Veintinueve

952 97 34
                                    


Volver a la granja fue todo un acierto pues Babe se sintió mucho mejor entre sus cosas y junto a las personas que conocía desde niño, aunque eso no detuvo que en alguna ocasión le subiera la fiebre.

El aprender a vivir no solo con el dolor de no volver a ver a Charlie cada día fue difícil pues se sumó con el de añorar a sus padres y verlos en cada rincón de la granja al que iba.

En la casa grande, ahora era Creamy, la madre de Way, la que se ocupaba de la limpieza y la comida, cuando antaño tan solo había ayudado a la madre de Babe.

Joong y ella siempre habían vivido en la casa pequeña, junto al resto de los operarios pero cuando Babe regresó estés junto a Way, se trasladaron para no dejarle solo.

Incluso Pete dejó su apartamento en la cuidad y pasó una temporada en la granja, ya que en vacaciones no había tanto trabajo como administrador.

Estos se turnaron para vigilar el estado de Babe y luego de un mes las fiebres parecieron ir remitiendo, por lo que en el siguiente turno ya en la mañana que hizo Way, apenas tenía unas décimas, aunque le dolía el cuerpo, tosía y aún disponía de pocas fuerzas.

Pete decidió hacer el desayuno para ambos, entonces se lo llevó amablemente a la habitación, donde los amigos lo aceptaron con gusto.

Ambos degustaron el café con unas tostadas, frutitas picadas y el zumo natural de unas naranjas del huerto vecino.

...-¿Hoy vendrás al cercado al fin?, hay unos nuevos potros que han nacido anoche - preguntó Way a su convaleciente amigo.

-No lo sé pero me gustaría

-Puedo llevarte en brazos, si gustas- se ofreció el administrador.

-No, creo que no será necesario - negó Babe sintiendo la molesta mirada del castaño- Intentaré caminar.

-Que bien que tengas tanto apetito- habló nuevamente Pete sorprendiendolos desde la puerta donde permanecía apoyado en el marco.

Babe asintió mientras masticaba lo último que tenía en la boca, mientras que Way se levantó bastante nervioso.

-Bien...¿Se puede saber qué demonios ocurre aquí?

-¿De qué hablas?- preguntó Babe con extrañeza

-Habló de la cara de bobo de Pete mirándote y mirándote como si fueras un niño al que hay que tratar con pinzas.

Babe rió.

-No empieces con tus paranoias, solo está siendo amable

Pete lo fulminó con la mirada y a continuación cogió a Way del brazo.

-Hay mucho trabajo que hacer. Ven dejemos a Babe descansar

El castaño se retorció molesto pero finalmente siguió al administrador, mientras Babe desde la cama sonrió al verlos pues se había dado cuenta que entre ellos estaban pasando cosas.

Tras soltar un profundo suspiro se volvió a tumbar , apartando la bandeja y dejándola en la mesita al lado de la cama.

-Way es tan malditamente celoso y Pete es tan correcto...ambos son una bomba explosiva que en cualquier momento estallará. Es tan obvio que se aman...menudo par de tontos

Este chasqueó la lengua con fastidio.

-Nada que ver él y conmigo- dijo pensando en cómo le iría a Charlie en china, rodeado de lindos hombres y hermosas mujeres.

Este estaba bastante cansado y tras tomarse la medicina, sintió su cuerpo muy pesado, por lo que sus párpados se cerraron rápidamente, cayendo en un dulce y profundo sueño.

6. Pura obsesión - CharlieBabe  TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora