Hermes sostiene su mirada sobre la mía con una postura rígida y sin temor.Mientras que yo... Yo subía mi vista a la suya y en un momento observó en sus claros ojos marrones un rastro de nerviosismo.
– Mi madre me a pedido que te dijera que la esperes en la sala, ella se esta en su cuarto– digo dándome la vuelta para dirigirme a mi habitación.
– ¿Me estabas espiando?– pregunta el desde el umbral de la puerta.
– Iba a informarte cuando abriste la puerta, perdón si te asusté– me excuso sin mucho interés empezando a subir las escaleras.
– ¿Sabes Daniel?, podríamos ser amigos, ahora que salgo con tu madre, bueno, creo que...
– Nunca me agrado tener nuevos amigos y menos si son por alguna obligacion, y el que salgas con mi madre no amerita a que nosotros tengamos que ser amigos, solo trata con respeto y amor a mi madre y todo estara bien– termino en un tono de autoridad hablándole desde las escaleras y volteando a verlo.
– ¿Eso fue una amenaza?– pregunta el con una sonrisa que me parece de lo más siniestra.
– Es solo mi pensamiento saliendo en voz alta, me importa mi madre, y la cuídare siempre que sea necesario, así que si tu la tratas bien, todo estará bien entre nosotros, es todo– finalizo siguiendo mi camino hasta mi habitación.
Hermes no dice nada más y yo me apresuró a llegar hasta la puerta para ver a la mujer que me espera en la cama.
– Lamento haberme tardado, llegó mi madre y su cita– digo anunciado mi llegada.
Celia al oír la puerta gira su cabeza hacia mi, mirándome desde la silla blanca de mi escritorio.
– ¿Parece que van en serio, eh?– bromea Celia poniendose de pie y llegando a mi.
– Parece que si, mamá se ve feliz, Pero Hermes, hay algo raro en ese tipo que no me agrada.
– ¿Qué es exactamente lo que te hace desconfiar?– pregunta Celia parada frente a mi y rodeando mi cintura con sus brazos.
– Parece siempre estar estudiando algo, hace un momento lo oí hablar por el móvil sosteniendo una conversación algo extraña y cuando me vio, fue como si se asustará... Me invito a ser su amigo.
– Eso es bueno, ¿No?, es decir, el sale con tu madre y tú eres el hijo de tu madre, así que, deben llevarse bien.
– Puedo llevarme bien con el siempre y cuando no le haga daño a mi madre o se meta conmigo, pero no me interesa sostener una amistad con el– finalizo en un tono serio mirando mi ventana y viendo el sol un poco más intenso que antes.
– Bueno, en parte tienes razón, el echo de que salga con tu madre no significa que será tu amigo de por vida o te deba caer bien, pero, ya que te conozco, y conozco tu forma de tratar a las personas que no seamos tú madre o yo, intenta llevarte bien con el– aconseja Celia mirándome fijamente desde su lugar abrazando mi cuerpo y sosteniendo su cabeza en mi abdomen.
– Si, si, intentaré, ahora solo pienso en hacer una cosa.
– ¿Y eso es...?
Sin dejarla terminar, atrapó sus labios en los míos tomandola de la cintura y profundizando mi cuerpo con el de ella.
Paso mi lengua por sus adentros encontrando su lengua y tomando todo el control de ese efusivo beso.
Pasan algunos minutos cuando empiezo a despegar mis labios de los suyos y abro mis ojos para ver los suyos.
– ¿Te tome por sorpresa?– pregunto en tono divertido y seguro mirándo su pecho subiendo y bajar poco a poco.
– Pues... La verdad... Deberías avisarme cuando piensas hacer eso, no puedo quedarme sin aliento siempre– responde ella abriendo sus ojos.
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No sé qué veas - Ante Tus Ojos No Siempre Está La Verdad.
Random¿Se puede confiar en las personas? ¿En quien amas? Esto es una metáfora, No sé qué veas de mi o en él, en quién sueñas o a quién deseas, un asesino no dejará de matar, por más que se esmere en ello, los secretos pueden guardarse, pero siempre saldrá...