EL SEXY PROMETIDO DE GOJO-SAMA.

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Se sentía frustrada, su Alfa la había abandonado, sabía que ningún Alfa la tomaría de esposa, su técnica no era tan especial como la de otros omegas de la familia.

Sólo había un alfa que era despreciado, igual que ella, pero la diferencia es que a ella no la echaron del clan.

Por eso se fijó en él, era perfecto para ella tanto como ella para él.

Necesitaba recuperar a su Alfa y había alguien que la ayudaría.

–Tu obsesión por ese alfa te hará mal, Yumi-chan. – el Omega bebía de su té, miraba con burla a la chica, sabía que no obtendría nada, era Satoru el “afortunado” de tener a Toji.

Todo el clan ya sabía del matrimonio que se llevará a cabo en los próximos meses, no había nada que se pudiera hacer.

Pero algo de diversión no estaría mal, después de todo él tendra que embarazarse y toda diversión se acabará, bueno no del todo.

–Es amor, usted también estuvo enamorado de mi alfa, sabe que es un buen ejemplar. – Naoya sonrió, todo el clan supo de su enamoramiento, incluso su padre, pero este lo entregó un clan igual de fuerte que ellos, de eso estaba agradecido.

–Si, pero se acabó al conocer a mi alfa. – la Omega frunció su ceño.

–Y aparte, mi matrimonio con él no estaría bien, somos primos directos, sabes lo que pasaría si tengo un bebe de él. – Yumi asintió, ella era muy lejana, prima tercera o algo así, así que si tiene un bebé no estaría en peligro de sufrir una malformación.

–Quiero tenerlo de vuelta. – Naoya asintió, sabía la razón del porqué lo cito la Omega loca.

–Bueno, te ayudaré, pero no dirás nada, es muy peligroso para mi. – tocó su vientre, no había bebé, pero le haría pensar que si, no era tan idiota, sabía a que Omega se enfrentaría si se llega a saber que él ayudó.

–Bien, después de todo quiero llevarme todo el crédito. – el Omega sonrió, todo para él era divertido.

–Bien, hay una cueva en el bosque, tienes que encontrarla, en ella se encuentran seis dedos de Sukuna, busca un recipiente humano que lo pueda albergar. – Yumi miró atenta a todo lo que decía Naoya.

–¿Quién puede ser?. – Naoya la miró a los ojos.

–Busca a Jin Itadori, se dice que ellos eran buenos recipientes para maldiciones, pero su clan fue destruido por una fuerte maldición, quedan pocos, para ser más específicos dos, pero uno ya se va a morir, así que no te sirve. – la Omega anotó todo mentalmente.

–¿Y qué más hago?.

–Llévalo y hazlo tragar los dedos, y después huye. – Yumi miró confundida, ¿huir?, como que huir, no le sirve de nada huir.

–Sukuna no dudará en matarte, no por nada es el rey de las maldiciones. – Naoya tomó de su taza de té.

–Y…¿y ya? – Naoya asintió divertido.

–Si, dicen que él Omega es un estudiante de hechicería, él y más estudiantes serán enviados a la cueva para investigar, y ya sabes lo que pasará, ¿no?. –él sabía que nadie más que Satoru iría, sus técnicas estaban casi completadas y será pan comido luchar contra Sukuna.

Pero la niña no sabía quién era Satoru Gojo, ni que ese Omega era el prometido de su amado.

–Bien. – Yumi se levantó del suelo.

–¿Necesitas ayuda con algo más?. – Yumi miró dudosa pero asistió.

–Un hombre te será enviado en cuatro días, él ya traerá a Itadori, solo tienes que acompañarlo y él  te dejará en la cueva. – literal él solo hizo el plan, la Omega se llevará todo el crédito, pero es algo que a él no le importa.