EL SEXY PROMETIDO DE GOJO-SAMA.

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Las expresiones que tenían Toji y Satoru no tenía precio, uno con mueca de que no se tragaba esa coincidencia y el otro sonrojado hasta las orejas.

Era obvio que Satoru era el sonrojado, si Suguru lo viera se reiría de su cara y lo molestaría por el resto de su existencia.

Y Toji le maldecía a su lobo, como era posible que no se lo dijera que tenía un presentimiento o algo así, el olor de la estúpida Omega estaba por todo su cuerpo, como si se hubiera acostado con ella.

¿Qué pensaría su omega de eso?.

¿Qué es un degenerado?.

¿Qué ya tenía pareja?.

¡No!, no podía permitirse eso, pero obvio, como va tener pareja si él es su prometido, literalmente lo estaría ofendiendo con eso, y una guerra entre clanes se desataria y él quedaría en el medio, como un alfa degenerado, y mucho puntos en su contra…

Mientras Toji se quemaba las neuronas, Satoru estaba mirando los atributos que su futuro esposo le ofrece.

Para empezar, el condenado era guapo, era más alto que él, cosa que le gustaba( su 1.89 no era común en un Omega), le sacaba una cabeza, era musculoso, pero de esos musculosos sexy y no de los que parecen que tiene un millón de testosterona y lo más importante su olor, era adictivo, café y canela, si la canela hacia que su nariz pícara, pero lo animaba a embriagarse de él.

–¿Te gustan los dulces?. – si pregunta estúpida, pero importante.

–No, soy más de cosa picantes y comida casera. – Gojo hizo un puchero, pero era un punto a su favor, no tendría que compartir sus dulces.

–¿Como cuales?. – Toji lo pensó un poco.

–El curry¹, es picante y una de las comidas que puedes hacer con tu pareja. – Satoru ladeo su cabeza confundido.

–Pero hay muchas comidas que se pueden hacer en pareja.

–Pero no es complicado y otras comidas son estresantes para quien lo prepara. – Saturo miró con ojos brilloso a Toji, ya se imaginaba y una noche cocinando con él.

Toji miró la cara del Omega, era muy blanca, sus ojos y pestañas lo hacían ver hermoso, pero sus ojos no fueron lo que le llamó la atención, fueron sus labios, rosados y grueso, brillos como si le pidieran que los  besara.

–Gojo-san pide que regresen a la comedor, la cena se servirá. – Toji soltó un pequeño gruñido, lo suficiente bajo para que el Omega y el beta no lo oyeran.

–En seguida vamos. – Satoru respondió por los dos.

El beta hizo una reverencia y se retiró.

–Papá está pidiendo nuestra presencia, ¿vamos?. – Toji asintió y siguió al Omega.

Gojo no perdió la oportunidad de abrazarse al brazo del alfa, acción que hizo que Toji sonriera satisfecho.

Caminaron por los pasillos hasta el comedor, donde el jefe Gojo y El jefe Zenin hablaban, los Omegas tenían también su plática, que para Toji esta era la más interesante que la de los alfas.

–¡Oh!, veo que ya se llevan bien. – la madre de Satoru sonrió al verlos.

–Eso es bueno, después de todo van hacer esposos. – Keiko miró a la pareja tomar asiento.

La comida fue servida, las familias tomaron lo que les gustaban y lo llevaron a su plato.

–Toji-kun, ¿tiene un puesto fijo en el clan?. – Tanto Toji como Naobito se congelaron, Toji desde hace mucho fue expulsado del clan.