Capitulo 5

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El sol es intenso y mi visión disminuye por todas las personas que pasan cerca de mi.

Mientras que camino hacia el puesto, tengo mi vista en el móvil aún intentando averiguar algo de ese tal Luis, no hay un correo o una dirección, solo ese nombre, ¿Quien coño será?, no lo sé, pero las cosas están pasando de forma rápida y muy raras.

–  A dónde vamos– escucho una voz a mi izquierda que me sobresalta y encuentro que es Celia, sosteniendo dos frappes y mirándome con confusión y diversión.

– ¿Se puede saber porque te pierdes así?– le pregunto sin nada de diversión en mi pregunta y mirándola fijamente a los ojos.

– Ah, perdón, es que mientras que tu estabas hablando con una señora, Isy me llamo– se disculpa alzando los frappes en sus manos– Estaba al frente dónde venden frappes y me invitó uno, y yo te compre uno a ti, lamento no haberte avisado.

– No, en realidad no me molesta que te hayas ido a por un frappé, es que, siento que algo raro está pasando, me enviaron otro correo de la misma persona y siento que nos están siguiendo Celia, y si es así, debemos tener cuidado– le aseguro mostrándole mi bandeja de correos para que les el mensaje.

– Sostén esto– me entrega ambos recipientes con frappé y toma mi móvil-
– la gente es estúpida o no saben usar usar el correo, además ¿Quien habla por correo ahora?.

Celia frunce su ceño e intenta hacer lo mismo que yo para conseguir algo hacerca de ese Luis que envía correos extraños, pero, al igual que yo, no tiene éxito.

– Daniel, esto es raro, pero recuerda lo que te dije, la gente en el instituto es rara y les gusta hacer bromas a los demás, no deberías preocuparte tanto, al menos tenemos un nombre, si quieres investigarlo está bien, pero puede ser solo una broma de mal gusto– dice Celia entregando mi móvil que guarda en mi bolsillo derecho del pantalón negro.

Tomando uno de los frappes que a juzgar por su color, debe ser de durazno, su favorito.

– El tuyo lo compre de mora azul, se que te gusta– dice Celia sirviendo de su frappé con fuerza.

– Eh, gracias, pero aún me parece extraño todo esto de los mensajes, parecen ser intencionados y, para hacerlo más intencionado, nos enviaron el primero a ambos– le digo tomando mi frappé y empezando a caminar hacia una de las salidas del parque hasta la calle.

– Pues si pero, no lo sabemos Daniel, las cosas quedan en suposiciones hasta que podamos probarlas, se que hay gente que puede hacer bromas así, los de informática siempre están enviando mensajes raros a las chicas para asustarlas y hackeando móviles solo por diversión– continúa Celia tomando la delantera para pasar por la salida del parque, yo la sigo- por eso te digo, puede ser solo una broma y tú mente intenta asustarte.

– Bueno, me parece raro, pero puede ser verdad lo que dices, por ahora, intentare no pensar en ello pero aún así, deberíamos tener cuidado y no estar del todo confiados– digo mientras cruzamos la calle hasta llegar al puesto de los frappes.

Vemos a varias personas en el puesto, la mayoría estudiantes de Pazzo, entre ellos está Isy, una de las amigas de Celia.

Isy Conti de familia italiana es una chica con la piel blanca de 18 años casi recién cumplidos, su cabello es de un color cobrizo que al darle el sol se le veía de un tono naranja llamativo, con ojos marrones claro casi como los míos y una altura de tal vez, ¿1.69/1.70cm?, no lo sé, pero si era un poco más alta que Celia, Conti era muy sociable y eso la hace conocer a varias personas en el instituto y el ser buena estudiante, los profesores le tienen cierto afecto.

Isy se acerca a Celia y se situa junto y me saluda con un gesto de mano y una sonrisa amable antes de darme la espalda, le asiento con la cabeza en alto y sigo detrás de Celia. No me interesaba hacer nuevos amigos así que solo estoy ahí por Celia.

No sé qué veas - Ante Tus Ojos No Siempre Está La Verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora