Gavi y yo llevábamos varios días quedando.
Habíamos ido a casa de Balde y habíamos ido a PortAventura.
Aquella tarde yo había quedado con Marina.
– ¿Me estás diciendo que todavía no os habéis liado?– preguntó Marina.
– Marina, hemos dicho que íbamos a ir poco a poco.
– Joder Irina, y tan despacio. Plántate en su casa y bésalo tú.
– ¿Estás loca?
– Cariño, te falta mucho por aprender.
– Hemos quedado para quedarme a dormir a su casa.
– Pues ya sabes.
Puse los ojos en blanco y entonces la miré.
– Ayúdame a preparar lo que llevarme.
La vi coger un pijama que me había comprado el otro día y sonreí.
– ¿Quieres un consejo? No le quites la mirada.
– Sabes que soy pésima con el contacto visual.– murmuré.
– ¿Y? Está ayudándote para que te hagas una puta diosa ¿no? Pues practica.
Marina se fue y un rato después Gavi vino a buscarme.
Al montarme en el coche me dio un beso en la mejilla y entonces arrancó.
– ¿Qué tal con Marina?– preguntó.
– Bien. Un poco pesada, pero bueno, ya la conoces.– dije sonriendo.
Asintió con la mirada fija en la carretera.
– ¿Quieres ver una película?– preguntó.
– Obviamente.– dije sonriendo.
Me miró un segundo y sonrió.
Cuando llegamos a su casa nos pusimos a preparar mi plato favorito: lasaña.
Después mientras esperábamos a que se hiciera, fui hasta el salón para buscar una película decente.
– Ya me encargo yo, ve a ponerte el pijama anda.– murmuró.
Me encogí de hombros y entonces subí a su habitación a cambiarme.
Bajé y lo vi cerrar la puerta del horno.
Entonces levantó la cabeza y me miró fijamente.
– Ya casi está.
– Oleee.– dije riendo.
Fui de nuevo al salón y vi que había dejado para poner una película de miedo.
– ¿En serio? No me gustan, lo paso muy mal.
Gavi llegó hasta mí y me dio una sonrisa.
– Para algo estoy aquí. Si tienes miedo pues te tapo y ya.
Me reí.
Cuando la cena terminó de hacerse, nos sentamos a cenar.
– ¿Cuando vuelven tus padres?– pregunté.
– No sé, han ido a ver cómo están las cosas por Sevilla, pero supongo que no vendrán hasta la semana que viene.
Asentí.
Sus padres vivían aquí con él pero a veces se iban a la casa que tienen en Sevilla para pasar allí unos días.
– ¿Y Aurora?– pregunté.
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𝐌𝐔𝐓𝐔𝐀𝐋 𝐇𝐄𝐋𝐏 +18 | Pablo Gavi
Novela JuvenilIrina y Gavi se conocen desde hace años y siempre han sido como familia, hasta que ella acaba pidiéndole ayuda para conquistar a uno de los amigos de Gavi.