Capitulo 8

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Abriendo poco a poco mis ojos, me despierto en la misma posición en la que me acosté, o mejor dicho me tire a la cama.

Creo que fue mala idea hacer eso, ahora me duele el cuerpo.

Me levanto de a poco, pero solo logro quedar sentado a la orilla de mi cama mirando el móvil.

Lo tomo y miro la hora, 6:10 pm, increíble que dormi casi más de 2 horas y sigo con sueño.

Miro un poco más el móvil y al quitar el modo avión, me empiezan a llegar algunos mensajes por Whatsapp de Celia:

<< Gracias por acompañarme Daniel>>

<< Fue un lindo día, y en parte es gracias a ti >>

<< Seguro estás entre muerto y dormido en tu cama así que, gracias otra vez y que descanses, hasta mañana>>

Leo los mensajes y le respondo con igual cortesía, sinceramente, el ver a Celia me gustaba, y me hacía bien, ella me hacía bien.

Habiéndole respondido, voy al baño y me labo la cara con mucha agua para quitarme todo el rastro de sueño y la cara de muerto que traigo.

Al salir miro el móvil bailar en la cama a causa de la vibración y el sonido, es una llamada, es Celia llamando por segunda vez en el día:

– Estaba en el baño, ¿Que pasa?– respondo rápido y le informó para ahorrarme el "porque no respondes".

– Conn razón, ¿Que tal dormiste?, yo estoy en mi cuarto mirando una serie, se llama You, es muy buena– dice Celia con la lentitud de alguien que come mientras habla.

– Yo me estoy levantando y veré que hay para cenar, ¿You, eh?, es buena, ya la Vi, no te encariñes con ningun personaje, solo dire eso.

– ¿Por...?, no me digas, quiero sorprenderme yo sola.

– Está bien, ¿Que tal las cosas en tu casa?– le pregunto por el móvil aún en mi cuarto dirigiendome a la ventana.

– Muy normal, mis padrés no están peleando al menos, y estoy tranquila en mi habitación así que, muy normal en general y yo en lo personal muy bien– responde ella con lo que creo que es un resoplido que saca una pequeña sonrisa.

– Eso es bueno, creo que yo...

Me detengo a media frase porque por la ventana veo como llega la camioneta del viejo Thomson, la aparca al frente de su casa y a pasos cansados pero firmes con el rifle colgando de su hombro, entra a su casa.

Recuerdo en seguida lo de la noche pasada y que esas huellas estaban muy cerca de la cerca que divide nuestros jardines traseros, no esperaré mucho para preguntarle.

– ¿Daniel?, ¿Sigues ahí?, ¿Te moriste?– habla Celia por la otra linea y yo tardo unos segundos en responder ya que me estoy poniendo mi camisa, la misma de esta mañana.

– Eh, si, aquí estoy, te llamo al rato, iré a ver algo afuera.

– ¿Ver algo afuera?, ¿Que irás a ver?– pregunta ella con genuina confusión.

– Solo algo raro que ví ayer en la noche cuando viniste, creo que en serio ví algo o a alguien por los lirios de mamá y hoy en la mañana revise el lugar y conseguí unas huellas, así que, le preguntare al viejo Thomson a ver si el vio a alguien– acabo por decirle ya que no cesara la insistencia hasta saberlo.

– Eso es raro, pero, no lo se, ¿Ese viejo no tiene un rifle o algo así?, ¿Y si te mata por invadir su espacio?– bromea Celia aún masticando lo que sea que esté comiendo.

– No creo que lo haga, aunque no lo sé, pero, te llamaré cuando termine de hablar con el.

– Y espero que si me llames y no se te olvide, porque si no yo misma te matare.

No sé qué veas - Ante Tus Ojos No Siempre Está La Verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora