XIV

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Gavi se había ido con Ana de vacaciones y me había dejado aquí sin saber que hacer.

Así que decidí llamar a Marina para salir un rato a pasear al centro comercial, cosa que aceptó sin problemas.

Estuvimos entrando en cada tienda que se nos ocurría y como no, comprando algunas cosas.

– ¿Se ha ido con ella de vacaciones?– preguntó sorprendida mi amiga.

– Sí. Pero a Gavi no le gusta.

– Todos los tíos son iguales Irina. Te quieren para un polvo y luego vuelven con la otra.

La miré fijamente y pensé en coger el móvil para poder llamar a Gavi.

Le echaba de menos.

Su voz. Sus ojos, sus sonrisas...

– Ni se te ocurra.– murmuró Marina leyéndome la mente.

La miré y decidí hacerle caso y dejar el móvil en mi bolsillo.

Después nos fuimos a comer algo y pasamos por su casa para ponernos cómodas y ver una película.

Este era uno de los mejores planes del mundo: salir con mi mejor amiga y después acabar yéndome a dormir a su casa.

Estuvimos viendo una serie y después fuimos a la cocina a hurtadillas para poder prepararnos algo para comer. Habíamos cenado hace un par de horas, pero teníamos un hambre increíble.

Acabamos preparándonos un bol de frutas para poder llevárnoslo a la habitación y comerlo allí tranquilamente.

Acabamos aburriéndonos de la serie y nos pusimos a hablar del tema del que menos se había hablado en el mundo: Gavi.

– Tía, deberías darle calabazas.– murmuró Marina metiéndose algo de fruta en la boca.

– ¿Qué?

– Ya me has oído. Está jugando contigo.

– Eso no es así, Marina.

– ¿Qué no? Te ha follado a ti y seguro que con la otra también está follando ahora. Cuando alguien te quiere, te pone como prioridad, y es así.

La miré abriendo los ojos, bastante sorprendida.

Marina no tenía filtros y siempre era directa con todo. Por eso siempre la había considerado mi mejor amiga; nunca temía decirte la verdad por muy feo que te pareciera.

A lo largo de todos estos años había procurado juntarme con gente así, y creo que lo estaba logrando.

– Te lo digo de verdad tía. No es tan difícil dejar a alguien, y más a alguien que no quieres.– murmuró.

Solté un suspiro y la miré pensando en que debería llamarle, al menos para hablar.

Aunque aquello se pospuso un poco, porque Marina y yo nos tragamos una temporada entera de Gossip Girl en horas, y esta se quedó dormida.

Me levanté de su cama y tras coger mi móvil salí a hurtadillas al balcón para marcar su teléfono.

Me lo cogió al tercer tono.

– ¿Irina?

– Hola. Siento llamarte ahora, pero no sé, no me has escrito en todo el día y pensaba que te pasaba algo conmigo.

– Que va. Está todo bien. Te lo prometo.

– ¿Qué haces?

– Pues me has pillado sentado en la terraza del hotel mirando las estrellas que hay en el cielo. ¿Y tú?

– Más de lo mismo.– murmuré.– Te echo de menos.– solté.

– Y yo a ti.

– ¿Y Ana?

– Durmiendo. Lleva toda la tarde quejándose de que le dolían los pies, así que tampoco hemos visto mucho.

Sonreí.

– Yo estoy en casa de Marina, aunque me ha dejado tirada tras tragarnos una temporada entera de Gossip Girl.

Le escuché soltar una risa al otro lado y acabó contagiándomela a mí.

– Claro. Marina necesita sus 13 horas de sueño reparadoras o parece un zombie.

Solté una carcajada y me tapé la boca con la mano que tenía libre.

– ¿Cuándo vuelves?– pregunté.

– Creo que mañana por la noche ya estaré allí.– informó.

Asentí mirando el cielo y después escuché un pequeño suspiro desde la otra línea.

– Por cierto, hoy he escuchado una canción muy chula. Me ha recordado a ti. Búscala después. Se llama: Skyfall de Adele.

Asentí tomando nota mental.

Estuvimos un par de minutos más hablando hasta que colgamos.

Después volví a entrar en la habitación encontrándome a Marina durmiendo.

Me tumbé a su lado y tras empujarla un poco para que me hiciera hueco, me metí en Youtube y busqué la canción.

"Skyfall is where we start
A thousand miles and poles apart
Where worlds collide and days are dark
You may have my number, you can take my name
But you'll never have my heart"

Gavi tenía un gusto particular para la música, y en parte me enorgullecía.

Solía escuchar de todo, y a veces nos recomendábamos canciones el uno al otro. Aunque estaba claro que ya no sonaban en mi mente igual tras escucharlas después de enviárselas o de que él me las enviara.

Dejé el móvil en la mesita de noche y me acurruqué quitándole un poco de manta a Marina, quien balbuceaba en sueños, totalmente ajena a todo lo que pasaba en el mundo real.

Cerré los ojos pensando en todo lo que me había dicho Marina.

En por qué no la había dejado todavía. Por qué me estaba mareando de aquella manera...

Conocía a Gavi y quería llegar a creer que nunca sería capaz de jugar conmigo de aquella manera, pero tampoco confiaba al 100%.

Ana era una chica guapa y que podía ser muy persuasiva cuando quería y quizás las cosas se le estaban complicando a Gavi para poder dejarla.

"But I can't stay this time 'cause I don't love you anymore
Please, stay where you are
Don't come any closer
Don't try to change my mind
I'm being cruel to be kind

I can't love you in the dark
It feels like we're oceans apart
There is so much space between us
Maybe we're already defeated"

Estaba demasiado sumida en todos aquellos pensamientos y en las cosas que podría decir, que podría hacer. Aunque como siempre, luego nunca decía nada.

Abrí los ojos al sentir a Marina moverse y entonces me abrazó haciéndome sonreír un poco.

A veces alegraba mi mundo sin saberlo, y creo que iba a estarle agradecida toda la vida.

Me abracé a ella tras limpiarme varias lágrimas y entonces volvía cerrar mis ojos consiguiendo por fin quedarme dormida al instante.

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𝐌𝐔𝐓𝐔𝐀𝐋 𝐇𝐄𝐋𝐏 +18 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora