EL SEXY PROMETIDO DE GOJO-SAMA.

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《Horas antes》

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¿Está seguro aceptar el compromiso?, digo tu siempre haces lo que te da la gana. – Suguru miró con duda a su amigo, siempre era lo mismo, sus padres le obligaban hacer algo por que el ‘niño’ no quería hacerlo.

–Si, claro si esta guapo, si esta igual que Nanamin, entonces no. – Satoru miró al mencionado que jugaba con los cabellos de su Omega, el cual acariciaba a un pequeño gatito.

Suguru rodó los ojos, ya se le hacía mucha belleza que aceptara.

–Eres increíble.

–Lo sé, dime algo que yo no sepa. – Suguro miró a su amigo.

–Tu cabello te hace ver como un anciano. – la voz de el pelirubio los voltear.

–¡Nanamin!, eso no se le dice a un Omega. – Gojo le reclamó a Nanami, Suguru solo soltó una carcajada, Nanami lo dijo pero él lo pensó.

–¡Suguru!, no te rías. – Satoru se aventó al alfa pelinegro.

–Hacen llorar a un pobre Omega, son malos alfas. – Nanami no dijo nada solo se fue de ahí, no estaba para soportar a un Gojo llorón.

–¡Oi!,¡Nanamin!, ¡ven a disculparte con tu superior!. – Él alfa rubí no dijo nada solo le tiró el dedo del medio y siguió caminando.

–Ya Satoru…– Suguru acariciaba los cabellos de “pobre” Omega llorón.

–Yu necesita un mejor alfa, ese que tiene es una estatua andante. – Satoru limpio sus lentes, están tan sucios que ya ni podía ver, o eso le dijo Shoko.

–¿Qué vas hacer si el hombre es un mujeriego?. – Geto estaba preocupado por su mejor amigo, este podrá ser el más poderoso de todos, pero en algunas cosas era muy infantil y tonto.

Tanto que aceptar un matrimonio así por que si, era demasiado preocupante.

–Pues… arruinarle la vida, no va pasar nada malo, te preocupas de más. – Satoru miró a su amigo.

–Es que…eres muy tonto, que tal si es tu pareja destina o peor ¿y si no lo es?. – Gojo sonrió burlón.

–Pues, me toca aguantar, ¿no?. – Geto suspiro.

En la tarde conocerás al prometido de su amigo, sip, estaba invitado, Satoru era muy infantil al querer invitar a otro alfa, pero sus padres no dijeron nada.

–Es mejor irnos, o no la contamos. – Geto asintió y siguió al Omega.
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Toji estaba de mal humor, nada raro en él, pero su lobo no dejaba de molestarlo de que se pusiera “presentable”.

–Maldito pulgoso, de seguro el Omega es feo y ahí tú, mandándome arreglarme.  – no dejo de maldecir a su lobo, el cual por cierto, estaba más que dormido.

–Toji-san, no debería asistir, ya se lo dije mi padre lo aceptara con gusto. – Toji suspiro frustrado, la niña esa no lo dejaba en paz, como le dices a un mocoso que te deje de molestar.

Bastante tenía con Naobito, ahora una niña encaprichada con él.

Opto por la clásica respuesta, o sea, ignorar la presencia de cierto individuo.

Salió del cuarto para dirigirse a la salida de la mansión, donde Naobito lo esperaba con su esposa.

–Yo le podré dar hijos más saludables, que si ese Omega no le da crías, ¿qué hará?. – Toji se hartó, así que al fin le respondió.

Se volteó levemente para ver a la Omega.

–Deja de joder y mejor piérdete, que lo más probable es que me coja al Omega hoy mismo, y tu estúpido olor se me está impregnando. – la Omega abrió los ojos de la impresión, no esperaba esa respuesta.

–Y-yo…

–Ya déjalo, me voy. – siguió su camino de antes, sin ver que dejó a una Omega llorando en medio del pasillo.

Toji trató de relajarse un poco, si llegaba alterado a la casa del Omega, podría ocasionar muchas cosas desagradables, y no tenía ganas de tolerar algo más.

Llegó con Naobito, y enseguida los tres entraron a la camioneta.

–¿Qué beneficios obtienes con este matrimonio?. – Naobito tardó lo suficiente en responder.

–En tierras, nos darán un terreno a las afueras de Osaka, es un buen lugar para mi retiro. – Toji no comentó nada más.

El camino a la mansión Gojo no quedaba lejos, pero con dos personas que no hablan nada se hace más largo de lo normal.

–Al fin. – murmuró Toji cuando llegaron a la mansión Gojo.

Un joven beta los esperaba en la entrada, era guía al lujoso salón donde todos los esperaban.

El líder Keiko les saludó cordialmente.

–Me alegro que mi propuesta no  les haya molestado. – Naobito negó levemente, no le convenía enojarse con el padre del chico de los 6 ojos.

–No es un honor poder hacer arreglos con ustedes. – Toji quiso reír al oírle decir eso.

–Déjenme presentarles a mi esposo e hijo. – les hizo una seña para que se acercaran.

–Mi Omega, Gojo Haruki. – el Omega le hizo una leve reverencia, dándoles la bienvenida.

–Y mi hijo, Gojo Satoru, su prometido joven Toji. – Toji y Naobito lograron disimular su impresión.

–¿Prometido?, creí que era para un Omega de su clan. – Keiko frunció su ceño.

–Satoru es un Omega del clan.

–A lo que se refiere, es que no creíamos que era para el joven heredero. – la Omega de Naobito los salvó de una posible pelea.

El rostro de Keiko regreso una expresión neutra como la del principio.

–Bien, mantuvimos en secreto la identidad de mi hijo, ya que si los demás clanes se enteraban, querrán enviar pretendientes para Satoru y no queríamos eso. – Haruki les dio una leve sonrisa.

–Toji-san, ¿le molestaría acompañar a mi hijo al jardín?. – Toji asintió, el Omega era como un pastel de fresas, demasiado dulce que se le hacía imposible negarse.

Toji como el alfa educado que era, mostró su codo para darle apoyo al Omega.

El cual con gusto se prensó a él

Caminaron al jardín, su mente solo tenía una cosa en mente, y era que ya quería tener al Omega en sus brazos.

Su destinado, el poderoso Satoru Gojo era su destinado, ¿era una bendición o maldición?, daba lo mismo que fuera, el aroma dulce de su Omega lo aturdía.

–Así…así que estamos destinados, eeh, vaya sorpresa que me lleve. – Satoru sonrió, pero no con burla como era costumbre en él, era una sonrisa dulce, un tanto encantadora.

–Con que esa es la razón por la que mi lobo me molestó todo el día. – el Omega se mostró sorprendido.

–¿A ti también?, a mi ni me dejó dormir. – Toji miró a Satoru, bueno no estaba enojado, más bien estaba agradecido de que su lobo lo hiciera verse más apuesto.

Ambos rieron como un par de idiotas, haciendo que su noche se volviera tranquila y acogedora.

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