el romance y todo eso.

–¿Y tu papá?.

–Pues dice que está bien, pero que pida todos los apuntes. – Suguru no dijo nada más y ayudó a su amigo a escoger su dichoso conjunto.

–Entonces este, es sencillo y no me muestra como un desesperado que quiere que lo marquen y lo embaracen a la primera, ¿verdad?.

–Sí, eso mismo. – Gojo suspiro aliviado, lo que menos quería era verse como un fácil.

Aunque si es, si por él fuera se entregaría a Toji en bandeja de plata, pero no se puede.

–Esa yukata te queda bien cielo. – Haruki entró a la habitación, traía una bandeja con varios pastelillos y tazas de chocolate.

–Ese azul hace resaltar el azul de tus ojos.

–De verdad. – se acercó al espejo y se miró de cerca.

–Sí pero no presumas. – Satoru le sacó la lengua a su amigo de manera infantil.

–Que maduro eres, así planeas conquistar a tu alfa. – Geto no se esperaba que Satoru se le lanzará.

Haruki río levemente, sus cachorros si que eran revoltosos, por que si, consideraba a Suguru como su cachorro.

–¡Aaah!, ¡duele!. – Satoru torcía su brazo con demasiada fuerza.

–Ya, Satoru lo puedes lastimar. – el Omega soltó a su amigo.

–Idiota, no ves que soy frágil. – Gojo rodó los ojos, su amigo era un  exagerado y luego dicen que él es el que exagera de más.

–Como sea, mi novio llegará muy pronto, así que tengo que ponerme más bello. – agarró sus cosas y salió en pequeños saltos.

–Aah, ¿qué voy a hacer con él?.

–¿Regalarlo?.

–Ya no se puede. – Geto sonrió con diversión.

–Pobre de usted, pero yo soy mejor hijo que el tonto ese. – Haruki asintió divertido, besó la mejilla de su cachorro y se despidió de él.

–Que descanses cachorro. – Geto suspiro, que le costaba a dios, mandarlo con ellos desde un inicio y no con los idiotas que lo engendraron.

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Toji se preguntaba qué es lo que hizo mal, tenía una tonta niña persiguiendolo por toda la mansión, hasta se llegó a meter a su cuarto para perfumar cada rincón.

Tuvo que ir con los padres de la chica, de verdad no quería hacerlo, pero le estaba colmando la paciencia y quería estar tranquilo cuando se fuera con su Omega.

Fue castigada muy severamente, dejar salir su aroma a cualquier alfa era un deshonra para la familia, fue enviada al calabozo, donde recibió su castigo, los Zenin eran así con sus Omega, cualquier falla eran castigados.

Eso es lo que menos quería para ella, pero que perfumara hasta la ropa de su maleta le causó tanto estrés como enojo, lo que la chica quería hacer era que Satoru oliera su perfume.

Sabía sus mañas, pero no caería en ellas, lavó toda su ropa y quemó la antigua maleta y se robo una, poco le importaba.

Pero lo que si llamo su atención era la actitud de Naobito, este era más amable con él,  lo que le pareció extraño, y tenía un porqué, se casaría con el próximo líder del clan más importante y poderoso, claro que quería algo pero no se lo diría y él no preguntaría.

Lo que sí le interesó en su momento, era por qué un Omega sería el líder y no un alfa, ese clan también era muy tradicional y de mente cerrada, que los hizo cambiar.

Pero su duda quedó resuelta cuando vio a su Omega, quedó encantado con su belleza más sin embargo fueron sus ojos lo que llamaron su atención, demasiado azules y su cabello también demasiado blanco, dicen que él clan Gojo porta una gran cantidad de peliblancos.

Pero el actual líder y padre de Satoru no era tan blanco, era un gris algo opaco, ¿o serían las canas?, bueno eso no importa.

Lo que sí importa que es que verá a su Omega todos los días, hasta su cortejo preparó,  tenía su cronograma y todo lo que haría con su Omega, claro sin llegar a lo íntimo, Satoru tenía apenas 17, claro que esperaría por él todo el tiempo del mundo, tampoco es un degenerado.

–Ya quiero que sea mañana. – suspiró levemente, su cabeza estaba recargada en sus fuertes brazos mientras miraba el techo de su habitación, estaba listo para dormir.

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Espero que les guste. ♡3♡