– Dios, no hagas eso, hay competencia que le encanta la rivalidad y eso escala a niveles en dónde la seguridad es preocupante.– Por dios, Noah Smith le teme a la competencia, ¿Desde cuándo?– bromeo pasando al interior del lujoso departamento de Noah.
Noah Smith fue mi amigo y compañero de negocios desde la secundaria, tenemos la misma edad, pero con vidas distintas, Noah gozaba de haber nacido en una familia influyente y con ganancias exorbitantes por su dedicación a los casinos, Noah tiene un físico trabajado y con buen porte por el entrenamiento, sus trajes formales, chalecos y incluso camisetas eran elegantes en el aunque fueran de la más sencilla tela. Este chico, de altura 1.80 cm, piel blanca como la mía, cabello negro cortado como esos hombres de negocios que se preparan para ser papás, rasgos gruesos y tatuajes en los dos antebrazos que son tapados por la camisa de botones azul cielo que tiene puesta y unos pantalones de gabardina negros con zapatos del mismo color, de esos que son puntiagudos.
– Desde que el hombre que me protegía decidió retirarse, ¿Has venido para conseguir trabajo Daniel?, puedo hacerte el jefe de mi seguridad si así lo deseas, puedo conseguirte una noche con la esposa del presidente si te apetece, todo por el amigo que me hizo aún más rico– exclama Noah con esa voz firme y tranquila que siempre ah tenido.
– Noah, sabes que antes de retirarme hice el dinero suficiente para hacer una vida nueva cinco veces si me daba la gana, está vez, solo pasaba por aquí y quise saludar.
– Pues hola y te invito tomar algo, ven acá, sígueme.
Pasamos por el amplio pasillo de mármol con paredes pintadas de un azul claro, que daba tranquilidad, en esas paredes habían cuadros, algunas esculturas y repisas de madera con acabados en grises y blanco.
Llegamos hasta la sala, una muy grande sala que en el centro tenía muebles que estaban en círculo y que daban la apariencia de ser una inmensa o, al frente de esa sala había una gran vista, la pared era de cristal y te dejaba ver toda la cuidad desde esa perspectiva, por otro lado, y atrás de ese conjunto de muebles, estaba la cocina y más al lado un mini bar, por más pequeño que era, no dejaba de ser lujoso, como todo en ese lugar.
– ¿Te gusta la vista?– pregunta Noah dirigiéndose a la barra del mini bar y señalando la pared de cristal.
– Es muy bella la cuidad de noche, ¿Este departamento es tuyo?- pregunto mirando esa vista y poniendo una de mis manos en el cristal.
– Es una de las propiedades de papá, me conseguiste de pura suerte, estoy aquí por una temporada la cual ya está llegando a su fin- responde el mismo Noah agitando la mezcla para nuestras bebidas.
-–¿Que se siente ser hijo del hombre con la línea de casinos más exitosa?.
– No me puedo quejar, aunque me gustaría que las vacaciones duraran un poco más, a pesar de eso, es muy buena vida.
– Seguro que si– hablo por lo bajo tomando asiento en uno de eso muebles.
– Entonces, ¿Me dirás porque viniste en realidad?– pregunta Noah sirviendo nuestras bebidas.
– Ya te lo dije, estaba de paso– digo mirandolo- queria despejar un poco la mente y me conseguí con este edificio en dónde supuse que estarías.
– ¿Cómo es que sabías que podía estar aquí?.
– No eres tan difícil de encontrar Noah, además, pase tres años trabajando contigo, en ese tiempo pude memorizar en dónde están las propiedades de tu familia y tuyas- respondo con indiferencia.
– Eres bueno, papá quedo muy complacido con el trabajo que hicimos sobre la seguridad de aquel casino hace tres años.
– ¿Hicimos?, si tú estabas más que nervioso por no querer decepcionarlo y yo hice el plan– objeto con obviedad.
ESTÁS LEYENDO
No sé qué veas - Ante Tus Ojos No Siempre Está La Verdad.
Random¿Se puede confiar en las personas? ¿En quien amas? Esto es una metáfora, No sé qué veas de mi o en él, en quién sueñas o a quién deseas, un asesino no dejará de matar, por más que se esmere en ello, los secretos pueden guardarse, pero siempre saldrá...