Siete

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Pasada una hora y con la mesa puesta, Sara regresó al salón buscando a su hijo pero no lo encontró, entonces subió a la planta alta y tocó a la puerta de la habitación de este.

...-¿Charlie?, la cena ya está lista

Extrañada de no tener contestación giró el pomo y entró.

-¿Hijo?, ¿Estás en el baño?- preguntó al no verlo.

La mujer entonces se acercó a la puerta y escuchó los chorros pero también algo que parecían sollozos.

-Hijo, ¿Estás bien?, ¿Puedo entrar?

-No mamá...no entres- escuchó hablar a este con la voz entrecortada.

-Cariño, ¿Qué te ocurre?, cuéntamelo

Esperó unos segundos pero la puerta no se abrió, ni tampoco obtuvo más respuesta, así que giró el pomo y entró, encontrándose a Charlie sentado en la ducha, con la cabeza metida entre sus rodillas.

-Hijo pe-pero...¿Qué haces ahí?, ¿Por qué estás así?- preguntó acercándose con rapidez-Oh Dios mío, ¿te has caído?, ¿Te has lastimado en algún lugar?

-Estoy bien, mamá... tranquila, no te alteres- habló este limpiando sus lágrimas- solo me dio un bajón por los exámenes- mintió.

-Anda deja que te ayude- dijo la mujer pasándole una toalla.

El chico asintió y a continuación se levantó y tapó su cuerpo, entonces salió de la ducha y a continuación sintió el agarre de su madre, la cual se abrazó con fuerza a su húmedo cuerpo.

-No vuelvas a darme estos sustos. Creí que ...oh Dios, no quiero ni decirlo

-Estoy bien...anda suéltame para que pueda vestirme

Sara se apartó y a continuación le acarició la cara.

-¿Qué te ocurre, cariño?, te conozco y sé que algo te preocupa

-Son los exámenes ya te lo he dicho

-No...no es eso, hay algo más...mi instinto de madre me lo dice

Por un segundo, Charlie estuvo a punto de decirle pero luego desistió pues no confiaba en que su madre le guardaría el secreto como su tío y mucho menos con Babe en la casa.

Estaba más que convencido de que en el momento justo que ella supiera lo que estaba sintiendo por el menor, haría lo posible por alejarlo y lo metería de cabeza en un psicólogo.

Seguro que lo teñiría de un matiz sucio y depravado, ya que un abismo de seis años los separaba y era un peligro demasiado grande el estar bajo el mismo techo.

Razonamiento con el cual estaba de acuerdo pero había prometido a Alan cuidar de su hermano menor y ya no podía negarse y mucho menos arriesgarlo a cualquier peligro fuera de las cuatro paredes de la mansión.

-No, mamá no hay nada más...anda sal y deja que me ponga algo encima

-Ve luego a avisar al hermano de tu amig...

-No- negó con rapidez Charlie - mejor ve tú, mamá. Yo todavía tardaré un poco

-Está bien, iré yo

Tiempo después, ya con su pelo seco y su piel totalmente cubierta, Charlie llegó al comedor, donde Babe y Sara ya habían comenzado a cenar.

...-Por fin bajas, hijo. Creí que ya tenía que ir en tu búsqueda de nuevo

-Es que recibí una llamada de North- mintió- lo siento

Este se sentó evitando mirar a Babe, quién si lo miró atentamente e incluso le sonrió, aunque enseguida la borró al darse cuenta que el mayor actuaba como si no lo viera.

6. Pura obsesión - CharlieBabe  TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora