𝐌𝐔𝐓𝐔𝐀𝐋 𝐇𝐄𝐋𝐏 +18 | Pablo Gavi

V

⚠️ Contenido Explícito

Narra Gavi

Había quedado con los chicos esta tarde, así que después de dejar a Irina en casa fui a la mía para poder ducharme y cambiarme.

Cuando llegué al bar al que habíamos quedado me paré para firmar un par de autógrafos y hacerme fotos con los aficionados.

Cuando me senté miré a Jairo fijamente.

– Hey hermano, ¿dónde has estado estos días? Estás desaparecido.– murmuró.

– Sí, he estado ocupado en casa.

Alejandro me miró y levantó una de sus cejas queriendo saber que pasaba. Aunque estaba claro que no iba a contarles nada.

Lo mío con Irina era temporal.

– Seguro que está liándose con alguna el muy capullo.– dijo Jairo entre risas.

"Mejor no quieras saber con quien"

Sonreí.

Les dijera lo que les dijera no iban a creerme así que era mejor dejarles pensar lo que quisieran.

– Es verdad bro, el otro día me encontré a Irina en una discoteca.– murmuró Jairo.– Se me declaró.

Los demás abrieron los ojos y luego me miraron a mí.

– ¿Qué le dijiste?

– Que era demasiado frígida como para salir con ella, por no hablar de lo estirada que es.

Apreté los puños cuando le vi reírse.

No le iba a hacer tanta gracia cuando Irina se acercase a él.

– Lo siento hermano, pero es que encima viste horrible.

– Ya vale, Jairo. Te recuerdo que estás hablando de mi mejor amiga.– escupí mirándole.

– Vale vale, tranquilo.

Lo fusilé con la mirada y después Alejandro y Mario decidieron cambiar de tema.

Estuve un rato con ellos hasta que Irina me escribió preguntándome cual era la película que habíamos visto la noche anterior.

Sonreí acordándome de los besos de después.

No se le daba nada mal para ser principiante.

Después le pregunté qué hacía mañana y me dijo que tenía clases.

Así que le dije que la recogería después de clase, cosa que aceptó sin problemas.

Cuando llegué a casa me metí en la cama y solté un suspiro mirando el techo de la habitación.

Narra Irina

Aquella mañana no hacía muy buen tiempo, no había parado de llover en toda la mañana.

Cuando salí de clases al día siguiente vi un Audi negro aparcado delante de la puerta y sonreí acercándome después de despedirme de Marina.

Me monté quitándome la capucha de la chaqueta que llevaba acompañada del uniforme.

– ¿Qué tal la mañana?– pregunté sonriendo.

– Bueno, nos ha caído una buena mientras entrenábamos, pero bastante bien. ¿Y tú?– preguntó.

– Eh... Odio literatura, es un invento para estresar al alumnado.

Le vi echarse a reír y me quité la chaqueta para después abrocharme el cinturón.