Charlie Krittin es un guapo chico de veinticuatro años, el cual está en su último año de Universidad, quien hasta el momento no le había preocupado tener una pareja formal pues ha ido de conquista en conquista.
Desde que se emparejaron, cada día ha...
Tras no dormir nada en toda la noche por estar pensando en el beso y las palabras del menor, Charlie se levantó de madrugada y salir al balcón y tomar aíre miró hacia la ventana de Babe la cual tenía la luz encendida.
Extraño iba a ir a ver pero entonces se apagó, así que resignado volvió a su cama y se quedó mirando al techo hasta la mañana, en la que salió de la habitación para desayunar e ir a la universidad.
Este caminó por el pasillo y al girar hacia la escalera y mirar hacia el fondo del otro pasillo, donde estaban las habitaciones de invitados, reparó en que las maletas de Babe estaban allí.
-¿Qué coño?
Rápidamente se acercó con confusión y cuando iba a tocar con los nudillos la puerta se abrió.
-¿Qué es todo esto?
-Muchas gracias por todo pero será mejor que me vaya
-No-El mayor negó-No, no puedes irte. Alan me matará si te dejó ir
El más joven soltó entonces un profundo resoplido.
-Está claro que no estás cómodo conmigo aquí y que solo aceptaste porque mi hermano te rogó para que lo hicieras
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-¿De qué hablas?
-No tiene caso, Charlie. Me iré al hotel del final de la calle, mi hermano ni se enterará
-De eso nada- sentenció el mayor sujetándole de un brazo, cuando Babe intentó coger sus pertenencias.
-No quiero causar molestias, por favor deja que me vaya...
Charlie chasqueó la lengua con fastidio y sin dejar que este terminara de hablar, lo empujó hasta entrar en la habitación, dónde cerró la puerta tras de él.
-¿Se puede saber qué mosca te ha picado para decir que no quiero tenerte aquí?
-Oh vamos, solo hay que verte- respondió Babe con ligera molestia- estás de mal humor todo el tiempo y cada vez que te doy un beso o te agarró para agradecerte solo haces mirarme como si estuviera loco y hechas a coger como si te persiguiera un toro bravo... Charlie, soy de pueblo pero no soy idiota
El mayor sintió un pellizco en el estómago.
-Ok, es cierto que no estoy acostumbrado a convivir con nadie que no sea el servicio o de mi familia y tampoco a que otro hombre al que apenas conozco y no sea mi pareja o mi amigo me bese y me abrace sin más pero eso no tie....
-Déjalo, no te estoy reprochando nada. Lo siento si te molesta mi espontaneidad pero en Sansai nos mostramos afecto abiertamente
Ambos chicos se miraron fijamente durante unos intensos y silenciosos segundos, hasta que finalmente Charlie asintió con la cabeza.
