Seis

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Eran las nueve de la noche cuando el timbre de la puerta sonó, entonces una corriente eléctrica sacudió todo el interior de Charlie, el cual tumbado en el sofá tras darse un par de duchas frías, había optado por dejarse semidesnudo y ahorrarse el mojarse nuevamente la ropa bajo los chorros.

...-Oh joder...¿ya está aquí? -Habló incorporándose con nerviosismo.

-Hijo...¿por qué no abres la puerta?- preguntó su madre desde la cocina - ¿Cuándo te acostumbrarás a no tener servicio?, ¿pretendes que yo sea la sirvienta y que además de hacer la cena, atienda la puerta?- dijo la mujer bastante molesta

En el salón, este se miró y rápidamente se levantó para ponerse ropa encima, mientras nuevamente el timbre volvió a sonar.

-Está visto que tendré que abrir yo- escuchó protestar a su madre mientras caminaba por el largo pasillo hacia la puerta principal, a la par que se secaba las manos con un paño.

-Buenas noches, señora Krittin

-Oh vaya, muchacho, ¿y tú por aquí?

-Vengo a dejar a mi hermano... mi madre está en el hospital y le he pedido el favor a Charlie para que lo cuide estos días en mi lugar, ¿No le dijo?

-Oh vaya... no, no me ha dicho nada pero, ¿Cuántos años tiene?, no parece tan joven

-Tengo dieciocho, señora...en unos días cumpliré diecinueve- respondió con rapidez Babe.

-Oh pues parece que tienes más...eres alto y músculo, incluso tienes mucho mejor figura que mi hijo Charlie - habló la mujer- él es tan delgado... él si que luce mucho más joven..aunque eso es una ventaja también para mí- rió esta- puedo quitarme años

-Si emm...mi hermano se ha criado en el campo, allí el trabajo es más pesado-le explicó el camarero-No tiene ningún problema porque mi hermano se quede ¿verdad, señora Krittin?

-No, claro que no, aunque hubiera preferido que mi hijo me informe de estas cosas...en fin, pasad...no sé dónde tiene la cabeza

Tras caminar por el largo pasillo de nuevo, la mujer los llevó al salón, dónde Charlie estaba sentado de lo más paralizado, aunque ya vestido

-Tu amigo y su hermano están aquí, hijo...¿Cómo no me dijiste nada de que...

-Se me pasó, madre- le interrumpió con rapidez -No creí que tendría que pedirte permiso

-Se me pasó, madre- le interrumpió con rapidez -No creí que tendría que pedirte permiso

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-Oh ...tú y tus rarezas...bueno, ¿te quedarás a cenar, Alan?- preguntó la mujer mirando al camarero de nuevo.

-Oh no, debo regresar al hospital con mi madre pero gracias, señora

-Está bien, muchacho...emm, anda hijo, mueve el culo y lleva las cosas del chico a la habitación de invitados...ah y procura llevar contigo los productos de limpieza y sábanas limpias. No sé en dónde pensarías qué dormiría...Por qué no la  limpiaste, ¿verdad?

6. Pura obsesión - CharlieBabe  TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora