Cita

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Hace tres semanas Charlie discutió con su novia, fue una pelea que terminó mal ya que Angel y Husk tuvieron que entrometerse aunque no duraron mucho ya que Charlie en verdad tenía una gran fuerza, no por algo era hija del rey del Infierno, Alastor llegó a tiempo para noquear a la princesa y que no destruyera más el hotel después de arreglar algunas cosas como las paredes o el techo le avisaron a Lucifer sobre lo ocurrido ya que al ser el segundo compañero de negocios deberían notificarle lo sucedido.

— ¿Donde esta mi princesita?

Lucifer al enterarse llego de inmediato al hotel estaba preocupado por su hija y necesitaba respuestas del porque actuó de tal manera.

— En su habitación — respondió Alastor.

Lucifer se teletransporto donde se encontraba su hija y ahí la observo envuelta en sus cobijas llorando y a su lado estaban Razzle y Dazzle tratando de animarla.

— ¡Charlie! Querida, ¿estas bien? — Lucifer se sentó a su lado no le gustaba verla así, veía su reflejo en su pequeña hija.

Charlie abrazo a su padre llorando más, no era capaz de decir palabra alguna, Lucifer no quería presionarla así que solo acaricio con delicadeza su cabeza cantándole una canción.

— Papá... Vaggie quiere terminar nuestra relación.

Lucifer no tenía las palabras adecuadas para darle consuelo, es más cuando él y Lilith se separaron no contó con nadie se hundió en una depresión y se obsesionó más con los patos de goma, no tenía a nadie con quien llorar, no tenía a nadie a su lado estaba completamente solo pero Charlie si tenía a personas a su lado pero en especial lo tenía a él, su padre.

— ¿Cual es el motivo mi manzanita? — sostuvo el rostro de su hija y limpio sus lagrimas con sus pulgares.

— Ella dijo algo muy tonto, sin sentido... dijo que no es digna para ser mi pareja — intentaba tranquilizarse para poder explicarle bien — Que yo era de la realeza y ella una simple pecadora y no funcionabamos.

Lucifer podría ser un tonto pero cuando algo no le encajaba se le prendía el foco por un instante, él sabía que la chica quería de corazón a su hija pero algo o alguien tuvo que meterle esas ideas al ángel y el se iba a encargar de encontrar al culpable por interferir en la relación de su hija, después de hablar con su princesita se retiró.

Quería hablar con los demonios de abajo después de todo aún no confiaba en ellos pero como siempre el demonio de la radio tenía que interferir en sus asuntos de por sí ya estaba cabreado ver a Alastor lo ponía de peor humor.

— ¡A un lado venado! — trataba de apartarlo de su camino.

— Su majestad no haga algo de lo que puede arrepentirse.

— ¡Jódete! — le enseñó el dedo de en medio no lograba quitarlo de su camino.

— No lo digo por ellos, lo digo por Charlie además ella ya los puso en su lugar — comentó Alastor jugando con su bastón de radio — Hay algo que puedo asegurarle no fue ninguno de ellos.

— ¿Se supone que debo confiar en tu criterio bastardo?

— He estado más tiempo en el hotel y he convivido más tiempo con ellos, claramente se que no fue ninguno de esos demonios — arrincono a Lucifer a la pared, algo que al contrario le incómodo — Le sugiero que se calme y piense bien hágalo por el bien de Charlie.

— Bien — desvio su mirada ya que la situación en la que estaban ya lo estaba poniendo nervioso — Ahora apártate de mi; al no ver respuesta del demonio de la radio le ganó el nerviosismo y le acomodó el moño a Alastor.

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