XXX

6.8K 314 26
                                    

Era obvio que aquella doctora no iba a decirme nada, por lo del "derecho a la privacidad", así que opté por hacerle unas preguntas trampas para ver si conseguía algo de información.

– Me temo que no puedo decir nada sobre los pacientes, señorita.– murmuró tecleando en el ordenador.

– Vaya. Es que es una buena amiga de la infancia y me he enterado de que está embarazada y quería saber donde encontrarle ahora.– murmuré.

– ¿Embarazada? Me temo que no señorita, Ana abortó hace una semana.

– ¿Qué?

– Sí, llegó aquí con un chico, que la sujetaba, porque iba borracha como una cuba.– dijo.

"Hija de-"

– Vale. Gracias.– murmuré y salí de allí.

Lo primero que hice fue contratar un abogado para Gavi, llegó a mi casa aquella misma tarde, entonces le expliqué la situación y me pidió ver a su cliente, a lo que le llevé hasta la comisaría.

Gavi al verme me dio una sonrisa enorme.

Al menos se alegraba de verme.

Nos permitieron pasar y ambos nos sentamos frente a Gavi, quien nos miró sin entender nada.

– Gavi, antes de nada, quiero decirte que Ana sufrió un aborto la semana pasada.– informé.

Gavi me miró fijamente y tragó saliva.

– ¿Lleva toda la semana mintiendo?

Asentí lentamente.

– Pablo, ¿quieres añadir eso a tu defensa en el juicio de esta tarde?– murmuró el abogado.

– Sí.

– Por desgracia no hay pruebas contundentes de que usted sea inocente de no haberla tirado por las escaleras.

– Puedo presentarme como testigo.– dije.

– Irina, estás loca.– murmuró Gavi.– ¿Testigo de qué?

– Llevo tiempo saliendo contigo y nunca ha habido agresiones hacia mí. Eso quizás podría convencer al juez ¿no?– pregunté al abogado.

– Quizás nos sirve de ayuda. ¿Ha tenido otras novias?– preguntó el abogado.

"Vaya pregunta"

– No. Pero si he conocido a chicas, y mis amigos las conocen.

– Irina, encárgate de buscar a esas chicas y que se unan para ayudarle.

Asentí aunque aquella misión no me gustaba en absoluto.

Salí de allí dejando al abogado con Gavi y tras hablar con Aurora, fui a casa de alguien que sí iba a poder ayudarme.

Tardó unos minutos en abrirme, pero entonces me miró fijamente y se apoyó en la puerta.

– ¿Qué pasa?

– Jairo, necesito tu ayuda.

– Gracias por pensar en mí, pero no.– murmuró y agarró la puerta para cerrarla.

Yo la agarré y ambos nos miramos.

– Gavi está detenido, por algo que no ha hecho.

– ¿Qué?

– ¿Sabes de algunas chicas con las que haya tenido algo?

– Recuerdo a unas cuantas.

– Tienes que acompañarme a buscarlas. Por favor.

𝐌𝐔𝐓𝐔𝐀𝐋 𝐇𝐄𝐋𝐏 +18 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora