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9:40 de la mañana, todos sus compañeros estaban organizando sus cosas y él miraba como Satoru se sacaba los mocos

Lo maldecía mentalmente, el muy imbécil estaba tranquilo, mientras él iba a arriesgar su valiosa vida.

No más por que el idiota se postulo para ser profesor en la escuela, si no también sería enviado.

-¿Está bien, Suguru-san?. - el bonito Omega Yu se acercó a él.

-¿Eh?, claro yo siempre. - sonrió bromista.

Yu también sería enviado, pero Nanami no, se supone que Nanami será enviado a Osaka, al igual que Satoru, pero él es por entrada por salida, el que lleva el trabajo duro es Nanami.

-Suguru-san, cuando haya tiempo, espero poder hablar con usted. - Yu hablo con nerviosismo.

-¿Es algo malo?

-¡Eh!, no, claro que no o no se si para usted sea algo malo. - Suguru asintió, tenía la sospecha pero no diría nada.

-Bien. -Yaga interrumpió la plata de los estudiantes.

-Partiremos en una hora, traten de tener todo listo y otra cosa,
escuchado que Gojo no irá por favoritismo, y créanme, si por mi fuera, enviaría a este idiota solo, pero no se puede. - Gojo miró indignado a su profesor, se sentía el cariño que le tenía.

-Tks, ¿vez?, él me odia. - Suguru negó divertido, él sabía que el profesor quería a Satoru, a su manera, pero lo quería.

-No te odia, solo...solo piensa que eres un idiota presumido, egocéntrico. - Satoru chasqueó la lengua.

-Si, la que te odia es Utahime-sepai. - Shoko se acercó a ambos tontos.

-¿No que ya habías dejado el cigarro? - Shoko miró su cigarro y luego miró a Suguru.

-No estoy fumando, ni encendido está. - ambos asintieron.

-Como sea, es mejor ir por mis cosas, no quiero dejar nada.

-Pero...no más irán hoy y mañana se regresan, no es como si vaya a pasar algo. - Satoru sentía algo en su pecho, una sensación rara.

-Si, pero quiero estar preparado. - Gojo asintió no muy convencido, pero no le quedaba de otra, él estaría lejos de ahí y tenía que estar lo más tranquilo posible.

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Yumi se dirigía al bosque donde estaban los dedos de Sukuna, según recuerda.

Se sentía alegre, su Alfa regresaría con ella, pediría su cortejo y ...

-Oye, déjanos de estar soñando y vigila al chico. - el hombre miró a la niña por el retrovisor, suspiro, ¿por qué Naoya siempre le dejaba trabajos tontos?.

Al principio le pareció divertido, burlarse de una niña enamorada, pero no creyó que ese fuera su encargo, joder, odiaba mucho deberle dinero a Naoya.

Este lo hacía como quería.

Aunque sabe que con eso bajará su deuda.

-¡Ahg!, ¿por qué este alfa no dejaba de moverse?. - la niña miró frustrada al pelirosa, el cual no dejaba de moverse.

Yuki suspiro nuevamente, estaba a punto de enojarse, pero no podía arruinar nada, no con Naoya al tanto de la "misión".

Llegaron al bosque, desde ahí tenían que ir a pie, la camioneta no daría para más y se echaría de reversa.

-Baja.

Yuki bajó y se acercó a la cajuela, el alfa estaba retorciéndose, buscando escapatoria, pero las cuerdas estaban bien amarradas, solo se lastimaba su piel.

EL SEXY PROMETIDO DE GOJO-SAMA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora